Las agitadas y bulliciosas calles de Teherán y otras ciudades iraníes no se aquietan ni se silencian, a pesar de la salvaje represión policial. El reclamo airado por los derechos humanos y las libertades ciudadanas presionó a las autoridades para que liberaran al músico Shervin Hajipour. Autor de la canción «Baraye» (Por) que se ha convertido en el himno de las protestas desatadas en Irán tras la muerte de Mahsa Amini.
Un fiscal de Mazandaran informó a la agencia estatal IRNA que Hajipour está en libertad bajo fianza «para que su caso pueda seguir los cauces legales». Pero no dio más detalles. Sin embargo, la agencia española Efe reseñó que el abogado del músico, Majid Kaveh, anunció en Twitter que «Shervin Hajipour ha obtenido la libertad bajo fianza y está con su familia».
El cantante fue arrestado hace cinco días después de difundir en Instagram la canción «Baraye», que ha generado empatía entre los jóvenes. Compuesta con tuits publicados por iraníes sobre la muerte de Amini el 16 de septiembre. Fue detenida por la Policía Moral por ponerse mal el velo y fuertemente golpeada.
Hajipour puso letra y música a la indignación de todo un país y su tema ha servido de inspiración a los iraníes que residen allí y a los que están en el extranjero. La canción se ha convertido en el estandarte de las protestas y ha alcanzado los 40 millones de reproducciones solo en las redes sociales del cantante. A pesar de las restricciones que las autoridades están imponiendo Internet.
Cantante iraní recoge sentir de su pueblo
Mientras las manifestaciones por el asesinato de Mahsa Amini a manos de la Policía Moral entran en su tercera semana en Irán, una canción de protesta o de esperanza se cuela entre sus gentes. Uno de los músicos más populares de Irán se ha convertido en la banda sonora del mayor levantamiento civil en décadas. Canalizando la ira de los iraníes dentro y fuera de país.
La letra de la canción de Hajipour está tomada de mensajes que los iraníes han publicado en línea sobre por qué protestan. Cada uno comienza con la palabra Baraye, que significa «Por…» o «Debido a…» en farsi.
En el buscador de Google circulan varias traducciones, entre ellas, esta: “Por bailar en los callejones/ por el terror al besar/ por mi hermana, tu hermana, nuestras hermanas. Y Por cambiar mentes oxidadas/ por la vergüenza de la pobreza/ por los niños que bucean en el basurero y sus deseos/ por esta economía dictatorial. Agregan otras estrofas: Por este aire contaminado/ por Valiasr y sus árboles gastados/ por Pirooz y la posibilidad de su extinción. Y Por las lágrimas imparables/ por la escena de repetir este momento/ por este cielo forzado/ por los estudiantes de élite encarcelados. Por el sol después de estas largas noches/ pastillas para la ansiedad y el insomnio/ por los hombres, patria, prosperidad. Por las mujeres, la vida, la libertad”.
La interpretación del cantante iraní resuena en las calles y hogares de Irán desde hace 18 días. Incluso, en los densos atascos de la capital iraní, a la salida del trabajo por las tardes, se puede escuchar “Baraye” a todo volumen.
Adolescentes y jóvenes desafían a las autoridades
Las manifestaciones han cobrado diversas dimensiones pero no han cesado. Desde grandes movilizaciones en las calles, a revueltas en universidades o gestos de desobediencia por las calles. Incluyendo las letras tarareadas del cantante iraní Shervin Hajipour.
Las universidades se han convertido en los últimos días en el centro de las protestas y en alguna de ellas ha habido fuertes choques. Además, niños y adolescentes se han unido a las manifestaciones quitándose el velo y lanzando eslóganes en colegios e institutos.
Una de las imágenes más potentes y que se ha hecho viral es la de un grupo de colegialas que aparecen de espaldas y con las cabezas descubiertas. Casi todas ellas hacen cortes de manga y gestos con el dedo medio a los retratos del ayatolá Jamenei y al fundador de la República Islámica de Irán, el ayatolá Jomeini.
Las protestas han llegado a las aulas horas después de que Jamenei rompiera su silencio sobre los altercados y acusara directamente a Estados Unidos e Israel, sus archienemigos, de estar detrás de las revueltas.
La televisión estatal iraní afirmó hace más de una semana que 41 personas habían fallecido en los disturbios. Pero la ONG Irán Human Rights, con base en Oslo, elevó la cifra a 133 muertos.
La salvaje represión no ha conseguido bajar la fuerza de las movilizaciones, que siguen multiplicándose por las calles al ritmo de Baraye. El pueblo iraní desafía a Jamenei y a Raisí con un ímpetu nunca visto en anteriores protestas.
Exigen mayor compromiso de EE UU y UE
Hadi Ghaemi, director del Centro para los Derechos Humanos de Irán, con sede en EE UU, cree que los argumentos del presidente ya no son válidos. «Llamarles agentes de Israel y de Estados Unidos es señalamiento muy manido que el líder supremo de Irán ha utilizado para justificar sus brutales normas. En realidad son las palabras de un dictador enfermo y decadente que se niega a reconocer la realidad y quiere relacionarlo todo con un enemigo extranjero», indicó.
Ghaemi criticó a Estados Unidos y a la Unión Europea por responder con pasividad interesada ante la represión de las protestas, que ha dejado decenas de muertos.
«Europa y Estados Unidos han sido muy tímidos ante los acontecimientos en Irán. Las muertes por la represión y las miles de detenciones. Me parece que están tratando de ganar un punto político para sus propios fines en las negociaciones de un acuerdo nuclear, que se han estancado casi dos años. No hay prisa por firmar ese acuerdo ahora mismo y darle legitimidad a la teocracia islámica, primero es la libertad», declaró.
Oficialmente, unas 1.500 personas han sido detenidas desde el 16 de septiembre. Entre ellas, Shervin Hajipour, compositor y cantante iraní de la canción que se convirtió en un himno para los manifestantes, que fue puesto en libertad condicional.