Frente a las desbandadas del sector bancario y la crisis política y social, libaneses adinerados están invirtiendo en casas, oro y coches de lujo, para evitar el descalabro de sus finanzas. Otros muchos están optando por fórmulas menos tradicionales. Están colocando sus ahorros en empresas exportadoras de cervezas y comerciantes de ginebra.
Ante la posibilidad de dejar sus dineros atascados en el banco o invertirlos bajo riesgo de pérdida, los libaneses están optando por apostar. Para ellos, es la única alternativa sensata en un sistema financiero débil.
Desde el último trimestre de 2019, en el Líbano proliferan las protestas contra sus dirigentes políticos. Derivadas en parte a la delicada situación económica. Con una deuda enorme en riesgo de default y la pérdida de confianza en el sector bancario, que llegó a ser uno de los orgullos del país.
A esto se unen, los problemas de liquidez han llevado a los bancos a imponer grandes restricciones para retirar divisas y hacer transferencias al extranjero. Y la devastadora explosión en el puerto de su capital, Beirut. Por eso muchos libaneses, han ideado otros sistemas de sobrevivencia y que al menos protejan sus inversiones y ahorros.
Uno de estos sistemas consiste en invertir en empresas centradas en la exportación como una forma de acceder a divisas fuertes. Y obtener algo por sus «lóllares», sobrenombre que tienen los depósitos denominados en dólares estadounidenses «atrapados» en los bancos del Líbano.
«Si hoy inviertes conmigo dólares atrapados, te los devolveré en dólares frescos», dijo a Reuters Kamal Fayad, director ejecutivo de 961 Beer, un exportador de cerveza libanés.
Libaneses invierten en cervezas y ginebra
La nueva transacción de los libaneses que invierten en cervezas, lejos de ser el resultado de una expansión económica o de nuevos nichos para la inversión, es una vía de escape al caos económico. Situación que ha llevado a la pobreza a la mitad de la población de 6 millones, ha acabado con los ahorros y ha reducido el poder adquisitivo de los consumidores.
Los donantes internacionales han dicho que solo ayudarán si se implementan reformas importantes para combatir la corrupción generalizada. Pero un enfrentamiento de casi un año sobre la composición de un nuevo gobierno significa que no están ni cerca de ser introducidas.
«Es realmente surrealismo político y financiero», dijo Toufic Gaspard, un economista que ha trabajado como asesor en el Fondo Monetario Internacional y como asesor de un ex ministro de Finanzas.
Por lo pronto, «los inversores prefieren arriesgarse conmigo antes que guardar el dinero en el banco, al menos estoy haciendo algo bueno para el sector”, agrega Fayad. “Hoy soy más seguro para ellos que un banco». Y revela que está en conversaciones con inversores para recaudar el equivalente a más de un millón de dólares, que incluiría entre tres y cuatro millones de ‘lóllares’.
Aumenta el financiamiento a exportadores
Los libaneses invierten ahora en empresas exportadoras de cervezas y en comerciantes de ginebra. Andre Malak, de The Three Brothers, es un productor libanés de ginebra que ha visto un aumento del 30% en la inversión externa desde la crisis.
«Empezamos a ver un alza del interés desde el comienzo de la recesión, cuando la gente quiso sacar su dinero del banco y ponerlo en el espacio libre», aseguró a la agencia.
Un ejecutivo de una empresa de servicios financieros en Beirut, constata que se ha observado un considerable aumento de la demanda entre los inversores para financiar a exportadores. Esto ha hecho que algunas de estas empresas hayan cerrado sus líneas de crédito bancario. Lo cierto es que, temiendo por sus ahorros, muchos libaneses han intentado sacar su dinero de los bancos pagando la deuda de particulares y empresas.
En un intento por despejar frentes, el banco central del país quiere permitir a los depositantes retirar parte de sus dólares atrapados mediante un nuevo plan con un límite de 800 dólares al mes. La mitad en dólares y el resto en libras libanesas a un tipo de cambio gubernamental de unos 12.000. Esto supondría un recorte para los depositantes, dado que la tasa del mercado negro ronda los 15.000 y se dispara día a día.
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