Por Cambio 16
A partir de este momento los cánticos xenófobos o racistas coreados por sectores en los estadios de fútbol españoles podrán ser sancionados con el cierre parcial de gradas, la pérdida de puntos, el cierre completo de campos, la inhabilitación de directivos y hasta el descenso de categoría.
La decisión sobre la sanción se tomará teniendo el cuenta el contenido de los cánticos y su reincidencia. Se hace hincapié en que se habla de cánticos grupales, no de gritos individuales desde la grada. La norma será aplicable de forma inmediata.
Esta es la medida estrella de la nueva normativa de la Federación Española de Fútbol (RFEF) aprobada este martes por la Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD) y cuyo objetivo es prevenir y sancionar la violencia en el fútbol articulando sanciones más duras contra los radicales.
Otra de las novedades es la creación de la figura de observadores para cada partido. Su misión será vigilar el comportamiento de la afición y redactar al final del encuentro los informes que se usarán como prueba para dictaminar las sanciones, tal y como ha explicado el presidente del CSD, Miguel Cardenal.
Pugna por su control
Estos observadores estarán bajo el control de la RFEF. La Federación y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) no estaban de acuerdo en este punto, cada una de las instituciones quería para sí su gestión. Finalmente han llegado a un preacuerdo, aunque según el presidente de la LFP, Javier Tebas, no está todo dicho sobre este asunto, ya que ha asegurado que insistirá en la idea de quedarse con su control.
La normativa nace tras la pelea de ultras entre las aficiones del Atlético de Madrid y del Deportivo del pasado mes de noviembre que se saldó con la muerte de uno de ellos y que reabrió el debate en España sobre la violencia en los campos de juego. En la operación policial fueron detenidas 82 personas, de las que 4 ingresaron en prisión como presuntos autores de la muerte del seguidor del Dépor.