Aún hay mucha disparidad en cuanto a la distribución y administración de vacunas contra la COVID-19 en el mundo. En los países más pobres van con un ritmo más lento, por ello el G7, los líderes de los países más ricos del mundo, acordaron la donación de mil millones de dosis y un plan para ampliar su producción con el que esperan «poner fin a la pandemia» en 2022.
En su primera cumbre llevada a cabo este fin de semana, el presidente de Estados Unidos Joe Biden, ha aprovechado para prometer millones de dosis de la vacuna contra la COVID-19 meses después de recibir duras críticas por no exportar ninguna vacuna producida en su país.
El anuncio de Biden señala que Estados Unidos comprará 500 millones de dosis de la vacuna COVID-19 de Pfizer para donarlas a casi 100 naciones que las necesitan con urgencia en la lucha contra esta pandemia. «Es un paso histórico, la mayor compra y donación de vacunas contra la COVID-19 por parte de un solo país», según el presidente.
Paralelamente, el Reino Unido, quien también ha sido criticado por la falta de exportaciones, ha anunciado que dará 100 millones de dosis sobrantes de varios laboratorios. Y es que gracias al avance de su programa de vacunación, habrá suficientes vacunas para todo el mundo.
Los líderes del G7 tienen varios puntos en su agenda próxima. Uno de ellos es la recuperación económica tras la pandemia, así como los planes para estar mejor preparados de cara a nuevos retos sanitarios globales.
La primera cumbre de líderes del G7 en dos años
El Grupo de los Siete está conformado por algunos de los líderes de los países más poderosos del mundo. Alemania, Canadá, los Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido representan los siete principales poderes económicos avanzados. Con puntos de vista ampliamente similares sobre comercio, pluralismo político, seguridad y derechos humanos, pueden, cuando están de acuerdo, ejercer una enorme influencia colectiva.
Esta cumbre es la número 47 de este tipo y continuará hasta el domingo. Entre los asistentes de este año también se encuentra la Unión Europea; Australia, Sudáfrica, Corea del Sur y la India como invitados. La cumbre del año pasado fue cancelada debido a la pandemia, por lo que esta reunión es la primera en persona en casi dos años. La última fue en agosto de 2019 en Biarritz, Francia.
Los orígenes del G7 se remontan a la crisis del petróleo de 1973. En una reunión informal de ministros de finanzas de Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Japón y lo que entonces era Alemania Occidental, inicialmente conocida como los Cinco Grandes, buscaban acordar un camino a seguir.
Desde ese momento, el grupo y sus miembros adicionales se han reunido decenas de veces para trabajar en los principales problemas globales que afectan la economía internacional, la seguridad, el comercio, la igualdad y el cambio climático. En 2015, la cumbre allanó el camino para el acuerdo de París para limitar las emisiones globales, que se decidió más tarde ese año.
Durante un tiempo, el grupo tuvo ocho miembros y se llamó G8. Sin embargo, el Gobierno ruso de Vladimir Putin fue expulsado en 2014 en medio de la condena internacional de la anexión de Crimea. Aunque el año pasado, el presidente Donald Trump dijo que creía que Rusia debería ser reinstalada, no ha habido una decisión concreta.
Rostros de los líderes del G7 en una escultura de desechos
Una escultura hecha de desechos metálicos que recrea los rostros de los líderes del Grupo de los Siete domina la costa suroeste de Inglaterra. La instalación es un homenaje a las cabezas de granito talladas del Monte Rushmore. Sin embargo, se levantó esta semana antes de la reunión del G7 con la intención de resaltar el daño ambiental causado por la eliminación de desechos electrónicos y la importancia de tomar medidas ahora.
Aunque el tema principal en la agenda de los jefes de estado es la pandemia por el SARS-CoV-2, se ha planteado que próximamente abordarán el tema del cambio climático. Por ello, activistas ambientales organizaron manifestaciones en todo Reino Unido antes del evento para pedir un cambio urgente y drástico. Pero además, quisieron destacar con la construcción de una gran escultura compuesta de 12 toneladas de chatarra y materiales de desecho electrónico de computadoras, teléfonos y otra tecnología.
La instalación de arte, denominada «Monte Recylemore» por sus creadores, representa al primer ministro Boris Johnson de Gran Bretaña, al primer ministro Yoshihide Suga de Japón, al presidente Emmanuel Macron de Francia, al primer ministro Mario Draghi de Italia, al primer ministro Justin Trudeau de Canadá, a la canciller Angela Merkel de Alemania y el presidente Joe Biden. Se encuentra en Sandy Acres en Cornwall, cerca de Carbis Bay, donde se lleva a cabo la cumbre.
Próximo tema en la agenda: cambio climático
La lucha contra el cambio climático es la otra prioridad de la cumbre, que promete ser neutra en carbono, antes de la gran conferencia de la ONU sobre el clima, la COP26, prevista para noviembre de este año en Escocia.
Por su parte, el primer ministro del Reino Unido aspira a un «Plan Marshall» para ayudar a los países en desarrollo a descarbonizar sus economías.
El G7 también reafirmará su compromiso de poner fin a las ayudas públicas a las centrales eléctricas de carbón. Y es que el mes pasado, los ministros de Medio Ambiente del grupo prometieron «esfuerzos ambiciosos y acelerados» para reducir sus emisiones de CO2.
Además, Johnson y Biden han mostrado un frente común sobre la emergencia climática, aprobando una nueva «Carta Atlántica» que también hace hincapié en la necesidad de hacer frente a los ciberataques.
Uno de cada cuatro españoles están vacunados
El 25 % de la población, es decir uno de cada cuatro españoles, ya tiene puesta la vacuna completa contra la COVID-19. En las últimas 24 horas las comunidades han administrado la cifra de 624.261 dosis. Esta es la más alta de la campaña, superando al 14 de mayo, cuando se inocularon algo más de 611.000 dosis.
Aunque hay 11.893.951 ciudadanos con la pauta completa, también hay 8.734.110 con solo un pinchazo. Por lo que el total de población a la que se le ha inoculado alguna vacuna de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen asciende a 20.628.061, un 43,5 % de la población.
Por otra parte, en las mismas últimas 24 horas se han registrado 1.961 nuevos casos de COVID-19. De los 97 fallecidos del viernes pasado, la nefasta cifra bajó a 36, unos datos que bien podrían estar reflejados a la avanzada campaña de vacunación en todo el territorio.
A la misma velocidad que se está administrando la vacuna, está bajando la incidencia acumulada, la presión en los hospitales y los ingresos en UCI.
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