Por Cambio16
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El 6 de agosto de 1945 los habitantes de Hiroshima vieron como una bomba atómica explotaba en el cielo. En torno a las 8:15 de la mañana (hora local) fueron testigos de un acontecimiento que cambiaría la historia del mundo para siempre. Solo tres días después una nueva explosión nuclear tuvo lugar en Nagasaki a las 11:02 horas. Se cumplen 70 años de estos hechos.
Los efectos inmediatos mataron aproximadamente a 70.000 personas en Hiroshima. La estimación total de muertes de finales de 1945, en la que se incluyen quemaduras, muertes relacionadas a la radiación, así como efectos agravados por la falta de recursos médicos, varía entre los 90.000 y los 140.000. Se ignoraban los efectos tardíos que la radiación podía producir, ya que eran las primeras bombas de este modelo que se utilizaban en el mundo.
La calidad y cantidad de las radiaciones recibidas por las personas continuó envuelta en incertidumbre ya que la potencia de la bomba debía ser calculada solo a base de experimentos en reactores sobre otras armas y distintos ensayos.
Algunas otras fuentes aseguran que más de 200.000 personas fallecieron para 1950, ya sea a causa de cáncer y otros padecimientos a largo plazo. Entre 1950 y 1990, el 9% de las muertes ocasionadas por cáncer y leucemia entre los sobrevivientes al bombardeo se debió a la radiación de las bombas, entre ellas se estima que 89 casos fueron por leucemia y 339 de distintos padecimientos de cáncer.
La leucemia comenzó a aumentar en número de casos, 3 años después de haber explotado la bomba, además 10 meses después de la explosión comenzó a aparecer la catarata en los sobrevivientes y algunos de los niños que estaban por nacer tuvieron una disminución en el tamaño de la cabeza y en algunos se produjo algún tipo de retraso.
El horror de Hiroshima, dos veces
Después del bombardeo de Hiroshima, Truman anunció: «Si no aceptan nuestros términos, pueden esperar una lluvia de ruina desde el aire, algo nunca visto hasta ahora sobre esta tierra».
El 9 de agosto de 1945, el B-29 Bockscar, pilotado por el Mayor Charles W. Sweeney, transportó el arma nuclear llamada Fat Man con la intención de lanzarla sobre Kokura como blanco principal y Nagasaki como objetivo secundario.
El radio total de destrucción fue de 1,6 km y se extendieron incendios en la parte norte de la ciudad hasta una distancia de 3,2 km del hipocentro. A diferencia de Hiroshima, en Nagasaki no tuvo lugar la «lluvia negra» y aunque sus efectos fueron más devastadores en el área inmediata del hipocentro, la topografía del lugar evitó que el radio de destrucción fuera mayor.
Un número desconocido de supervivientes de Hiroshima se había trasladado hasta Nagasaki, donde nuevamente fueron bombardeados.
Se calcula que el porcentaje de estructuras y edificios destruidos estuvo en el orden del 40%, incluyendo el estadio, hogares, hospitales y escuelas.
Seis días después de la detonación sobre Nagasaki, el 15 de agosto, Japón anunció su rendición incondicional frente a los aliados, haciéndose formal el 2 de septiembre con la firma del acta de capitulación. Con la rendición de Japón concluyó la Guerra del Pacífico y por tanto, la Segunda Guerra Mundial.