Por Efe
19/09/2016
La Cámara baja de Estados Unidos ha votado a favor de anular el veto del presidente, Barack Obama, sobre una ley que permitiría a los estadounidenses demandar al Gobierno de Arabia Saudí por su supuesto papel en los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11S).
Con 348 votos a favor y 77 en contra, los legisladores de la Cámara de Representantes se unieron a sus compañeros del Senado, que ayer mismo se opusieron al veto para, por primera vez en ocho años del mandato de Obama, invalidar la negativa presidencial a una ley.
Con esta invalidación del veto, entra en vigor automáticamente la conocida como «Ley de Justicia contra Promotores del Terrorismo», que permitiría a los familiares de víctimas del 11S interponer demandas en cortes de EEUU contra el Gobierno saudí por su supuesto apoyo a los terroristas que perpetraron los atentados.
Una mayoría de legisladores, tanto demócratas como republicanos, consideran que hay pruebas de que altos funcionarios saudíes estuvieron implicados en la red de financiación de los atentados del 11S, en los que murieron cerca de 3.000 personas, y que, por tanto, las víctimas tienen derecho a demandas colectivas contra Riad.
Frente a ello, la Casa Blanca argumenta que esta legislación pone en peligro las relaciones entre EEUU y Arabia Saudi y sienta un peligroso precedente porque, con la excusa de la reciprocidad, podría invitar a otras naciones a demandar en cortes extranjeras a diplomáticos y militares estadounidenses.
En ese sentido, el director de la CIA, John Brennan, insistió hoy en que la ley tendrá «graves implicaciones para la seguridad nacional de Estados Unidos», sobre todo para los funcionarios estadounidenses en el exterior, especialmente los agentes de inteligencia.
«El principio de inmunidad soberana protege a los funcionarios de EEUU y se basa en la reciprocidad. Si no respetamos ese estándar para otros países, ponemos en peligro a nuestros propios funcionarios», alertó Brennan en un comunicado.
Además, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, consideró «embarazosa» la invalidación del veto y aseguró que la decisión del Congreso representa «un abandono de las responsabilidades básicas de los legisladores como representantes del pueblo estadounidense».
El Gobierno saudí niega tener lazos con los responsables de los ataques y ha hecho un enorme esfuerzo de presión en Washington contra la ley, que abriría la puerta a una oleada de demandas y peticiones de indemnizaciones de los familiares de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre.