Piden una salida a la crisis política en Venezuela y el cese de la brutal represión contra los ciudadanos
Líderes del mundo elevaron sus voces contra la dictadura de Nicolás Maduro en la 79 Asamblea General de la ONU y reiteraron la necesidad de una salida política en Venezuela. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en su esperada intervención, afirmó que «el mundo sabe la verdad» sobre lo ocurrido en las elecciones venezolanas.
Biden, aludió a los comicios del 28 de julio en Venezuela, en las que el Consejo Nacional Electoral proclamó la reelección de Maduro sin publicar los resultados de las actas de votación. Decisión, al margen de las leyes del país, que ha generado el rechazo de la comunidad internacional.
«Lo he visto en todo el mundo: los valientes hombres y mujeres que pusieron fin al apartheid, derribaron el Muro de Berlín y luchan hoy por la libertad, la justicia y la dignidad. Vimos ese recorrido universal hacia los derechos y la libertad en Venezuela, donde los votantes emitieron su voto por un cambio que no puede ser negado», afirmó en el inicio del período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas,
El político, de 82 años, recordó que este verano tomó la «difícil decisión» de renunciar a su campaña de reelección poniendo fin a 50 años de carrera. Para dar paso «a una nueva generación de liderazgos y que el país pueda avanzar», dijo en referencia a su vicepresidenta, Kamala Harris, quien se enfrentará al republicano Donald Trump, en los comicios de noviembre.
«Queridos líderes, no lo olvidemos nunca: hay cosas que son más importantes que permanecer en el poder», subrayó.
Tras su alocución, otras opiniones de presidentes se les sumaron para cuestionar la represión exacerbada del régimen de Maduro.
La ONU conoció el rechazo global a Maduro
Durante la 79 asamblea general de la ONU, exiliados venezolanos en EE UU se movilizaron frente a la sede la organización para denunciar la brutal represión de Maduro y la falta de libertad en ese país. Piden apoyo internacional para poner fin a esta crisis política que se ha agravado en las últimas semanas.
Crisis que llevó al líder opositor Edmundo González a exiliarse en España. El diplomático denunció una persecución por parte del régimen de Maduro durante 48 días desde que obtuvo la victoria aplastante en las elecciones.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, señaló en la Asamblea General de la ONU que «es imperativo el respeto de la voluntad del pueblo venezolano» después de que Maduro fuera proclamado vencedor en los comicios del 28 de julio en los que la oposición denuncia fraude.
Dijo que la situación en Venezuela «es enormemente preocupante», antes de «reiterar una vez más el compromiso inquebrantable de España con la democracia y la defensa de los derechos humanos» en ese país. Sánchez condenó «cualquier detención o amenaza contra los líderes políticos».
Al margen de la asamblea está prevista una reunión convocada por el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, para analizar la situación venezolana. Una fuente del Departamento de Estado que pidió el anonimato manifestó a France24 el «enorme compromiso» de la comunidad internacional para hacer frente a la crisis en Venezuela.
Y aseguró que su país pretender utilizar «todas las herramientas» que tiene para hacer que se respete la voluntad del pueblo venezolano y se «libere a los presos políticos», aunque no especificó en qué consisten.
Dictadura quiere robar las elecciones
El presidente de Chile, Gabriel Boric no dejó pasar la oportunidad para ventilar ante esa importante tribuna mundial los desafueros que acontecen en Venezuela.
“Las violaciones a los derechos humanos no pueden juzgarse según el dictador de turno que viole o el presidente que los viole. Se llame (Benjamín) Netanyahu en Israel o Nicolás Maduro en Venezuela. Se llame (Daniel) Ortega en Nicaragua o (Vladímir) Putin en Rusia”.
Ante la plenaria, Boric expresó su compromiso con la democracia “como el único sistema capaz de mantener la paz. Alcanzar el desarrollo sostenible, y proteger la dignidad, los derechos y las libertades fundamentales de las personas”. Pero también manifestó su preocupación por la desafección de los ciudadanos hacia esa forma de gobierno en muchas partes del mundo. Así como por el surgimiento de liderazgos autoritarios “que persiguen o insultan a quienes discrepan de ellos”.
Boric se refirió a la crisis política que vive Venezuela y aseguró que Chile está atento a lo que ocurra allí, recogió la BBC.
El presidente chileno se refirió a los conflictos armados en el mundo, en Ucrania y Gaza y, a los regímenes apartados de la democracia como los de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
“Estamos frente a una dictadura (de Maduro) que pretende robarse una elección”, dijo en la ONU. “Persigue a sus opositores y es indiferente al exilio no de miles, sino millones de sus ciudadanos. Se requiere una salida política a esta crisis que reconozca el triunfo de la oposición en las elecciones. Y lleve adelante una transición pacífica a una democracia en forma”.
Milei cuestionó a la ONU
También el presidente de Argentina, Javier Milei, hizo mención a Venezuela durante su discurso en la Asamblea General.
“En esta misma casa, que dice defender los derechos humanos, han permitido el ingreso al Consejo de Derechos Humanos a dictaduras sangrientas como la de Cuba y Venezuela, sin el más mínimo reproche”, dijo en medio de la controversia que mantiene con Caracas porque un tribunal argentino pidiera la captura internacional de Maduro por violaciones a los derechos humanos.
Previamente, la fiscalía venezolana había hecho lo propio, acusando a Milei de «robo agravado» de un avión en Buenos Aires.
El reclamo judicial argentino a Interpol ha tenido otro impacto por haberse formulado en vísperas de la Asamblea General. El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil aseguró que se ha tratado de un «desfachatado simulacro de decisión» de un tribunal que constituye «una afrenta a la tradición de grandes juristas de la nación argentina». Según Gil, el pedido de captura es «ridículo» y una «burda reacción» a la petición que hizo la semana pasada el fiscal general Tarek William Saab.
Entretanto, el mandatario de Guatemala, Bernardo Arévalo, fue otro de los gobernantes latinoamericanos que también hizo referencia en su discurso a la crisis política en Venezuela.
“Rechazamos, en el hemisferio y en el mundo, todo intento por reprimir las aspiraciones de libertad y justicia que expresan los pueblos del mundo mediante procesos libres y democráticos. Como está sucediendo en estos momentos en Venezuela y Nicaragua”, sostuvo.
Lula y Petro, ¿miran a otro lado?
La contundencia de Boric contrastó con la tibieza del discurso del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva sobre el caso venezolano. Y con el abordaje radical del colombiano Gustavo Petro. Aunque ambos presidentes de países vecinos de Venezuela se mostraron enérgicos tras los resultados de las elecciones y emplazaron a Maduro a entregar las actas, Petro mostró un respaldo total a las dictaduras de Cuba y Venezuela. Con Nicaragua tiene problemas territoriales, pero no ideológicos.
Al cabo de varias semanas de los controversiales comicios, Petro y Lula parecen desinflar sus propias posturas de entonces.
«Ese 1% más rico de la humanidad, la poderosa oligarquía global, es la que permite que se tiren bombas a las mujeres, ancianos y niños de Gaza, del Líbano o de Sudán. O se bloqueen económicamente los países rebeldes que no encajan en su dominio, como Cuba o como Venezuela», dijo Petro.
Su intervención en la asamblea generó un fuerte rechazo. La oposición esperaba palabras más firmes hacia Maduro. El Senado de ese país pide al gobierno que reconozca el triunfo de Edmundo González.
En contraste, Petro reconoció desde Nueva York a la radio bogotana W que Maduro «seguramente se va a posesionar el 10 de enero». Su opinión provocó sorpresa porque este miércoles el presidente tenía previsto reunirse con Lula para hablar de la situación venezolana.
«Repetir una estrategia fracasada me parece una tontería. Lo que hay que probar son unos caminos diferentes. Es a la sociedad venezolana a quien le corresponde encontrar las salidas de su conflicto político», dijo. Brasil y Colombia no lograron que el CNE exhiba ante una auditoría internacional independiente las actas electorales.
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