El turismo es, sin duda, uno de los sectores más afectados por la crisis del coronavirus. Fue una de las primeras víctimas. Incluso antes de que se declarase la pandemia, los gobiernos se apresuraron a cerrar las fronteras. Inicialmente de manera selectiva, después de forma casi total. Comenzaba un tortuoso camino para la industria del turismo. Y el panorama no ha hecho sino empeorar.
Con el pasar de los meses, algunas actividades se han reanudado. Pero muchas fronteras siguen cerradas, incluso de manera más estricta que antes, debido al miedo de importar contagios. Varios países han comenzado a imponer cuarentenas a los viajeros. Se limita muchísimo el turismo.
Las cifras son alarmantes. La abrupta caída del turismo tendrá gran impacto en los países que dependen de los visitantes extranjeros, con efectos potencialmente a gran escala en las cuentas nacionales de sus economías. España está en la línea de fuego.
Profundos efectos en España
El más reciente análisis de la Organización Mundial del Turismo estima que la desaceleración del turismo será más perjudicial en los países donde la actividad representa un mayor porcentaje de su PIB, así como en las mujeres y los jóvenes que hacen la mayor proporción de trabajadores del turismo.
En el caso de España, la situación es muy preocupante. La consultora Simon-Kucher & Partners elaboró un informe en el que pronostica una baja de 54,3 millones de turistas en 2020, una caída del 65% frente al año anterior. Supondrá unas pérdidas económicas de 88.000 millones de euros, aproximadamente el 6,2% del PIB nacional.
El mercado en el que más se nota el impacto es el inglés, con una caída estimada en 12 millones de turistas (-67%). En los otros dos mercados de importancia para España también se prevén pérdidas de viajeros. De Alemania se estima la pérdida de 6,8 millones de turistas, mientras que de Francia la caída será de 6,3 millones.
Todas las comunidades autónomas se verán afectadas. El impacto será mayor en las costas y en las islas. El descenso podría alcanzar el 75% del turismo internacional en Baleares, muy dependiente de alemanes y británicos.
Un escenario negativo
Exceltur apunta a cifras todavía más negativas. Estima que se perderán 98.753 millones de euros de actividad turística en 2020, al incluir la actividad directa (negocios propiamente turísticos) e indirecta (relacionados con esta actividad, como comercios y bares, entre otros).
A esta caída de actividad turística se le atribuye más de la mitad de la pérdida del -15,1% de toda la economía española en 2020. No es de extrañar que la última estimación de la OCDE sitúe a España como el país desarrollado cuya la economía será más golpeada.
La Alianza para la Excelencia Turística también refiere que a finales de julio el número de empleados en el sector había descendido en 823.000 trabajadores, entre los que se encuentran en un expediente de regulación temporal de empleo y los que no han sido contratados por la caída de la actividad.
Y se pone peor
La agrupación de agencias de viaje #Locosporviajar calcula la caída en el volumen de negocio de las 33 empresas que forman parte de la organización en un 95% a finales de agosto, en comparación con años anteriores.
El grupo apunta que «el problema no es tanto la caída de las ventas, sino el conjunto de circunstancias que llevan a una grave descapitalización de sus negocios, con el peligro que supone para el mantenimiento de puestos de trabajo».
El 50% de las empresas de Locos por Viajar tienen personal en ERTE que desde marzo no han percibido cantidad alguna del SEPE, mientras las agencias sufragan la parte que les corresponde con la intención de proteger a sus trabajadores. Las agencias de #locosporviajar emplean de forma directa a 700 familias».
Peligran 100 millones de empleos
La situación de España es el reflejo de una crisis de dimensiones globales. El análisis de la OMT proyecta que el número de turistas internacionales disminuirá entre un 58% y un 78% de 2019 a 2020, lo que resultaría en una caída de 850 millones a 1.100 millones de turistas.
La pérdida esperada en los ingresos por exportaciones del turismo internacional es de 910.000 millones a 1,2 billones de dólares. Ya se han perdido 320.000 millones en los primeros meses de 2020, que es más de 3 veces la pérdida experimentada durante toda la crisis económica de 2009.
Se estima que estas pérdidas reduzcan el PIB mundial entre un 1,5% y un 2,8%, dependerá de cuánto tiempo dure el estancamiento del turismo.
Aproximadamente una de cada 10 personas en todo el mundo trabaja en el sector del turismo, y el impacto de la pandemia ha puesto en riesgo de 100 millones a 120 millones de puestos de trabajo.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, enfatizó la necesidad de reconstruir la industria del turismo de una manera que sea «segura, equitativa y amigable con el clima». El ente internacional identificó cinco prioridades:
- Mitigar el impacto socioeconómico del virus,
- Construir «resiliencia» en el turismo
- Generar una cadena de valor, maximizando el uso de la tecnología
- Promoviendo la sostenibilidad
- Fomentar alianzas que ayuden al turismo a apoyar los objetivos de desarrollo sostenible.
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