Por diversos factores, entre ellos culturales, las mujeres tienden a consumir menos alcohol que los hombres. En las últimas décadas esta brecha se ha reducido, especialmente durante la pandemia, y cada vez más mujeres jóvenes bebe licor en su tiempo libre. Ahora, un reciente estudio sugiere que las mujeres pueden tener una vulnerabilidad inherentemente mayor a los trastornos por consumo de alcohol que los hombres. Y la razón podría estar ligada estrictamente a la biología de los mamíferos.
La nueva investigación la dirigió un grupo de científicos de Weill Cornell Medicine y se publicó el año pasado en la revista Nature Communications. En ella, los autores examinaron el núcleo del lecho de la estría terminal (BNST) de ratones. Esta región ubicada en su cerebro es importante para determinar su respuesta al estrés.
Mayor vulnerabilidad en mujeres que en hombres
En ocasiones el estrés se ha relacionado con los atracones en los humanos. Por ello, los investigadores aseguran que existe una población importante de neuronas BNST más excitable en las hembras que en los machos. Esto explicaría la mayor susceptibilidad que tienen las mujeres en cuanto al consumo excesivo de alcohol y a padecer trastornos.
“Las hembras de todas las especies de mamíferos, en comparación con los machos, muestran un mayor consumo excesivo de alcohol y progresan más rápidamente desde el primer consumo de alcohol hasta los estados de enfermedad”, dijo la Dra. Kristen Pleil, profesora asistente de farmacología en Weill Cornell Medicine. «Pero apenas ha habido ninguna investigación sobre los detalles neuronales que subyacen a esta diferencia de sexo».
La investigación en ratones también sugiere que un grupo distante de neuronas llamado núcleo paraventricular del tálamo (PVT), que está conectado al BNST, actúa como un freno en su actividad. Este núcleo es capaz de frenar el consumo excesivo de alcohol usando el freno de circuito en ratones hembras pero no en machos, según los científicos.
Pero gracias a este mecanismo las mujeres tienen más protección al consumo de alcohol que los hombres. Sin embargo, cuando se interrumpe este freno tienen a ser más vulnerables a las enfermedades y trastornos causados por esta actividad.
«Este estudio destaca que existen diferencias sexuales en la biología del cerebro que controla los comportamientos de consumo de alcohol. Realmente necesitamos comprender esas diferencias si vamos a desarrollar tratamientos óptimos para los trastornos por alcohol», dijo la autora principal.
Serviría en futuros tratamientos para trastornos por consumo de alcohol
El PVT además, tiene una influencia más fuerte en el BNST femenino en comparación con el BNST masculino. Los investigadores también dijeron que las diferencias sexuales en el circuito PVT-BNST pueden ser relevantes para las diferencias sexuales en los trastornos de ansiedad. Los cuales son más comunes en las mujeres, según otras investigaciones. Incluso es posible que estos coexistan con el consumo excesivo de alcohol.
Para los científicos el siguiente paso es investigar los circuitos ascendentes que estimulan la actividad de BNST, el papel del estrógeno y las características moleculares de las neuronas PVT y BNST. Con ello sería fácil desarrollar futuros tratamientos farmacológicos para los trastornos por consumo de alcohol.