Las protestas vuelven a Hong Kong, también la represión. Este domingo, la policía disparó varias rondas de gas lacrimógeno en el distrito comercial de Causeway Bay contra miles de manifestantes que manifestaban contra la ley de seguridad nacional, impulsada por Pekín.
Las autoridades informaron que aproximadamente 180 personas fueron arrestadas por ser sospechosas de asamblea no autorizada y comportamiento desordenado en un lugar público. Además, diez personas ingresaron a un hospital, incluyendo a una mujer de 51 años en estado crítico.
Ley de seguridad nacional
Un grupo de cuatro personas vestidas de negro era detenido, entretanto manifestantes cercanos cantaban: «Libera a Hong Kong; revolución de nuestros tiempos».
Las manifestaciones estallaron nuevamente en la ciudad, luego de que el vice primer ministro chino y principal encargado de la región administrativa especial, Han Zheng, informara a los delegados locales la firme determinación de Pekín de impulsar la ley de seguridad nacional.
Durante una sesión del Congreso Nacional del Pueblo, el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, trató de calmar las expectativas sobre la ley. Dijo que no afectaría la autonomía o las libertades de las que gozaba la ciudad. Señaló que la nueva legislación estaría dirigida solo a una categoría de actos que amenacen la seguridad nacional, como: «traición, secesión, sedición o subversión».
El ministro ha dicho que la ley de seguridad nacional no mermaría el alto grado de autonomía del que goza Hong Kong, los derechos y libertades de sus residentes. ni los derechos e intereses de inversores extranjeros.
Además, dijo que la gente, en lugar de preocuparse, debería confiar en que la nueva legislación brindará mayor estabilidad a la ciudad, fortalecerá el Estado de Derecho y optimizará el ambiente para los negocios.
Pero los políticos de la oposición advierten que la puesta en marcha de la ley de seguridad nacional significa la muerte de la premisa bajo la que funciona Hong Kong: «un país, dos sistemas».
Manifestantes y policías
En el transcurso de las protestas, algunos manifestantes radicales desafiaron al gobierno, bloquearon varias carreteras, destruyeron semáforos, iniciaron pequeñas hogueras y lanzaron contra la policía ladrillos arrancados de las aceras.
La policía respondió con un cañón de agua, múltiples descargas de gases lacrimógenos y bolas de pimienta. Las autoridades policiales emitieron un comunicado donde explicaban que habían usado la fuerza mínima necesaria, ya que los manifestantes arrojaban paraguas y botellas de agua. Además, informaron que cuatro oficiales resultaron heridos, luego de que los manifestantes lanzaran ladrillos y otros objetos.
Mientras, la presidenta de la Sociedad de Derecho de Hong Kong denunciaba que un abogado de 40 años salió herido hacia el hospital, luego de que un grupo de personas vestidas de negro lo agredieran. Vídeos en Internet mostraron cómo el abogado era pateado y vapuleado con paraguas.
Muchos activistas y estudiantes señalaron que había que dar la pelea contra la ley de seguridad nacional. El propósito es continuar presionando para obtener el apoyo de otros países. «Cuando Pekín anunció la ley, llegó la hora de defenderse» señaló un activista estudiantil que estuvo en la protesta desde el principio.
Otros manifestantes se quejaron de que en las últimas semanas las represiones desde Pekín han aumentado. El vicepresidente de la coalición política People Power, Tam Tak- Chi, fue arrestado.
El activista asegura que daba una charla sobre salud, dentro del marco de reuniones de la COVID-19. Por su parte, la policía dijo que Tam Tak-Chi lideraba una asamblea no autorizada. Luego de su arresto, más de 100 personas coreaban: «Hongkoneses, venganza!», «La independencia de Hong Kong es la única salida».
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