Por Iñigo Aduriz
21/11/2016
Desencantada con la oposición, contraria al diálogo abierto en Venezuela y especialmente crítica con los mediadores internacionales, sobre todo, con el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero. Así se ha presentado este lunes en Madrid Lilian Tintori, activista de la oposición y esposa del encarcelado líder del partido opositor Voluntad Popular, Leopoldo López. En un encuentro con periodistas, la exdeportista ha llegado a asegurar que el papel del también exlíder del PSOE como mediador en el país sudamericano no es el de «una mediación», sino que «es un vocero del Gobierno y pareciera que él está hablando por Nicolás Maduro».
Durante el encuentro, que se ha celebrado en la céntrica Casa América de Madrid, Tintori ha criticado duramente la mesa de diálogo abierta en Venezuela, pero ha sido cuando se le ha preguntado por Zapatero cuando ha sido más tajante. «Cada vez que [el expresidente español] planteaba el diálogo a mi me impresionaba más la violación de nuestros derechos. Él conoce la tortura y la persecución de Voluntad Popular, ha tratado de buscar una solución y ha empeorado la situación. Hay más presos, más tortura y las condiciones de Leopoldo López empeoraron», ha asegurado.
Asimismo, ha asegurado que cinco días antes del primero de septiembre cuando se celebró una gran marcha de la oposición, recibió una llamada de Zapatero. «Me llamó por teléfono y me pidió que desconvocáramos. ¿Cómo vamos a desconvocar una marcha de la gente que quiere decir libertad y cambio?», se ha preguntado. Por eso ha celebrado su voluntad de ayuda pero le ha dicho: «No se negocian nuestros derechos, no se negocia nuestra libertad y no se negocia la democracia que queremos rescatar». Tintori ha asegurado, además, que ha planteado estas quejas sobre el expresidente al recién nombrado ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, con el que se ha reunido este lunes en Madrid y que este se ha limitado a escucharle.
La activista ha insistido en lo perjuicioso que ha sido, a su juicio, el diálogo abierto entre la mayoría de la oposición –a excepción de Voluntad Popular, Vente Venezuela, y otros– y el Gobierno de Maduro, porque a su juicio, tras estas semanas de conversaciones «se han congelado» los «tres pilares» –el internacional, el institucional y la de la calle– de la lucha que ella defiende. «Nos quitaron el derecho a votar, nos quitaron el revocatorio», ha denunciado, tras recalcar que «el diálogo no ha dado resultados». «Leopoldo cree en el diálogo, pero transparente, que todo el mundo conozca y para pactar soluciones para el país», ha remachado, antes de acusar a los negociadores de utilizar a los «presos políticos» como «mercancía de intercambio».
También ha recordado que «no hay comidas ni medicinas, no hay elecciones» y ni siquiera un «canal humanitario» que facilite la entrada de esos «insumos» al pais. «¿Qué mediador puede estar de acuerdo?», se ha preguntado. A su juicio, «el diálogo es para ganar tiempo» y para que el Gobierno de Maduro tenga garantizada su elección en las próximas citas electorales. «El 87% de la gente quiere un cambio político», ha insistido, después de señalar que «los mediadores representan la voz de Maduro».
Marchas para el 6 de diciembre
Por todo ello considera que la oposición debe abandonar el diálogo. «Nos tenemos que levantar de esa mesa de diálogo, por la libertad, por nuestras familias, por dignidad, por nuestro futuro y por los presos», ha dicho, antes de asegurar que los negociadores están «abrazando a un dictador». «Pido a los venezolanos que nos levantemos. Salgamos a la calle, en paz pero activos exigiendo nuestros derechos constitucionales», ha insistido, ya que, en su opinión, «sentados no hay resultados». La movilización tendría ya una fecha clave: el próximo 6 de diciembre. Ese día se cumple el aniversario de la victoria de las fuerzas opositoras en las elecciones parlamentarias, que desde entonces controlan la Asamblea Nacional y protagonizan un duro enfrentamiento institucional con el Gobierno de Maduro. Ese día, ha asegurado, «tenemos que estar en las calles».
También ha remarcado que «Venezuela no puede esperar más y por eso nos levantamos» ya que, además, «no hay condiciones para el diálogo». Lo que Voluntad Popular pone encima de la mesa, según ha recalcado, es que se abra ese «canal humanitario» que permita la entrada al país de alimentos y medicamentos, la liberación de los «presos políticos» y la celebración de unas elecciones «ya», ha dicho, que desbloqueen la situación.
Lo que sí ha querido dejar claro en todo momento Tintori es que las movilizaciones para conseguir esos objetivos deben ser pacíficas y deben partir de la iniciativa del propio pueblo venezolano. «Vamos a salir de la crisis nosotros mismos, vestidos de blanco y con nuestra única arma que es la bandera nacional, siempre de forma pacífica y guiando a la gente». Y finalmente ha querido lanzar una advertencia al Ejecutivo de su país: «No hay armas que logren desmovilizar a millones de venezolanos».