Las mascarillas de uso obligatorio en la nueva normalidad son preventivas, no protectoras. Tampoco hacen milagros. Dan confianza, pero no protegen tanto como supone quien lleva puesta una. Desde que comenzó el brote de SARS-CoV-2 en China, a finales del año pasado, infectólogos y epidemiólogos recomendaron la mascarilla, pero con aprensión. Saben las consecuencias de la falsa seguridad.
No obstante, y contra todo lo esperado, la Organización Mundial de la Salud sugirió que solo las usaran quienes estuviesen infectados, pero no los sanos. Siendo el contagio de dos vías, sonaba irreal que los expertos de la OMS excluyeran al receptor de las medidas de prevención, salvo el recurrente lavado de manos y el distanciamiento social, que ahora también consideran insuficientes.
Había un determinismo ético, ¿una ensoñación? Se esperaba que los contagiados, incluso los asintomáticos, evitaran a toda costa que su saliva tocara a sus semejantes. Sin embargo, Si el quinto mandamiento se toma tan a la ligera, no quiero imaginar con cuánta indiferencia o desdén se responde a la sugerencia de no contagiar al prójimo, al que aconsejan amar como a uno mismo.
Una barrera que ayuda
Las mascarillas no son la salvación ante el coronavirus, ni hacen milagros, pero ayudan a la prevención, a evitar la propagación. No todas sirven igual ni todas tienen el mismo uso. Las que se usan para pintar o protegerse de gases tóxicos no son una barrera para los microorganismos. Las que usan los cirujanos en las intervenciones quirúrgicas tampoco son las más apropiadas para ir de compras al centro comercial o utilizar el transporte público. Y lo peor, las que se hacen en casa de tela tampoco resguardan del virus, pero nos causan mareo porque si son muy gruesas nos cuesta expulsar el anhídrido carbónico y es poco el oxígeno que logramos inhalar.
Un modelo desarrollado por ISGlobal, el Instituto de Salud Global de Barcelona, indica que el distanciamiento social, el lavado de las manos y el uso de mascarillas evitaría la necesidad de futuros confinamientos. Pero, advierte que la propia protección siempre será un problema individual, de cada uno, como lo ha repetido la Organización Mundial de la Salud, hasta que se cuente con la vacuna o de otro medio que evite el contagio sin importar la disposición o voluntad de las personas.
No son salvavidas ni hacen milagros, protegen
En la calle, en el transporte público o en los centros comerciales todas las conductas están a la vista: desde los que salen sin mascarilla y con actitud desafiante, incluidos los sensatos con la mascarilla al cuello, con la mascarilla con la nariz descubierta, con la mascarilla en el bolsillo trasero mientras termina de fumarse el cigarro, con la mascarilla en la mano y, una alta proporción, con la mascarilla como es debido, pero no necesariamente protegidos. La mascarilla resguarda, pero no es 100% efectiva. En absoluto, si tomamos en cuenta la manipulación, la mala colocación y su inapropiada limpieza o esterilización su capacidad de protección disminuye exponencialmente.
La OSHA, que son las siglas de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, no recomienda con entusiasmo las mascarillas de tela, sean manufacturadas o hechas en casa con camisetas u otras telas, o que en público se usen bufandas y pañuelos sobre la nariz y la boca.
Sirve si la intención es evitar que se dispersen en el aire las gotitas respiratorias potencialmente infecciosas del usuario infectado cuando tose, estornuda o habla. Una manera apresurada de limitar la propagación del SARS-CoV-2, pero no son equipos de protección personal. No protegerá, por ejemplo, a un enfermero de agentes infecciosos transmisibles en el aire debido a la falta de sellado, filtración inadecuada y el poco ajuste a la cara, entre otras razones técnicas.
Los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades, los CDC, como se les conocen en España, no son más confiados en cuanto al uso de la tela como elemento de protección. Recomiendan usarlas para limitar la propagación, para no contaminar, nunca para no ser contaminados.
Si tienes COVID-19, quédate en casa
Es obvio que las personas con la COVID-19 deben permanecer aislados en sus casas y no salir a los sitios públicos distintos de los hospitales o centros de salud. Sin embargo, uno de los factores que facilitan la rápida propagación del nuevo coronavirus es que se puede estar contagiado y no saberlo. Los síntomas del nuevo coronavirus no son inmediatos. Cuando aparecen los primeros dolores de garganta, la tos seca, la pesadez del cuerpo o la pérdida del olfato han pasado hasta diez días y si no hubo protección las gotitas de saliva infectadas llegaron hasta los vecinos, los familiares y una buena cantidad de pasajeros del transporte público.
Las mascarillas de tela son para no contagiar, para contener la propagación. No son un escudo contra el virus y deben combinarse con el frecuente lavado de manos con agua y abundante jabón y el distanciamiento social. Por ser de tela, las mascarillas deben lavarse con detergente y secarlas muy bien, preferiblemente al sol. No son el sustituto apropiado para los equipos de protección personal, como los respiradores N95, que se requieren obligatoriamente en los lugares de trabajo para proteger al usuario, que tienen sus contraindicaciones, o las máscaras faciales quirúrgicas médicas, que tampoco hacen milagros.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos autoriza el uso de máscaras quirúrgicas autorizadas como dispositivos médicos —aunque no todos los que parecen ser de grado médico lo son— para proteger a los trabajadores de salpicaduras y gotas en el aire potencialmente infecciosas y evitar que inhalen partículas pequeñas, incluidos agentes infecciosos transmisibles. Alto. Pero por un tiempo muy limitado y con restricciones.
Las máscaras quirúrgicas
Están diseñadas y confeccionadas para no contaminar ambientes estériles. Filtran la exhalación, pero no la inhalación. Es un ambiente limpio que no debe contaminarse. No se recomienda usarlos en sitios contaminados, en la calle ni en grandes aglomeraciones. No filtran y se tapan rápidamente e impiden la normal expulsión del anhídrido carbónico. Los trabajadores de la salud, como los cirujanos y enfermeras, las usan para evitar contaminar los sitios quirúrgicos; y los dentistas e higienistas dentales para proteger a los pacientes, no como resguardo personal. Son de un solo uso y deben ser desechadas adecuadamente.
Mascarillas de tipo N99 y N95
Las máscaras N95 y máscaras con puertos de exhalación están diseñadas para entornos CONTAMINADOS. Son las más efectivas para protegerse de partículas virales. Se recomiendan para los trabajadores sanitarios. Ambas se sellan alrededor de la nariz y la boca. Contienen fibras enredadas que filtran los patógenos que pueda transportar el aire. Un estudio publicado en el Journal of Hospital Infection determinó que las N95 y las N99 reducen el riesgo de infección de una persona en un 94-99% luego de 20 minutos de exposición en un ambiente altamente contaminado. Otra ventaja de la N95 se la agregó hace poco su propio inventor, el ingeniero Peter Tsai, se pueden esterilizar, con un tratamiento sencillo y barato que no menoscaba sus propiedades, y reutilizarlas. Basta calentarlas a 70 grados Celsius durante 60 minutos con calor seco.
• Máscara quirúrgica desechable
Está diseñada y aprobada para entornos estériles y son la opción más segura para los profesionales sanitarios que no tengan acceso a una mascarilla N99 o N95. Al estar fabricadas con un material no tejido pueden reducir la transmisión de múltiples coronavirus humanos. Sin embargo, la cantidad de partículas y contaminantes en los ambientes exteriores la obstruyen rápidamente. La humedad del aliento combinada con los otros elementos la inutiliza. Si entra en contacto con el SARS-CoV-2 y la máscara lo atrapa, el usuario se convierte en un dispensador del virus. Deben cambiarse o desecharse cada 20 o 30 minutos en los ambientes no estériles. Si no se hace, cada vez que se pone la máscara respira los gérmenes de TODAS las partes donde ha estado.
• Máscaras simples de tela
Lo obvio es que no protegen ni filtren nada. Aunque tengan por fuera y por dentro el símbolo de Superman, ni el pañuelo ni la bufanda que tejió la abuela ofrecen FILTRACIÓN alguna. A medida que se exhala se liberan contaminantes y dióxido de carbono de los pulmones. En realidad, son un riesgo para la salud. La humedad atrapada en la tela puede convertirse en moho durante la noche. La tos seca, las alergias, el dolor de garganta son síntomas de un cultivo de virus y bacterias en la máscara de tela. Son las peores de todas.
• Mascarillas ‘híbridas’
Investigadores del Reino Unido afirman que son la opción casera más segura. Las mascarillas que combinan 2 capas de algodón de 600 hilos con otro material como seda, gasa o franela, filtran más del 80% de las partículas pequeñas y más del 90% de las grandes. La mejor combinación es algodón y gasa, seguida del algodón y la franela, el algodón y la seda y 4 capas de seda natural. Asimismo, 2 capas de algodón de 600 hilos o 2 capas de gasa podrían ser mejores que una mascarilla quirúrgica para filtrar partículas pequeñas. La OMS recomienda que las mascarillas de tela tengan un mínimo de 3 capas: una interna, una intermedia para filtrar y una externa hecha de un material no absorbente como el poliéster.
• Bolsas de aspiradora
El material de las bolsas de la aspiradora o los filtros de aspiradora dentro de una mascarilla de tela pueden reducir el riesgo de infección en un 83% tras 30 segundos de exposición al coronavirus y en un 58% después de 20 minutos expuestos en un ambiente altamente contaminado. El material es tan bueno para filtrar los aerosoles como las mascarillas quirúrgicas.
• Paños de cocina o fundas de almohada
Es más, un estudio de Journal of Hospital Infection encontró que tanto los paños de cocina como las fundas de almohada antimicrobianas son las mejores alternativas a las bolsas o los filtros de las aspiradoras. No obstante, los paños de cocina deben estar bien tejido y las fundas de almohada deben ser preferiblemente antimicrobianas (hechas con satén, seda o bambú) no de algodón estándar.
• Bufandas y camisetas de algodón
Los investigadores del Reino Unido determinaron que una sola capa de algodón de 80 hilos es uno de los materiales menos efectivos para impedir el paso de partículas de coronavirus. Las bufandas y las camisetas de algodón la protección fue 44% tras 30 segundos de exposición al virus, mientras que después de 20 minutos de exposición fue de un 24%.
• Algodón vs papel
Las personas que utilizan mascarillas de algodón tienen un 54% menos de probabilidades de infección que las que no usan mascarillas. Las que las utilizan de papel, en cambio, el porcentaje de posibilidades de contagiarse era de un 39% menos frente a los que no emplean mascarillas. Las de papel son más delgadas y confieren menos protección frente al virus.
Falsa sensación de seguridad
Si la protección que brindan las mascarillas varía acuerdo con el material que se utiliza, lo mismo ocurre con los fabricantes. No basta que la etiqueta garantice su efectividad, hay que confirmar su calidad con los expertos. Se ha denunciado que muchas mascarillas fabricadas en China del tipo FFP2 o del equivalente N95, KN95 y KF94 no retienen la cantidad de partículas que indican.
Antes de comprar revise la calidad, no el precio
Hasta ahora son 37 las marcas que los expertos señalan como no adecuadas:
- Daddy Baby. Protective Mask. Eearloop Face Mask. Ofrecen menos de un 49% de retención de partículas.
- Daddy Baby. Protective Mask. Respiratory Protection. Ofrecen menos de un 76% de retención de partículas.
- LikeLove. Self Suction Filter Type Anti Particle Respirator. Ofrecen menos de un 75% de retención de partículas.
- NEP KN95 Respirator Mask. Proporciona menos de un 62 % de retención de partículas.
- Sin marca-Three Dimensional Protective Respirator (disposable respirator). Ofrecen menos de un 86% de retención de partículas.
- Garry Galaxy Respirator Mask. N95. La retención de partículas es menos del 71%.
- Sin marca- Particle Filter Mask YK01 FFP2. La capacidad de retención medida es menor al 68,5%. No presenta certificación, pese al código CE en el marcado.
- JY.M9. Protective disposable mask. La retención de partículas es menos de lo que corresponde (menos del 59%).
- Sin marca- Protective face mask FFP2, KN 95, el filtrado menor de un 53%.
- Sin marca-Protective face mask KN 95. El filtrado es menor o igual al 90%. No cumple la normativa.
- MARS. Mars-B- 2001, N95. Aunque lleva la marca CE no cuenta con la certificación. El nivel de filtración es menos de 53%.
- Mei Shu Hu. Self-priming Filtering Protective Face Mask KN95, PM 2.5, Steroscopic Protective Mask. Filtra menos del 93% y no se adapta a la cara.
- Protekcia. Cubrebocas anatómico CVE: CUP02, Hindernis.mx. La retención de partículas en inferior al 64%. No se ajusta bien a la cara.
- Protekcia. Cubrebocas BVT. Registro nº 1673C2017 SSA. Se vende en bolsas de 100 unidades. La capacidad de filtración es menor del 31%. No se adapta bien a la cara.
- Yicheng Yi Liao. KN95 Mask. Filter efficiency ≥ 99.9% Se distribuye en caja azul con 10 piezas. Tiene una capacidad de filtrado inferior a la anunciada (menos del 90%) y no se adapta bien al rostro. No cumple las normas.
- Teyouda. KN95 Protective mask. Se vende en cajas de 40 o 50 unidades. La filtración es inferior a 74% y no se adapta a la cara.
- Foshan KN95. Filtrado de partículas inferior al 78%. No se ajusta a las normas.
- AMO KN95. La retención de partículas de este material es insuficiente, medida inferior o igual a 83%.
- Huabiwei KN95 Series folding mask. La capacidad de filtrado es insuficiente, inferior o igual al 89 %.
- Sin marca- KN95. FFP2 Multilayer Protective Structure. Filtra menos del 90% de partículas.
- E Good. EGM-KN95L La retención de partículas es insuficiente, menos del 68%.
- Sin marca. KN95, ref. PON002. Filtrado insuficiente: solo retiene un 47 % de las partículas.
- SAFE. KN95 mask. Capacidad de filtrado insuficiente, menos del 67% y no se adapta al rostro.
- Yubei. Air-purifying particle respirator KN95. No llega al 93 % del filtrado y no se adapta al rostro.
- MASK. Disposable Protective. La capacidad total de filtración es igual o menor al 69%. No se adapta bien al rostro.
- Mocue. The Protective Face Mask. MC 950V Filtración inferior o igual al 88%.
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