Un albastro de 74 años puso un huevo y tiene la energía y el instinto para atender la nueva cría, una delfín de 56 años salta y silba como una de 15 años
Un albatros salvaje es noticia mundial por que a los 74 años puso un huevo. Un delfín de 56 años demuestra un gran vigor. Quizás el secreto de la longevidad está en el mar. De acuerdo con los registros alberga los animales más ancianos del planeta como la almeja de Islandia (Arctica islandica) que puede vivir 500 años a 1.000 metros de profundidad, en las condiciones más inhóspitas.
También el mamífero que más longevo: la ballena de Groenlandia que vive alrededor de 211 años y superar los 250 años, quizás su lento metabolismo. Pero que un albastro salvaje supere las siete décadas es todo un logro. Wisdom, (así la llaman los científicos que la monitorean estas aves en Laysan, logró superar su media de vida, tiene nueva pareja y puso un huevo.
Especie fascinante
Los albatros, con su majestuosa apariencia, su cuerpo robusto y su elegancia en vuelo son auténticos colosos que resplandecen en los cielos su plumaje blanco con matices grises y negros. Han desarrollado habilidades extraordinarias que les permiten recorrer distancias oceánicas inmensas y alcanzar edades avanzadas. Son las aves con la mayor envergadura alar y con sus enormes alas aprovechan las corrientes de airea planean con el mínimo esfuerzo. De imponente talla y espectacular belleza, deslumbran su capacidad para recorrer vastas distancias en vuelo con un mínimo esfuerzo. Su dieta se compone principalmente de calamares, peces y pequeños crustáceos. Los capturan vivos o los recolectan muertos en la superficie del agua o a través de buceo.
De comportamiento colonial, su hábitat preferido son islas remotas en medio del océano. La monogamia es una característica común, aunque la infidelidad no es infrecuente. Hay un porcentaje considerable de polluelos engendrados por parejas no monógamas.
La historia de Wisdom se remonta a 1956. Los biólogos la identificaron y anillaron después de poner un huevo en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Atolón de Midway en el océano Pacífico. Cada año, millones de aves marinas regresan para anidar y criar a sus polluelos. Wisdom, en particular, los ha estado haciendo desde comienzo de la década de los cincuenta. El 26 de noviembre pasado regresó al atolón de Midway. Ubica, a 1.200 kilómetros al noroeste de Honolulú. Al otro día puso un huevo y probablemente eclosione dentro de dos meses. El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos informó que sería madre por trigésima vez. La ultima fue en 2021.
A los científicos los maravilla la longevidad de Wisdom y su capacidad para reproducirse mientras envejece. Wisdom ha puesto unos 60 huevos. El otro albastro que le sigue en edad en el atolón de Midway tiene unos 45 años. «No hay otra ave que se acerque a su edad», dijo Jonathan Plissner, biólogo supervisor de vida silvestre en el refugio.
Tres parejas
Los albatros suelen emparejarse de por vida, pero si la pareja muere pueden reproducirse con una pareja nueva. Wisdom habría sobrevivido a tres parejas. Incubó y crió polluelos con Akeakamai durante décadas. La última vez en 2021. Akeakamai no ha sido visto desde hace varios años. Wisdom empezó a interactuar con la nueva pareja apenas aterrizó en el atolón. A la nueva pareja de Wisdom se quedó para incubar el huevo, la septuagenaria albatros volvía al mar por un tiempo.
Jonathan Plissner, biólogo supervisor de vida silvestre en el refugio, dice que el huevo de Wisdom «una alegría especial». «Somos optimistas en cuanto a la eclosión del huevo. La actividad de Wisdom indica que tiene la energía y los instintos para encargarse de la nueva cría», dijo.
Es muy raro que un ave de 74 años ponga un huevo. La edad media de vida es de 30 años. Wisdom la duplico y sigue fértil.
Delfines ancianos, abuela sabia
Si Wisdom es motivo de fascinación, no menos sorprendente son los delfines y leones marinos que forman parte del programa militar de la Marina de Estados Unidos, en la base naval de Point Loma de San Diego, California, que ha devenido en un importante biobanco sobre la salud y el proceso de envejecimiento de estos mamíferos acuáticos.
Blue, una hembra de delfín mular de 57 año, se ha convertido en la paciente estrella de un programa de geriatría marina. Una veterana del mar que, a pesar de las inclemencias del tiempo, salta y silba. «Actúa como un delfín de 20 años», apuntan los especialistas. La comprensión de su longevidad abre nuevas puertas en la medicina. «Es una abuela sabia para nosotros”, afirma la Dra. Barb Linnehan, directora de salud y bienestar animal de la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos..
Linnehan y su equipo han estado monitoreando la salud de Blue. Le realizan electrocardiogramas con regularidad para evaluarle el corazón, uno de los órganos más afectados por el envejecimiento. Le detectaron una arritmia hace algunos años. Sin embargo, sigue siendo muy activa y saludable. «Queremos determinar el momento de considerar intervenciones como marcapasos o medicación», agregó. Nadie ha implantado un marcapasos a un delfín, pero el equipo está dispuesto a hacerlo si fuera necesario.
Durante más de medio siglo la Marina estadounidense ha dedicado sus esfuerzos a la investigación y el cuidado de estos animales a través del Programa de Mamíferos Marinos. Blue es testimonio del éxito. El programa tenía el propósito de entrenar a delfines mulares y leones marinos de California para localizar minas submarinas, recuperar objetos sumergidos y detener a nadadores no autorizados. Tareas que ahora se realizan con drones y otras herramientas tecnológicas.
Lo delfines y leone marinos cautivos siguen viviendo porque los veterinarios del programa atienden a una creciente población de animales de edad avanzada con afecciones relacionadas con su vejez que se benefician de la medicina veterinaria, a la vez que obligan a desarrollar nuevas herramientas y protocolos para atender sus necesidades geriátricas. La la Marina colabora con investigadores que estudian delfines salvajes y expertos en medicina humana para abordar los desafíos de la geriatría en los mamíferos marinos, un campo que podría tener beneficioso, potencialmente, para los seres humanos.
Programa secreto y biobanco invaluable
El programa de mamíferos marinos de la Marina de Estados Unidos comenzó en 1959 con el objetivo de estudiar y aprovechar las habilidades únicas de delfines y leones marinos se convirtió en un valioso recurso científico y de defensa nacional. En un comienzo los estudiaban para diseñar torpedos más hidrodinámicos, pero los mamíferos marinos demostraron habilidades de inmersión profunda, aguda visión submarina y un sonar de primera que ni los humanos ni las máquinas podían igualar. La Marina los entrenó para tareas submarinas de alto calibres en Vietnam, el Golfo Pérsico y otros lugares. Los reportes oficiales indican que ninguno sufrió daño alguno.
Con un presupuesto anual de 40 millones de dólares y un equipo de unas 300 personas, el programa cuenta con 77 delfines y 47 leones marinos para su estudio y entrenamiento. La Marina ha recibido críticas por mantener estos animales inteligentes en cautividad y utilizarlos para fines militares, pero los expertos reconocen que reciben beneficios que no tienen otros mamíferos en cautiverio, como los parques de atracciones, como poder nadar en mar abierto. Además, ha permitido a la Marina ser pionera en técnicas médicas que se han utilizado en poblaciones salvajes. A medida que la tecnología avance, los animales dejarán de ser un activo militar para convertirse en un valioso recurso científico.
El programa de la Marina de Estados Unidos ha sido una valiosa fuente de conocimiento científico sobre la salud y el envejecimiento de los mamíferos marinos. Se han generado a más de 1.200 artículos científicos, presentaciones y capítulos de libros. Además, la gran población de animales entrenados permitió a la Marina ser pionera en nuevas técnicas médicas. Por ejemplo, un método para realizar exámenes cardíacos completos a delfines inmóviles mientras estaban en el agua.
Los investigadores trabajan en el desarrollo de herramientas quirúrgicas y de monitorización específicas para mamíferos marinos, como un arnés de electrocardiograma que permitiría estudiar el corazón de los delfines salvajes en condiciones más naturales. Otros proyectos incluyen un sistema de monitorización acústica para detectar sonidos de delfines en peligro y una mesa quirúrgica de baja gravedad que imita el entorno marino. Los investigadores también desarrollaron un ventilador específico para mamíferos marinos, que tienen estilos de respiración únicos.
Secretos de la vejez y lecciones de la naturaleza
Los mamíferos marinos podrían ser la clave para entender el proceso de envejecimiento en humanos. Stephanie Venn-Watson y su equipo descubrieron que el proceso de envejecimiento en delfines comparte similitudes sorprendentes con en de los humanos como inflamación crónica, colesterol alto y anemia, que se vuelven más prevalentes con la edad. También identificó dos compuestos en la dieta de los delfines, ácidos grasos saturados de cadena impar y niveles más altos de hemoglobina ,que se asocian con una mejor salud.
Otros equipos científicos han encontrado que los delfines pueden desarrollar lesiones cerebrales similares al alzhéimer. Los investigadores de la Marina tratan de determinar si los delfines experimentan síntomas cognitivos similares. También está secuenciando los genomas de unos 70 delfines del programa y colaboran con empresas de biotecnología para buscar predictores genéticos y metabólicos de salud y enfermedad.
Con sus luces y sombras el programa de mamíferos marinos de la Marina ha proporcionado una valiosa colección de datos y una mejor comprensión de los delfines y su bienestar. Son décadas de seguimiento de la vida de aves y mamíferos marinos.
Wisdom y Blue demuestran que en la naturaleza las especies pueden alcanzar edades más avanzadas de lo que se creía, en condiciones que les permiten continuar con su vida. Procreando como Wisdom a sus 74 años, o saltando y brincando, como Blue a los 56. Dos sabias y activas ancianas que solo dejan entrever sus secretos para la longevidad.