La ley climática de Joe Biden, promulgada al inicio de su gestión, para reducir las emisiones de carbono de Estados Unidos en 40% por debajo de los niveles de 2005 para el 2030, está animando a algunas compañías petroleras a bombear más crudo de pozos existentes.
La posibilidad de extraer más petróleo de los yacimientos que, a todas luces pareciera contraria al espíritu de la ley, estaría impulsada por una desgravación fiscal. Ese instrumento legal proporciona un importante incentivo para un proceso llamado recuperación mejorada de petróleo (EOR, en inglés) y pretende que los productores de crudo almacenen bajo tierra más carbono que calienta el planeta.
El proceso puede aumentar la producción de combustible fósil de un pozo entre un 15% y un 50%, al tiempo que, según dicen los partidarios de ese mecanismo, mantendría el CO2 fuera de la atmósfera.
La industria de los combustibles fósiles afirma que la recuperación mejorada de petróleo podría contribuir a que las emisiones de gases de efecto invernadero del petróleo fueran neutras o negativas. Pero los grupos ecologistas y los organismos de control de los contribuyentes temen que la mayor desgravación fiscal de la ley climática sea poco más que una subvención para bombear más petróleo.
Las compañías petroleras llevan utilizando la recuperación mejorada de petróleo desde los años setenta. El CO2 se inyecta en los pozos y vuelve a salir con el petróleo, antes de ser reciclado y reinyectado en el subsuelo. Parte del CO2 se queda bajo tierra con cada inyección, lo que obliga a los operadores a comprar más para sustituirlo.
Existen pocos datos federales independientes sobre la cantidad de dióxido de carbono que se inyecta en el subsuelo y la que permanece allí.
Las petroleras se aprovechan de la ley climática
La mayoría de los proyectos de recuperación mejorada de petróleo no han comunicado datos al gobierno federal, señala análisis de E&E News. Optando por no presentar documentación voluntaria para reclamar el crédito fiscal desde que comenzó bajo el gobierno de Obama.
Pero la ley climática amplió el crédito fiscal a las petroleras. Aumentó la cantidad que las empresas pueden reclamar por cada tonelada métrica de CO2 que almacenen permanentemente. Se espera que el Departamento del Tesoro publique las directrices definitivas sobre la bonificación ampliada, que las empresas podrán solicitar este año.
Las compañías petroleras podrán reclamar entre 60 y 130 dólares por tonelada métrica de CO2 secuestrada mediante EOR para 2026. En comparación con un máximo de 26 dólares por tonelada métrica en 2023.
Varias empresas estiman potenciar sus carteras de EOR y que les permitan beneficiarse del crédito fiscal. JX Nippon Oil & Gas Exploration reinició Petra Nova, la primera y única central eléctrica del país que captura carbono. En parte porque los nuevos créditos fiscales hicieron que el proyecto fuera más sólido económicamente. XTO Energy, filial de Exxon, obtuvo permiso el mes pasado de funcionarios de Dakota del Norte para comenzar un proyecto piloto de recuperación mejorada de petróleo.
Asimismo, la consejera delegada de Occidental, Vicki Hollub, informó que espera que su empresa utilice esta ‘recuperación mejorada’. En la producción de 12.000 barriles al día de aquí a 2026 en la cuenca del Pérmico. Un importante centro petrolífero en Nuevo México y oeste de Texas.
«Dejar entre el 30 y el 40% del petróleo en yacimientos convencionales y el 90% del petróleo en yacimientos de esquisto simplemente no es aceptable», dijo Hollub en relación a la cantidad de petróleo que normalmente queda en los pozos sin el uso del EOR.
Poca vigilancia y mucha evasión
Los grupos ambientalistas dicen que el proceso genera más CO2 del que secuestra una vez que finalmente se quema el petróleo producido. Los grupos fiscales también se preocupan por la supervisión.
Una investigación de 2020 realizada por el inspector general del Departamento del Tesoro pone en tela de juicio el comportamiento de algunas compañías. Encontró que el Servicio de Impuestos Internos otorgó casi $894 millones en los llamados créditos fiscales 45Q a empresas que no cumplieron con las reglas de presentación de informes de la EPA.
El IRS no puede verificar las afirmaciones de las empresas sobre el terreno. Y el programa de recopilación de datos de la EPA nunca estuvo destinado a ser utilizado con fines fiscales, indicó Paul Blackburn, asesor de políticas energéticas de la organización sin fines de lucro Bold Alliance, que vigila la industria petrolera. También hay poca colaboración entre las dos agencias, gracias en parte a la naturaleza confidencial de las declaraciones de impuestos.
«Existe una brecha regulatoria y una falta de supervisión en lo que podría ser una fuente de ingresos multimillonaria para el gobierno», afirmó.
Los ambientalistas también han criticado los créditos fiscales para la EOR, contenido en la ley climática, como un subsidio para las petroleras.
Preet Bains, analista de investigación del Proyecto de Integridad Ambiental, comentó que el uso de CO2 para la producción de petróleo socava el objetivo del secuestro de carbono de reducir la cantidad de CO2 en la atmósfera que calienta el planeta.
Precisiones sobre el secuestro de carbono
Dijo que bajo el régimen regulatorio actual, es difícil saber exactamente cuánto CO2 se almacena y cuánto termina en la atmósfera.
«Es importante saber cuánto CO2 libera el petróleo que se quema o se extrae mediante EOR», argumentó Bains. «Si el propósito de los créditos fiscales del 45T es fomentar el secuestro de carbono, es muy importante saber de cuánto CO2 estamos hablando».
Sin embargo, los funcionarios de la industria dicen que la recuperación mejorada de petróleo ya ha producido crudo con perfiles de emisiones más bajos. Y tiene el potencial de lograr más avances en la reducción de las emisiones asociadas con todo el ciclo de vida de un barrll.
«Es posible que EOR produzca petróleo con emisiones de CO2 neutras o negativas», asentó Pete Obermueller, presidente de la Asociación del Petróleo de Wyoming. “La idea de que perpetúa más emisiones no resiste el escrutinio. Muchos de estos críticos simplemente no quieren que las empresas produzcan petróleo, punto”.
El objetivo principal de EOR, hasta hace poco, era extraer más petróleo y volver a poner en producción los yacimientos petrolíferos moribundos.
En una unidad del campo petrolero Patrick Draw en el suroeste de Wyoming, por ejemplo, la EOR hizo que la producción aumentara de 10 barriles por día a más de 7.000 barriles por día en unos pocos meses, según el Instituto de Recuperación Mejorada de Petróleo. Detalló que la recuperación mejorada de petróleo representa ahora el 6% de la producción de petróleo en Wyoming.