Por: Cambio 16
18/01/2017
Un estudio realizado por el Centro Nacional de Investigación sobre Drogas y Alcohol de la University of New South Wales (UNSW), en Australia, ha determinado que las mujeres entre 20 y 30 años están tomando bebidas alcohólicas en la misma frecuencia y cantidades que los hombres.
La investigación, publicada en la revista en línea BMJ Open, revela que la brecha que históricamente separaba a ambos sexos en este tema, se ha puesto más estrecha hasta el punto que las mujeres tomadoras están experimentando los mismos efectos negativos que tienen los hombres tras el consumo del alcohol.
“Históricamente, los hombres han sido mucho más propensos que las mujeres a tomar alcohol y beber en cantidades que dañan su salud, con algunas cifras que sugieren hasta una diferencia de 12 veces entre los dos sexos. Pero ahora empieza a surgir evidencia que sugiere que esta brecha se está estrechando”, dicen en un comunicado los investigadores del estudio, que estuvo liderado por Tim Slade, profesor asociado de la UNSW.
El problema no sólo está en el consumo, sino en la búsqueda de ayuda para librarse del alcoholismo.
“Aunque las mujeres buscan tratamiento para casi todos los otros problemas de salud física y mental cuyas tasas de incidencia son mayores que en los hombres, las que experimentan problemas relacionados con el licor generalmente no buscan tratamiento”, asegura Slade.
Las consecuencias de este fenómeno pudiera traer graves problemas sociales y de salud pública, de acuerdo con las conclusiones del estudio.
En Estados Unidos se ha confirmado que mujeres jóvenes en edades picos de la fertilidad ingieren altas cantidades de alcohol, lo que registra un incremento de recién nacidos afectados con el Síndrome Fetal del Alcohol que generan defectos físicos y mentales a los bebés cuando están el vientre.
Slader alerta que empezar a dar soluciones antes que sea demasiado tarde, es necesario que “las campañas educativas que abordan los daños del uso del alcohol estén diseñadas para atraer tanto a hombres como a mujeres y reducir las barreras estructurales y de actitud que obstaculizan a las mujeres que buscan tratamiento para problemas relacionados con el alcohol”.