Las personas casadas no son más felices, al menos no más que las solteras o las divorciadas. Una investigación científica acaba de demostrar que aquello de “y vivieron felices para siempre”, como decían los cuentos de hadas, no es tan exacto.
En el primer estudio de este tipo que se realiza en el mundo, científicos de la Universidad Estatal de Michigan, Estados Unidos, hicieron una prueba. Sometieron a evaluación la tesis de que el matrimonio está asociado con un mayor bienestar en la vida.
El estudio evaluó las relaciones de 7.532 personas durante más de 40 años, desde los 18 hasta los 60 años. El 79% de los participantes estuvieron casados la mayor parte de sus vidas; el 8% eran solteros o pasaron la mayor parte de sus vidas solos; y el 13% tenía historias variadas: nuevos matrimonios, divorcios o enviudaron.
El propósito era determinar quiénes eran más felices al final de sus vidas, de acuerdo con lo que publicó la revista Journal of Positive Psychology.
Con tal fin, los investigadores elaboraron una encuesta en la que las personas debían evaluar su nivel de felicidad en una escala de 1 al 5 (1, menos feliz; 5 más feliz). Los expertos les preguntaron, entre otros asuntos, si sentían la necesidad de estar en una relación de pareja para ser felices; si vivir soltero toda la vida se traduce en infelicidad o si en algún momento estuvieron casadas pero en cierto punto no funcionó, por ejemplo.
La felicidad ¿un estado mental?
Los resultados de las encuestas mostraron en las personas casadas un estado de felicidad ligeramente superior al de los otros grupos. Los casados respondieron, en promedio, con un 4; los solteros con 3,82 y los demás con una puntuación de 3,7.
«Es sorprendente descubrir que los solteros de toda la vida y aquellos que tenían historias de relación variadas, no diferían en lo felices que eran”, dijo María Purol, coautora del estudio. “Esto sugiere que aquellos que han ‘amado y perdido’ son tan felices al final de la vida como aquellos que ‘nunca han amado en absoluto'», añadió.
William Chopik, otro de los investigadores, comentó que las personas casadas pueden permanecer dentro de una relación así no sean felices. Las solteras, en cambio, disfrutan de otras partes de sus vidas, como sus amistades, pasatiempos o incluso el trabajo. “En retrospectiva, si el objetivo es encontrar la felicidad, parece un poco tonto que las personas pongan tanto valor en las relaciones de pareja», señaló.
«Parece que se trata menos del matrimonio y más de la mentalidad. Si puedes encontrar la felicidad y la satisfacción como persona soltera, es probable que te aferres a esa felicidad, sea con anillo en el dedo o no», concluyó Purol.
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