Los primeros días del mes de agosto traen la primera ola de calor del verano en 2021. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anuncia que desde el martes hasta el lunes España vivirá temperaturas máximas por encima de los 45 grados Celsius y mínimas de 20. El ascenso de las temperaturas que comenzó el domingo tendrá continuidad en los próximos días debido a una masa de aire muy cálida, con polvo suspendido, procedente del norte de África.
A pesar de que en julio hubo varios episodios cálidos, por «extensión, duración e intensidad», esta semana promete cumplir a cabalidad los criterios necesarios que la Aemet toma en cuenta para alertar de una ola de calor. Los termómetros comenzarán a subir progresivamente. El miércoles el calor será muy intenso en buena parte de la península y de las islas Baleares. «Tanto de día como de noche», según Rubén del Campo, portavoz de la agencia española. Las altas temperaturas se extenderán, al menos, hasta el 16 de agosto.
Ola de calor en España
Varias regiones en España ya tienen avisos amarillos y naranjas que alertan sobre la alta temperatura. Para el miércoles destacan el riesgo en gran parte del país y Baleares. El jueves están en riesgo extremo las regiones catalanas del Pirineo de Lleida y la depresión central de Lleida, así como la ribera del Ebro de Zaragoza. La Aemet alerta sobre las repercusiones en la salud de las personas y los incendios forestales que podría causar la ola de calor en todo el país, especialmente en las zonas más secas.
Las madrugadas también serán muy calurosas, con temperaturas mínimas de 22 grados. El martes los termómetros alcanzaron los 36 grados en la cuenca del Ebro y algunos puntos de Mallorca, pero será a partir del miércoles cuando la alta temperatura sea más extrema. Alcanzará 36 grados en la meseta norte, 38 grados en el Ebro. Mientras que Baleares, zona centro y mitad sur, 40 grados. En el Tajo, Guadiana y Guadalquivir no bajará de 20 grados.
Desde el jueves hasta el domingo la temperatura máxima estará por encima de los 35 grados en toda la península y en Baleares. Sin embargo, se superará los 40 grados en amplias zonas del sur y centro peninsular, así como también en el valle del Ebro. Algunos puntos de la mitad sur podría rozar los 44 grados.
Canarias podría estar afectada a partir del viernes, y permanecer con altas temperaturas hasta el domingo. La Aemet prevé que a partir del lunes descenderá la temperatura de forma generalizada.
La masa de aire viene directamente desde el Sahara
El principal motivo del aumento de la temperatura se debe a una dorsal que se encuentra ubicada sobre el norte de África y el Mediterráneo central y que se acercará hasta el territorio. y provocará la entrada por el sur peninsular de una masa de aire de procedencia africana «muy cálida en origen». Además, la dorsal estabilizará la atmósfera, lo que hará que brille más el sol y caliente con fuerza la superficie terrestre.
La Aemet no descarta la probabilidad de tormentas en algunos puntos de la mitad oriental peninsular. Habrá poco viento, pero la masa de aire procedente del norte de África llegará cargada de polvo en suspensión.
Ante la alta temperatura y la terrible calidad del aire, Protección Civil y Emergencias recomiendan limitar la exposición al sol; mantenerse en lugares bien ventilados; ingerir comidas ligeras y regulares, ricas en agua y sales minerales, como frutas y hortalizas y beber frecuentemente líquidos; vestir con colores claros y ropa que cubra la máxima cantidad de piel posible, con especial incidencia en la cabeza; y evitar ejercicios físicos prolongados, sobre todo en exteriores y durante las horas centrales del día. También sugieren interesarse por las personas mayores o por las que vivan solas o aisladas.
El cambio climático amenaza a las ciudades costeras
Los efectos del cambio climático no solo traen altas temperaturas en las que Madrid será tan caliente como Marruecos para 2050, sino que con el aumento del nivel del mar muchas ciudades desaparecerían, al igual que sus playas. Y es que el clima se está haciendo tan cálido que las temperaturas podrían rebasar en cuestión de una década el nivel que los líderes mundiales pusieron como límite en el Acuerdo de París.
Se estima que para 2030 el planeta se calentará 1,5 grados Celsius y las ciudades costeras verán un aumento continuo del nivel del mar en los años venideros. Serán más frecuentes y graves las inundaciones.
Existe un porcentaje de esperanza, pero tendrían que concretarse varias medidas drásticas para eliminar la emisión de gases de efecto invernadero. Hay cerca del 50% de posibilidades de mantenerse por debajo del umbral de 1,5 grados Celsius exigido por el Acuerdo de París, pero las emisiones de dióxido de carbono se tendrían que mantener de inmediato por debajo de 500.000 millones de toneladas.
Actualmente no se está haciendo nada para prevenir el cambio climático, por lo que para finales de siglo el agua llegaría hasta el Oceanogràfic de València, según las estimaciones realizadas con el simulador flood.firetree. Las playas de la Malvarrosa y de Las Arenas desaparecerán casi en su totalidad para este mismo período.
Otras zonas de Valencia que se verían afectadas gravemente son el puerto y gran parte de Nazaret y Pinedo, El Perellonet, la autopista de El Saler y toda la zona de l’Albufera. Continuando hacia el sur, las inundaciones se seguirán extendiendo por el litoral desde Cullera hasta el área de Xeraco.
La ciudad de Huelva también tendría grandes repercusiones desde la playa de Isla Canela a Punta Umbría. Lo mismo en Cádiz, donde los bañistas y surfistas tendrían que despedirse de una de sus playas fetiche, El Palmar. La subida del nivel del mar también llegaría al barrio sevillano de Dos Hermanas por el desbordamiento del río Guadalquivir. Santander también desaparecería y el aeropuerto y su casco histórico quedaría por debajo del nivel del mar. En Avilés todas las zonas aledañas a la ría quedarían bajo el mar.
La reserva hídrica española está al 47% de su capacidad
Esta semana, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) informó que la reserva hídrica española está al 47% de su capacidad total. Los embalses almacenan actualmente 26.290 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, una disminución en la última semana de 802 hectómetros cúbicos (el 1,4% de la capacidad total actual de los embalses).
La reserva por ámbitos es la siguiente: Cantábrico Oriental se encuentra al 75,3%; Cantábrico Occidental al 79,5%; Miño-Sil al 51,9%; Galicia Costa al 70,2%; Cuencas internas del País Vasco al 81,0%; Duero al 59,7%; Tajo al 43,6%; Guadiana al 32,1%; Tinto, Odiel y Piedras al 71,2%; Guadalete-Barbate al 35,4%; Guadalquivir al 31,2%; Cuenca Mediterránea Andaluza al 44,1%; Segura al 45,0%; Júcar al 54,6%; Ebro al 64,1% y Cuencas internas de Cataluña al 79,2%.
Actualmente, la reserva total embalsada en España es de 27.092 hectómetros cúbicos. Hay que destacar que la capacidad total de los embalses españoles de 55.899 hectómetros cúbicos. El año pasado había 31.591 hectómetros cúbicos embalsados en total y la media total de agua embalsada de los últimos diez años es de 34.852 hectómetros cúbicos.
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