Irene Escudero | Efe
25/11/2015
Madres, hermanas, amigas… asesinadas al mismo tiempo y por el mismo verdugo que mata a su pareja o expareja, pero invisibles, fuera de las estadísticas, sin contabilizar como víctimas de la violencia machista por no haber un vínculo sentimental con el asesino, requisito indispensable para constar en las cifras oficiales.
Si se tuviese en cuenta a estas «víctimas por conexión», y a las madres asesinadas por sus hijos u otros parientes, y las prostitutas a manos de sus clientes, y a las víctimas mortales de abusos sexuales… que reúnen las suficientes condiciones para ser encasilladas como víctimas de violencia machista, las cifras oficiales se duplicarían.
Estos son los casos que hacen que muchos colectivos feministas pidan que se amplíe el concepto actual de «víctima de violencia de género» y que se analice «cuál es el daño global» con el objetivo de poder contabilizar a estas víctimas colaterales de este tipo de violencia, como señala a Efe Marisa Soleto, presidenta de la Fundación Mujeres.
En este sentido, la página web Feminicidio.net trabaja para documentar todos los asesinatos de mujeres a manos de hombres, según explica su directora Graciela Atencio, para así «poder distinguir los que son por razones de género de los que no».
En total, este año ya tienen contabilizados 93 feminicidios, pero la frontera que determina qué es violencia de género es polémica.
Existe un alto grado de consenso en casos como los asesinatos por conexión, es decir, en los que se mata a la víctima de violencia machista y a la persona que la acompaña.
Las primeras están bajo el manto de la ley dado que ésta establece como requisito para que sean reconocidas como víctimas de violencia de género que exista o haya existido una relación sentimental con el agresor, y así son recogidas por las estadísticas que elaboran tanto el Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Pero las segundas, como denuncia Marisa Soleto, «no son cubiertas por las medidas de protección».
Atencio centra el interés en otro caso sobre el que «no debería haber discusión» acerca de si es o no violencia de género: las agresiones y asaltos sexuales que acaban en asesinato. No son muy frecuentes, pero en opinión de Soleto habría que reconocerles «derechos similares a los de violencia de género».
La presión de las organizaciones feministas y de algunos grupos políticos, ya ha conseguido extender la cobertura de la ley integral de violencia de género a los hijos de mujeres asesinadas. No obstante, la directora de Feminicidio.net alerta de que hay muchos casos de niñas asesinadas sólo por el hecho de ser niñas, casos que no se recogen en las estadísticas oficiales simplemente porque el verdugo no es o ha sido pareja sentimental de la madre.
Al igual que tampoco figuran las madres asesinadas por sus hijos. Entre 2010 y 2015, estas muertes ascendieron a 50 y no cuentan con ninguna protección especial. Atencio pide abrir un debate social para saber cómo llamamos a este tipo de violencia porque «en el marco de la familia, no sólo hay violencia doméstica, también la hay de género».
Otros casos más polémicos son los asesinatos de mujeres transexuales -este año ha habido un homicidio transfóbico- o los de las prostitutas a manos de clientes. Feminicidio.net tiene contabilizados 24 casos de prostitutas asesinadas por sus clientes en seis años.
En el colectivo Hetaira de prostitutas, les cuesta determinar las características de estos asesinatos porque la información siempre es opaca, y una de sus portavoces, Mamen Briz, denuncia que sus asesinos «piensen que si no tienen derechos, nadie las va a reclamar». «Para los gobiernos es muy cómodo culpar exclusivamente a quienes cometen esos delitos y no pensar en por qué suceden», lamenta.
En países como Estados Unidos ya se realizan informes sobre la totalidad de crímenes de mujeres que, en el caso de España, permitirían reflejar, por ejemplo, el significativo aumento que se ha producido en los últimos años de asesinatos por robo a mujeres generalmente mayores. Unos datos que también recoge Feminicidio.net.
Desde el Gobierno, según explican a Efe fuentes de la Delegación del Gobierno de Violencia de Género, para prevenir algunos de estos casos, este año se han desarrollado otros mecanismos de vigilancia para detectar este tipo de violencia contra las mujeres. Por ejemplo, la macroencuesta sobre la prevalencia de agresiones sexuales en mujeres de más de 16 años, el II Plan Integral contra la Trata y su respectivo Plan Policial, y el estudio realizado el año pasado sobre mutilación genital femenina en España.
Aunque haya violencia contra las mujeres que no sea específicamente de género, «deberían existir políticas públicas de sensibilización, prevención y actuación frente a estas mujeres«, reclama Atencio. Esta opinión parece ser la compartida por el movimiento feminista, que además critica que no se ha aplicado íntegramente la ley integral de violencia de género, rebajando órdenes de protección y escatimando en condenas.