Italia pasa una de las peores olas de la COVID-19, igual que el resto de Europa. Los contagios por la variante ómicron aumentan diariamente de forma espeluznante y temen que las fiestas navideñas dupliquen las cifras para el mes de enero. El Gobierno sabe que en cualquier momento los hospitales podrían colapsar pero aún no aplican nuevas restricciones. Mientras tanto, un pequeño pero ruidoso porcentaje de la población es parte del movimiento antivacuna y afirman que nunca se vacunarán pese a estar al borde de la muerte por la enfermedad.
En las últimas semanas, varios de los líderes negacionistas más destacados del país se han cambiado de bando al verse entubados o ver a conocidos sufriendo por la enfermedad que ya ha matado a casi 5 millones de personas en todo el mundo. Uno de los primeros fue Lorenzo Damiano, quien anunció a principios de diciembre que se había arrepentido tras contagiarse de COVID-19, y que ahora proclama “seguir a la ciencia”.
Líderes antivacunas italianos cambian de bando
En septiembre, el mismo Damiano encabezaba la jornada ‘Cruzada del Rosario por la liberación del mundo de la tiranía sanitaria’. En ese momento no había medio al que no le dijera que «el COVID era una gran manipulación”. Se mantuvo así por meses, hasta que le tocó a él pasar por la enfermedad grave. Fue ahí, en la cama de la UCI cuando dijo “Seguiré la ciencia. Me vacunaré. Vacunaos todos”.
Sobre su anterior visión dijo que “claramente había cambiado». Y que estaba listo para decirle al mundo «lo importante que es seguir colectivamente la ciencia, la que te cura y te salva”. El exlíder del pequeño grupo antivacunas de la región italiana de Véneto ‘Nuremberg 2 tiene 56 años y se contagió durante una peregrinación a Medjogorje, en Bosnia-Herzegovina, a principios de noviembre. Posteriormente fue hospitalizado en cuidados intensivos. Ahora, según informan medios italianos, se ha recuperado y está a la espera de recibir el alta.
Pero no ha sido el único que cambió de parecer respecto a la vacuna. El médico italiano Pasquale Maria Bacco, quien es conocido por haber dicho que «las vacunas contienen agua de cañerías» ha decidido vacunarse e instar a todos a hacerlo. Su opinión cambió tras haber visto a un joven de 29 años al borde de la muerte por la COVID-19. Según familiares, el joven era seguidor suyo, compartía sus pensamientos y sus luchas. Y por eso no estaba vacunado.
En ese momento Bacco se sintió culpable, sentía que era su responsabilidad que el joven estaba agonizando en un hospital. Algo que, probablemente hubiese podido evitar si le hubieran administrado el suero meses antes. Ahora, el médico dice que «vacunas y terapias pueden ir de la mano», pero hacer público su «cambio de bando» no ha sido fácil, ya que asegura que recibe amenazas de muerte de sus ex seguidores antivacunas que lo tildan de traidor.
De todas formas hay miles de negacionistas
El pasado mes de julio, el periódico ‘La Repubblica’ publicó un sondeo en el que se afirmaba que un 20% de italianos está en contra de la obligación de vacunarse. Por otro lado, dijeron que casi un 10% afirma que no se vacunará nunca. Sin embargo, se sabe que muchas personas antivacunas no lo manifiestan por miedo al rechazo.
Otros medios locales hablan de un 20% de personas que no se vacunarán. Lo cual representa un 30% en los mayores de 50 años, el grupo de población con mayor riesgo, y un 10% entre los menores de 50. Los sondeos dicen que entre los no vacunados crece la resistencia a hacerlo. Según la empresa Ipsos, un 36% de no vacunados asegura que no lo hará, lo que supone una subida de 12 puntos respecto al mes anterior. Otro 36% se muestra indeciso. Hay pacientes en terapia intensiva, con el oxígeno en la boca, que sostienen su decisión de no vacunarse. Y solo un 14% de los no vacunados manifiesta que se inoculará pronto.
Entre las razones de los antivacunas, la principal es la de que «esta es una vacuna experimental hasta el 2023». Comparan lo que hace la OMS con las vacunas con el nazismo y los campos de concentración. El mismo Damiano ya lo había dicho en su momento, «además de no estar ampliamente probadas en absoluto excepto en conejillos de indias y actuar sobre el ADN, también contienen células de fetos abortados”.
Italia, país modelo en Europa por su gestión de la vacunación
Pese a que hay un número grande de antivacunas, los porcentajes no son alarmantes. Italia es considerada uno de los países modelo en Europa por su gestión de la vacunación. En este momento hay un 85% de la población mayor de 12 años con dos dosis de la vacuna. El total es un 89% si se añade a los contagiados que solo han recibido un suero.
Hasta el 22 de diciembre habían unas 44.528.466 personas completamente vacunadas en Italia. Unas 48.026.808 con al menos la primera dosis y 107.308.562 dosis administradas.
Al respecto, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha dicho que Italia es un «ejemplo luminoso” para Europa. Pero el Gobierno no se conforma y se mantiene alentando la vacunación con nuevas medidas. Una de ellas sería la prohibición de que los no vacunados puedan ir a los centros de trabajo aunque presenten un test negativo.