La firme determinación de la UE, el Reino Unido y Estados Unidos de marcar distancia con el petróleo y gas de Rusia, agrega una nueva urgencia para acelerar la transición hacia fuentes alternas limpias. Con el saldo favorable del año pasado, las energías renovables están listas para romper otro récord mundial en 2022.
Son muchos los factores que están en juego a raíz de la invasión de Putin a Ucrania: burlar la alta dependencia del potencial energético ruso y los altos precios de los combustibles fósiles. El bloque europeo y, los países de Occidente encuentran en la energía limpia un papel clave. Además, de su sintonía con la ruta verde en curso y con miras a la descarbonización.
Señala la Agencia Internacional de Energía que, en el caso de la electricidad renovable, “las políticas previas a la crisis conducen a un crecimiento más rápido en nuestro pronóstico actualizado. Las energías eólica y solar fotovoltaica tienen la propiedad de reducir la dependencia del sector eléctrico de la UE del gas natural de Rusia para 2023.
Las adiciones anuales de capacidad renovable rompieron el récord en 2021, aumentando un 6% a casi 295 GW. A pesar de la continuación de los desafíos de la cadena de suministro impulsados por la pandemia, los retrasos en la construcción y los precios récord de las materias primas, refiere la AIE.
Se espera que los costos de la energía solar fotovoltaica y eólica sigan siendo más altos en 2022 y 2023 que los niveles previos a la pandemia. Debido a los elevados precios de los productos básicos y el flete. Sin embargo, su competitividad en realidad mejora, debido a aumentos mucho más pronunciados en los precios del gas natural y el carbón.
¿Otro récord de las energías renovables?
La nueva capacidad para generar electricidad a partir de sol, los vientos y otras fuentes de energía renovables aumentó a un nivel récord en el mundo en 2021. Se espera que crezca aún más este año a medida que los gobiernos buscan aprovechar la seguridad energética. Y los beneficios climáticos de las energías renovables, según la AIE.
El mundo agregó un récord de 295 gigavatios de nueva capacidad de energía renovable en 2021, superando los desafíos de las trabas en el suministro y los altos precios de las materias primas. En ese sentido, la agencia insiste en elevar las inversiones en ese segmento energético.
Estima que las adiciones de capacidad global aumenten este año a 320 GW, equivalente a una cantidad que se acercaría a satisfacer toda la demanda de electricidad de Alemania. O igualar la generación total de electricidad de la UE a partir de gas natural. La energía solar fotovoltaica está en camino de representar el 60% del crecimiento mundial renovable en 2022, seguida por la energía eólica e hidroeléctrica.
En la UE, las adiciones anuales escalaron casi un 30% a 36 gigavatios en 2021, superando finalmente el récord anterior del bloque de 35 gigavatios establecido hace una década. La capacidad adicional de renovables encargada para 2022 y 2023 tiene el potencial de reducir la dependencia de la UE del gas ruso en el sector eléctrico. Pero la contribución real dependerá del éxito de las medidas paralelas de eficiencia energética para mantener bajo control la demanda energética de la región.
“La evolución del mercado en los últimos meses, especialmente en Europa, ha demostrado el papel esencial de las energías renovables en la mejora de la seguridad energética. Además de su eficacia bien establecida para reducir las emisiones”, dijo Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE.
Crecimiento más rápido de lo esperado
El ejecutivo consideró necesario “reducir los trámites burocráticos. Acelerar los permisos y brindar los incentivos adecuados para lograr el récord esperado este año en las energías renovables. A la vez de mantener viva la posibilidad de alcanzar nuestros objetivos climáticos internacionales”.
Sostiene la agencia que el aumento de las energías renovables en lo que va del año es mucho más rápido de lo esperado inicialmente. Impulsado por un fuerte apoyo político en China, la Unión Europea y América Latina, que compensan con creces el crecimiento más lento de lo previsto en Estados Unidos. La perspectiva de EE UU se ve nublada por la incertidumbre sobre los nuevos incentivos para la energía eólica y solar. Y por las acciones comerciales contra las importaciones de energía solar fotovoltaica de China y el sudeste asiático.
Sin embargo, según la configuración de políticas actual, el crecimiento global de la energía renovable perderá impulso en 2023. En ausencia de políticas más sólidas, se espera que la cantidad de capacidad de energía renovable agregada en el mundo se estabilice en 2023. Debido a que el progreso continuo de la energía solar se ve compensado por una disminución del 40% en la expansión de la energía hidroeléctrica. Y pocos cambios en las adiciones eólicas.
Los mercados energéticos se enfrentan a una amplia gama de incertidumbres. El enfoque fortalecido de los gobiernos en la seguridad energética y la asequibilidad, particularmente en Europa, está generando un nuevo impulso. Detrás de los esfuerzos para acelerar el despliegue de soluciones de eficiencia energética y tecnologías de energía renovable. Por lo tanto, la perspectiva de estas energías para 2023 y más allá dependerá en gran medida de si se introducen e implementan políticas nuevas y más fuertes en los próximos seis meses.
Fuerte impulso de China e India
El crecimiento actual en la capacidad de energía renovable sería aún más rápido sin la cadena de suministro actual y los desafíos logísticos. Estima la AIE que el costo de instalar plantas solares fotovoltaicas y eólicas se mantenga por encima de los niveles previos a la pandemia a lo largo de 2022 y 2023. Secuela de los elevados precios de los productos básicos y los fletes, revirtiendo una década de costos decrecientes.
Sin embargo, siguen siendo competitivos porque los precios del gas natural y otras alternativas de combustibles fósiles han aumentado mucho más rápido, agrega el análisis.
Las adiciones globales de capacidad solar fotovoltaica están en camino de batir nuevos récords tanto este año como el próximo, con un mercado anual que alcanzará los 200 GW en 2023.
El crecimiento de la energía solar en China e India se está acelerando, impulsado por un fuerte apoyo político para proyectos a gran escala. En la Unión Europea, se espera que las instalaciones solares en los techos de los hogares y las empresas ayuden a los consumidores a ahorrar dinero a medida que aumentan las facturas de electricidad.
Las incertidumbres políticas, así como las regulaciones de permisos complejas, están impidiendo un crecimiento más rápido para la industria eólica. Habiendo caído un 32% en 2021 después de instalaciones excepcionalmente altas en 2020. Se prevé que las adiciones de nueva capacidad eólica terrestre se recuperen ligeramente en 2022 y 2023.
En recuperación la demanda de biocombustibles
En el análisis de la AIE sobre las posibilidades ciertas de alcanzar un récord las energías renovables en 2022, advierte que las nuevas incorporaciones de capacidad eólica marina caerán un 40% este año. Después de haber sido impulsadas en 2021 por un gran salto en China cuando los desarrolladores se apresuraron a cumplir con la fecha límite de los subsidios. Pero las adiciones globales todavía están en camino de ser un 80% más altas este año que en 2020. Incluso con su expansión más lenta este año, China superará a Europa a fines de 2022. Para convertirse en el mercado con la capacidad eólica marina total más grande del mundo.
La demanda de biocombustibles se recuperó en 2021 desde sus mínimos pandémicos. Y logró alcanzar más de 155.000 millones de litros, cerca de los niveles de 2019. Se espera que la demanda siga aumentando: un 5 % en 2022 y un 3 % en 2023.
Sin embargo, adelanta la agencia, “la invasión rusa de Ucrania tiene impactos. Ha contribuido a una revisión a la baja del 20 % de nuestro pronóstico anterior de crecimiento de biocombustibles en 2022. Dado que los biocombustibles se mezclan con gasolina y diésel, gran parte de la revisión a la baja se debe a la desaceleración de la demanda de transporte. Esta se ha visto deprimida por una combinación de factores. Como presiones inflacionarias, crecimiento económico global más débil y restricciones de movilidad relacionadas con la COVID-19 en China”.
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