España prohibirá en el futuro la práctica de la fractura hidráulica, también conocida como fracking en todo el territorio nacional. Así lo establecerá la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
El instrumento jurídico se encuentra en fase de elaboración y aún no ha recibido la aprobación del Consejo de Ministros ni del Congreso de los Diputados. A partir de la entrada en vigor no se otorgarán autorizaciones para explotación de hidrocarburos mediante el fracking profundo.
La medida abarca todo el territorio nacional, incluido el mar territorial, la zona económica exclusiva y la plataforma continental.
El anteproyecto de Ley, en su artículo 8, limitar las actividades de exploración, investigación y explotación de hidrocarburos que se ejecuten a futuro. A la fecha, España no ha recibido ninguna petición para proyectos que apliquen la técnica también llamada fracturación hidráulica.
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Producción de esquisto
El fracking es una técnica de extracción de petróleo y gas desarrollada a fines de la década de los cuarenta del siglo pasado. Permite obtener acceso a depósitos de energía fósil inasequibles para las operaciones de perforación tradicional.
Recientemente se comenzó a utilizar el fracking profundo, que se realiza a mayor escala y con nuevo tipo de perforación horizontal. Se aplicó por primera vez en el esquisto Barnett de Texas, en 1999.
En el proceso, los operadores perforan hasta unos 3.200 metros, en donde existen las capas de petróleo y lutita. Posteriormente, lo curvan en un ángulo de 90 grados y lo pasan horizontalmente a través de la delgada formación. Luego bombean ráfagas de agua, arena y productos químicos a alta presión para fracturar el esquisto y liberar el petróleo. La arena mantiene abiertas las fracturas y permiten que el petróleo se filtre en el pozo.
El fracking permite extraer el petróleo de esquisto bituminoso o shale oil, un crudo de alta calidad que se encuentra entre capas de roca de esquisto, lutita impermeable o limolita.
Un técnica controvertida
El fracking es controvertido por múltiples razones. Numerosas organizaciones han denunciado sus efectos adversos para la salud por el uso de productos químicos durante la perforación, fracturación, procesamiento y suministro de gas natural. Varios estudios aseguran que sustancias químicas cercanas a los pozos se filtran a la capa freática. Los científicos aún están estudiando el impacto a largo plazo de esta agua.
Además, esta técnica utiliza muchos recursos naturales. Antes de que los perforadores puedan extraer la primera gota de petróleo, deben bombear 800 camiones de agua. También usan cientos de camiones de otros materiales.
Prohibiciones en cadena
El fracking ha sido prohibido en varios países. A finales del año pasado, el gobierno británico detuvo los proyectos de fracturación hidráulica en el Reino Unido. Los ministros también advirtieron a las compañías de gas de esquisto bituminoso que no apoyaría futuros proyectos de utilizaran la técnica.
Catedráticos de la U. Nacional divididos en torno al ‘fracking’ https://t.co/lyocZRACdr
► Estudio del tema pedido por el Consejo de Estado polarizó a nueve científicos escogidos por el alma mater para la tarea. pic.twitter.com/FMPreWCBNQ
— Portafolio (@Portafolioco) April 14, 2020
El gobernador de California, Gavin Newson, suspendió los permisos para el fracking hasta que sean revisados por un panel científico independiente. La técnica también fue prohibida en Oregón y Washington. Lo mismo ocurrió en Brasil (Paraná y Santa Catarina). Costa Rica declaró moratoria indefinida a todas las formas de extracción de hidrocarburos, incluido el fracking. En Suráfrica, la Corte Suprema de Apelaciones anuló los permisos del fracking.
Peligro ante caída de los precios
La extracción de hidrocarburos de esquisto ha sido la clave de Estados Unidos para convertirse en el mayor productor mundial de crudo. Aunque han logrado reducir significativamente sus costes de producción, este se mantiene por encima de los 30 dólares.
Debido al desplome de los precios, producto de la crisis sanitaria global, el fracking podría dejar de ser rentable. El punto de equilibrio para este sector está entre los 39 y los 48 dólares por barril. Esta situación podría replicarse en otros países que se también producen con la fracturación hidráulica.
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