Pasada la segunda Guerra Mundial, Julia Carolyn McWilliams se embarcó con destino a París, junto a su marido Paul Child, diplomático estadounidense, dispuestos a emprender nuevas funciones. No sabía Julia que al pisar tierra francesa cambiaría su vida. Para bien, claro. En sus primeros paseos, la pareja se detuvo en un restaurante con estrella Michelin: La Couronne en la ciudad portuaria de Rouen. Aquel lenguado que degustó hizo explotar sabores, sensaciones y aromas en su paladar ya refinado. A partir de entonces, Julia Child se prendó amorosamente del oficio de la cocina de la mano de maestros franceses. Su historia está viva y es inspiración para aprendices, chefs y guionistas de cine. ¿Qué más?
Child (1912-2004) anduvo por calles y avenidas tras la buena mesa francesa y su sinfín de platillos y preparaciones. Cató vinos probó quesos, ricos pasteles de la alta cocina. Más tarde, y con la motivación a tope, incursionó en Le Cordon Bleu donde aprendió los secretos culinarios de la carta francesa. Y de manera privada tomó clases con el maestro Max Bugnard. A fuego lento absorbió conocimientos y técnicas que luego volcaría en libros y en programas de televisión en EE UU. Por más de diez años cautivó a señoras y también a señores, ganados a los fogones. Su simpatía, sencillez y algunos desparpajos, la llevaron a la cúspide de la audiencia.
Su libro “Mastering the Art of French Cooking” (1961) y su programa televisivo «The French Chef» (1962), marcaron el boom de la industria culinaria. Sin dudas, Julia se convirtió en referente e influyó mucho en la manera de comer en Estados Unidos, su país natal. Entonces no existían los reality shows de cocina, ni los master chef, pero casi sesenta años después de aquellas famosas transmisiones, Julia Child está entre nosotros.
Julia Child, todo amor por la cocina
En “Julie & Julia”, rodada en Nueva York, la actriz Meryl Strepp encarnó a Julie Powell. Una trabajadora algo frustrada con sus quehaceres laborales que un día, decidió adentrarse en un proyecto atrevido: preparar todas las 524 recetas del primer libro de cocina de Julia Childs. Entrelazada con la historia de Julie está la verdadera historia de cómo Julia Child conquistó la cocina francesa con pasión y mucha mantequilla. Y a los estadounidenses.
Su trayectoria, enriquecida con otros libros y muchos reconocimientos, sirve de inspiración a blogueros y páginas web. Se creó The Julia Child Foundation for Gastronomy and the Culinary Arts. E incluso, una nueva película de HBO Max que lleva al espectador al año 1962. “Ese año, Julia Child (representada por la actriz Sarah Lancashire), una intrépida chef presentaba al público estadounidense su desenfadada forma de cocinar con The French Chef. Su innovador programa culinario que se convirtió en un hito”, explicó la plataforma de streaming.
También se lanzó un concurso de cocina, “The Julia Child Challenge” en Discovery Plus, y el documental de 2021, “Julia”, que se estrenó el año pasado. The Gazette, la publicación de la Universidad de Harvard, habló con la experta culinaria Marylène Altieri. Curadora de libros y materiales impresos en la Biblioteca Schlesinger de Radcliffe, que alberga la colección de documentos, fotografías, grabaciones de audio y video de Child y una biblioteca privada de libros de cocina.
¿Por qué cree que Julia Child sigue siendo una figura de fascinación tan perdurable? “Hay un par de cosas en juego”, dice Altieri. ‘Una es simplemente la improbabilidad de su éxito”.
Rompiendo esquemas
Señala Marylène Altieri que “están los estándares actuales de las expectativas televisivas de cómo deben lucir las mujeres mientras cocinan. Blusas ajustadas y escotadas, el cabello y el maquillaje bellamente arreglados. Esto sigue siendo un reflejo de lo que se esperaba de las mujeres en la televisión en ese momento. Ya había mujeres cocinando en la televisión, pero se esperaba que fueran muy solemnes y comedidas en su enfoque. No parecía una mujer glamorosa y no se comportaba como una mujer restringida. Hay una personalidad increíble en el trabajo que de alguna manera, contra viento y marea, tiene éxito con el público”.
Y luego, detrás de eso, también estaba el éxito de sus libros, particularmente «Dominando el arte de la cocina francesa». Dice la experta que “la gente a cargo tampoco tenía idea del éxito que iba a tener ese libro. Pensaron que era demasiado largo, demasiado complicado. Y, sin embargo, también se convirtió en un éxito fenomenal. Entonces, esta narrativa contra viento y marea continúa atrayendo a la gente. Lo que nos alimentan la mayor parte del tiempo en la televisión son presentadores de televisión de aspecto perfecto. Y los libros de cocina tienen que ser libros de mesa de café perfectos. El trabajo de Julia Child no encajaba muy bien en ninguna de esas categorías. Y luego, el hecho de que ella estuvo presente durante tanto tiempo también. Ella no solo hizo un show y se fue. Ella estuvo en el ojo público durante años”.
Además, sostiene que “Julia surge en un momento en que muchas mujeres aspiraban a ser maravillosas cocineras. Pero cocinar todos los días les resultaba tedioso”.
Un modelo para las mujeres
Contó la curadora que habló con mujeres que vivían en Cambridge en el momento en que salió ‘Mastering’. Era “un grupo de esposas y mujeres docentes, algunas enseñaban en Harvard, se reunían en el Wursthaus todas las semanas para almorzar. Y repasaban el libro y decidían qué recetas iban a cocinar para sus cenas esa semana”.
Estas eran personas que tenían vidas muy ocupadas y mucho más que hacer, pero aspiraban a alcanzar ese nivel de cocina. Querían hacerlo y hacerlo bien. Entonces, inspiró a muchas personas a querer cocinar mejor. Y se esforzó mucho para escribir sus recetas de una manera que los estadounidenses pudieran entender. Julia Child insistió en que tenía que ser paso a paso y que tenía que trabajar con ingredientes americanos.
Y luego, había mujeres que querían trabajar en restaurantes. Ella misma nunca lo había hecho, pero acudieron a ella: Lydia Shire, Jody Adams, Michela Larson, todos los diferentes chefs y restauradores que han hablado sobre lo inspiradora que era. Nina Simonds, por ejemplo, que escribe libros sobre cocina china, se acercó a Julia Child para preguntarle cómo se va a otro país y se aprende. Julia le dio muchos consejos y recomendaciones.
Nina tradujo libros de cocina chinos al inglés y escribió muchas obras de gran prestigio. Julia, como se sabe, era tan accesible que contestaba su teléfono el Día de Acción de Gracias y hablaba con las personas que tenían problemas con su pavo. Simplemente influyó en las personas de muchas maneras diferentes y fue un modelo para las mujeres en general más allá de la cocina.
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