La mascarilla no lo es todo ante un ataque de tos. Aunque es considerado un artículo esencial en la protección contra las enfermedades virales, no protege completamente, sobre todo si los ataques son seguidos y fuertes.
Así concluyeron dos miembros de la Universidad de Nicosia, de Chipre, que investigaron cuán buena es la mascarilla ante la tos. “Sin la mascarilla, la tasa de penetración de las gotas respiratorias aumenta con los ciclos de tos y tiende a disminuir después de varios ciclos”, afirmaron.
Los resultados cobran importancia en este momento cuando aún sigue la pandemia de la COVID-19 y se ha recomendado, entre otras medidas, el uso de este producto para evitar y controlar la propagación del nuevo coronavirus. Uno de los síntomas de la enfermedad es la tos, los estornudos y la dificultad al respirar.
Talib Dbouk y Dimitris Drikakis, autores del artículo, que se publicó recientemente en Physics of Fluids, investigaron por computadora la ruta de las gotas de saliva en un ataque de tos leve y diez ciclos alrededor y a través de la mascarilla.
No tanto la tos, sino lo seguido
De acuerdo con el artículo, se valieron de una mascarilla que contiene un material filtrante, permeable al aire, y que estaba hecho de capas fibrosas y porosas.
Se determinó que la ruta de fluido de las gotas de saliva y la continuidad de la tos repercuten notoriamente en la eficacia de la mascarilla. Determinaron que sí protege de los ataques de tos, sobre todo del primero, pero que muchas gotas se esparcen alrededor y lejos de la cubierta durante continuos ataques.
“Mostramos que el uso de las mascarillas reducirá la transmisión de las gotas de saliva en el aire y protegerá al usuario de las gotas que otras personas expulsan. Sin embargo, muchas gotas se esparcen alrededor y lejos de la cubierta durante los ciclos de tos. Por lo tanto, el uso de la mascarilla no protege completamente, y el distanciamiento social sigue siendo importante durante una pandemia”, señalaron.
El distanciamiento social es otra de las recomendaciones que más se han hecho para evitar la propagación de la COVID-19. Así, se aconseja que las personas guarden una distancia de entre 1 y 2 metros.
La Organización Mundial de la Salud recomienda, a su vez, el uso masivo de la mascarilla de tela en los sitios donde aún hay contagios y que estén cerrados o muy concurridos.
En el caso del personal sanitario, aconsejó el uso de la mascarilla médica en los recintos asistenciales de los lugares donde aún haya contagios y rebrotes. Sin embargo, Dbouk y Drikakis advirtieron que, aun cuando se tenga la mascarilla puesta, la poca eficacia de este artículo ante los continuos ataques de tos hace que el personal sanitario se vea aún más comprometido.
También advirtieron que se debería esperar una menor eficacia de la mascarilla en los ataques de tos fuerte y cuando se usa por mucho tiempo.
La mascarilla no ayudaría del todo, pero sí en mucho
Los investigadores establecieron, de acuerdo con el artículo, que la mascarilla tiene otros beneficios: 1. Ayuda a que las gotas de saliva disminuyan en cantidad durante los ataques de tos. 2. El diámetro de las gotas de saliva es mayor en los ataques de tos cuando no se usa la mascarilla.
A su vez, hicieron referencia a la distancia a la que se transmiten las gotas de saliva con o sin mascarilla:
- (Cuando no se tiene la mascarilla puesta), las gotas viajan alrededor de 70 centímetros.
- (Con la mascarilla puesta), la mayor parte de las gotas viajarán aproximadamente la mitad de la distancia.
- Sin embargo, en ambos casos, todavía hay gotas aisladas que se transmiten más allá de 70 centímetros.
La mascarilla bien puesta sigue siendo eficaz. Así lo afirmaron ambos articulistas y esto coincide con la recomendación que organismos internacionales hacen sobre el buen uso de este implemento.
“La mascarilla bien puesta es importante. Si existen algunas aberturas pequeñas, puede conducir a una fuga adicional de gotas alrededor de la mascarilla, que no se puede ignorar. Contribuye a una reducción adicional en la eficacia de la mascarilla con respecto a la reducción de la eficacia por el comportamiento cíclico del ataque de tos.
No es totalmente segura, no confiarse
La mascarilla también proporcionará una mayor protección al usuario, dado que bloquea las gotas que otra persona expulsa y desacelera aún más (la recepción de las gotas del otro)”, dijeron.
Ambos investigadores hacen las siguientes conclusiones:
1. Aunque la mascarilla reduce la transmisión de las gotas de saliva al toser, igualmente algunas se transmitirán. Esto es muy importante en los ambientes interiores y exteriores.
2. Las gotas de saliva se pueden transmitir a varios metros de la persona debido a las condiciones del viento. Por tanto, el distanciamiento social sigue siendo clave en contra de la pandemia que esté avanzando.
3. El personal de salud necesita un equipo completo de protección individual.
Recientemente una investigación científica publicada en la revista Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos afirmó que la mascarilla protege más por sí sola que cualquier otra medida de contención.
No obstante, señalaron que de todas formas se deben usar las medidas recomendadas en conjunto como un modo probable de mayor prevención: uso de mascarillas, distanciamiento social, cuarentena y rastreo de las personas con las que los contagiados han tenido contacto.
La COVID-19 en el mundo
El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) informó que desde el 31 de diciembre de 2019 hasta este 17 de junio de 2020 van 8.142.129 casos confirmados y 443.488 fallecimientos.
Hasta el momento, América es el continente con más casos: 3.987.543. Le siguen en número de casos: Europa con 2.218.190; Asia, 1.668.135; África, 258.737; Oceanía, 8.828 y otros con 696.
En este momento también se ha hablado de rebrotes en Roma, Italia, uno de los más afectados en Europa, y en Pekín, China, país donde se originó el coronavirus a finales de 2019.
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