Por Andrés Tovar
02/07/2018
LeBron James causó conmoción en el mundo de la NBA este 1 de julio. Su anuncio de unirse a los Lakers de Los Ángeles fue una noticia que recorrió el orbe deportivo causando no pocas sorpresas. Pero, para aquellos que han seguido de cerca la trayectoria de la superestrella del tabloncillo, un traslado a Hollywood parecía casi inevitable.
Reclutado directamente de la escuela secundaria por los Cavaliers de Cleveland en 2003, LeBron de alguna manera superó sus ya titánicas expectativas de convertirse en el mejor jugador de su generación. Por consiguiente, desde hace varios años, LeBron comenzó a aprovechar su popularidad mundial para otra cosa.: Una floreciente carrera en el mundo del entretenimiento. Una que está lista para elevarlo a otro tipo de estrellato.
En 2008, James cofundó SpringHill Entertainment, una compañía de producción audiovisual. Desde entonces ha desarrollado una serie de proyectos de televisión y documentales. En su mira está la producción de un remake de una comedia de hip hop de 1990, House Party. Pero los rumores de una secuela de Space Jam, el clásico de culto de 1996 que protagonizó Michael Jordan con los personajes animados de los Looney Tunes, han seguido a James y su compañía durante años.
Y la cosa no queda allí. LeBron agregó otro negocio a su cartera de entretenimiento en 2015. Se trata de Uninterrupted, una plataforma de video digital que presenta contenido creado por atletas populares. Ese mismo año, Warner Bros invirtió $ 16 millones en Uninterrupted. Principalmente con miras a que la compañía de LeBron cree productos de televisión, cine y digitales con el estudio de Hollywood.
El otro LeBron
Tan influyente es LeBron en la cancha como fuera de ella. A diferencia de Jordan, con quien a menudo se lo compara, James no ha evitado hablar de temas políticos. No tiene mano izquierda para llamar «vago» a Donald Trump. Asimismo, movió a toda la NBA en protesta por los asesinatos de los jóvenes afroamericanos Trayvon Martin y Eric Garner a manos de agentes policiales. La superestrella de la NBA ha demostrado una capacidad poco común. Principalmente para actuar como una fuerza de galvanización en los deportes estadounidenses. Pero además, para mover a la opinión pública. Hasta el punto en varios expertos políticos han especulado acerca de que «sería un buen partido» para un cargo político.
Pero LeBron ha dejado muy claro que su carrera inmediata posterior al baloncesto será en Hollywood. Por ende, ha exhibido la extremadamente rara combinación de talento, popularidad e inteligencia comercial para tener realmente éxito en el negocio del entretenimiento. Recordando un poco a Dwayne Johnson, «La Roca», quien aprovechó su carrera como luchador profesional para convertirse en una de las estrellas más grandes del mundo.
Todavía tiene 33 años. Por ello, LeBron James todavía tiene mucho baloncesto para jugar. Ahora es el líder indiscutible de la franquicia deportiva más grande de Los Ángeles. Y un candidato indiscutible para el Salón de la Fama de la NBA. La pregunta ahora es si ahora va a por su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
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