Por Benito Guerrero
07/11/2016
El 99% de los jóvenes españoles confiesa haber viajado en alguna ocasión y el resto no lo ha hecho por razones de presupuesto, según un estudio de Allianz Worldwide Partners. El último proyecto del Grupo Carrís va dirigido tanto a los primeros como a los segundos.
Bluesock Hostels (el calcetín azul) es la línea para milenials de esta cadena que opera tanto en Galicia como en el norte de Portugal y que ya cuenta con cinco hoteles de tres y cuatro estrellas en su línea principal.
El primer hostel de Carrís está operativo desde el mes de noviembre en Oporto y está situado en el corazón de la Ribeira, el centro histórico de Oporto, a orillas de río Duero. 3.000 metros cuadrados en un edificio tradicional de azulejo azul que mantiene su esencia histórica, sus vigas de madera en el techo y sus muros de piedra.
El concepto Bluesock es más que el alojamiento en un hotel, es una experiencia en la que respirar la cultura local, salirse del plan trazado y descubrir otros lugares únicos en la mejor compañía.
Pero esto es solo el principio. La cadena prevé incorporar su segundo y tercer establecimiento a mediados de 2017 en Madrid, en plena Gran Vía, y en Lisboa. «Carrís busca viajeros, no turistas, que tengan ganas de compartir experiencias en un alojamiento con todo tipo de comodidades y avances tecnológicos», en palabras del su presidente Juan Viñas.
El siguiente paso será expandirse a otras ciudades como Sevilla, Palma de Mallorca o Berlín. Viñas está convencido de que esta forma de viajar «ha llegado para quedarse» y por eso apuesta por alojamientos con una «calidad extrema» que hagan del viaje una experiencia inolvidable.
Otros de los planes en los que se encuentra inmersa la cadena es la creación de una red de albergues a lo largo del camino de Santiago. Aún no se sabe mucho más de este plan, pero sí que los establecimientos tendrán más de 100 camas y que se irán abriendo a lo largo de 2017 y 2018 en primer lugar en el camino portugués y luego el francés.