No una, ni dos, ni tres. En repetidas ocasiones, las Fuerzas Armadas han elevado su voz para solicitar un presupuesto que le permita mantener su nivel de operatividad. En el marco de la lucha contra la COVID-19 lo han vuelto a hacer. Tal vez el hecho de participar en forma activa en el combate contra la pandemia a través de la Operación Balmis llevó a uno de sus brazos operativos, el Ejército del Aire, a realizar el planteamiento.
A diferencia de 2008 cuando lo hicieron en el Congreso de los Diputados, en esta ocasión aprovecharon una publicación institucional: la Revista Aeronáutica y Astronáutica, que imprime la Secretaría General Técnica del Ministerio de Defensa.
El editorial de la revista número 892 (abril-mayo) lleva por título “Saldremos Fortalecidos”. Resalta el aporte del Ejército del Aire en la crisis, sustentado “no tanto en la cantidad de personal desplegado, sino en la calidad de nuestro personal y medios aportados”. Hace referencia a la UCI puesta en funcionamiento en Ifema por unidades sanitarias del Aire. También al traslado de equipo sanitario y personal a Canarias y Baleares. El transporte desde China y otros países de material sanitario a España.
Las Fuerzas Armadas y su carencia de recursos
En el texto se indica que la crisis sanitaria generará consecuencias de distinta naturaleza, pero hay que ser positivos y destacar cómo los elementos del Estado y de la sociedad mostraron su capacidad de respuesta.
“España ha demostrado a lo largo de su historia que es un país que se crece ante los contratiempos y lo volveremos a manifestar una vez más saliendo fortalecidos como nación, como personas, como militares y como aviadores”, reseña El Confidencial para más adelante destacar lo siguiente:
“Y seguro que, además, hará pensar a nuestra sociedad en la importancia de que nuestras FF. AA. tengan los recursos de personal y material adecuados para poder estar siempre en las condiciones necesarias para defender a España y a los españoles cada vez que se necesite”.
Al igual que el Ejército del Aire también en el pasado lo han hecho otras fuerzas como el Ejército de Tierra que ha solicitado financiamiento suficiente y estable para así estar dotados de medios tecnológicamente avanzados y contar con capacidades adicionales y novedosas en el nivel táctico.
Uno de las solicitudes más firmes y directas la hizo en abril de 2018, el anterior Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Fernando Alejandre, cuando ante la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados advirtió que si España no aumentaba su inversión en las Fuerzas Armadas, la operatividad quedaría comprometida y se incumplirían los compromisos con los aliados de la OTAN.
Operación Balmis
Durante la crisis del coronavirus más de 2.500 efectivos del Ejército de Tierra, Armada, Ejército del Aire, Unidad Militar de Emergencias y Guardia Real han sido desplegados en las 172 localidades del país a través de la Operación Balmis, en homenaje a la expedición que lideró el médico militar Francisco Javier Balmis entre 1803 y 1806, con el fin de llevar la vacuna de la viruela a los territorios del imperio español en América y Filipinas.
La movilización que se ha hecho desde el 15 de marzo ha sido para ejecutar acciones relacionadas con la desinfección de infraestructuras críticas (puertos, aeropuertos y estaciones), instalaciones sanitarias y de distintas dependencias.
También para apoyar en la instalación de hospitales de campaña, transporte de materiales, desinfección de más de 130 residencias de mayores y traslado de enfermos y personas mayores de hospitales a hoteles-hospitales. En el Centro Militar de Farmacia de la Defensa producen gel hidroalcohólico para la limpieza de manos a razón de 800 l/día, paracetamol y antivirales.
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