En 2016 se anunció con gran esperanza que el consumo mundial de carbón, responsable de casi la mitad de las emisiones de CO2 del sector energético, había iniciado una fase de estancamiento. La reducción de la demanda en China y Estados Unidos, eran los más claros termómetros.
Sin embargo, de acuerdo con el Statistical Review of World Energy 2018 elaborado por BP, el consumo de carbón a escala planetaria despuntó por primera vez desde 2013 en 1% en 2017, mientras que las emisiones crecieron 1,6%. BP señala que el 63% de ese incremento se produjo en países de fuera de la OCDE y, especialmente, China.
Mientras en España el consumo de carbón escaló a un ritmo de 28,5%, y un 0,7% en Europa. Un número preocupante, pues la demanda española está muy por encima de la europea, lo que supone la necesidad de incentivar un ajuste urgente de la matriz energética del país.
El reporte destaca además que la quema de petróleo creció 1,8%, en 2017. Se trata de una muestra más de que los combustibles fósiles dominarán por largo tiempo la matriz energética mundial. Y por más tiempo aún si no se acometen las inversiones requeridas para lograr las metas del Acuerdo de París.
Para analistas internacionales, el mundo asiste a una etapa de transición que no es más que la puerta de entrada para alcanzar una matriz energética cuyas características son claras: abundante, disponible, segura, de fácil acceso, económica y amigable con el medio ambiente; en conclusión, sustentable.
De acuerdo con el Informe sobre el Progreso Energético, elaborado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y el Banco Mundial (BM), se estima que el 21% del consumo energético mundial procederá de las energías renovables en el año 2030.
Aunque alrededor de 176 países tienen ahora políticas de Energía Limpia, el mundo todavía depende en gran medida del petróleo, el gas y el carbón.
Todos ellos combustibles fósiles que los científicos de medio ambiente de la ONU estiman que tendrán impactos graves, generalizados e irreversibles para las personas y los ecosistemas en caso de no hacer algo para reducir drásticamente su consumo.
¿Qué tipos de energías renovables existen?
Aunque existen muchas formas de energía renovables primarias, no todas se han masificado, ni es previsible que lo hagan en un plazo breve. Los costes son diversos, y el uso de varias de ellas es básicamente endémico, toda vez que se requieren condiciones especiales para desarrollarlas.
Del pull de opciones limpias existentes, las que han logrado un sitial destacado son la eólica y la fotovoltaica.
Estas formas de obtener energías están reduciendo drásticamente sus costes, de forma que ya son plenamente competitivas con las convencionales en un número creciente de emplazamientos. Las economías de escala y la innovación están ya consiguiendo que las energías renovables lleguen a ser soluciones más sostenibles, no solamente desde el punto de mira ambiental sino también desde el económico para mover el mundo, reseña Acciona en un análisis sobre el entorno energético.
El año pasado (2017) se alcanzó un récord de capacidad de producción de energía renovable de 157 gigavatios, frente a los 143 gigavatios de 2016, y se superaron ampliamente los 70 gigavatios de producción equivalente de los combustibles fósiles, revela un informe de la ONU Medio Ambiente «Tendencias globales en la inversión en energías renovables 2018».
¿Son rentables las energías alternativas limpias?
De acuerdo con el más reciente informe de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), los costos de estas energías está descendiendo de manera importante, al punto que podrían quedar por debajo del precio de los combustibles fósiles para 2020.
De hecho, el documento reseña que es la primera vez que los costos de producción de algunas de las fuentes renovables quedaron por debajo de las energías fósiles. Los carburantes contaminantes exhibieron un valor de generación entre 50 y 170 dólares por megavatio/hora (MWh) en los países del G20 durante el 2017, mientras que los proyectos en energías renovables se situaron entre los 30 y 60 dólares.
El informe de IRENA titulado Renewable Power Generation Costs in 2017 resalta que las tecnologías de origen eólico y solar han logrado reducciones importantes, convirtiendo a las renovables en una forma cada vez más competitiva para cumplir con las nuevas necesidades de generación.
Destaca además, que el costo de generación de la energía eólica terrestre cayó cerca de un 25% desde 2010 y de la fotovoltaica se redujo 73% en ese período. Los gastos medios ponderados globales en los últimos 12 meses para las energías solar y eólica terrestre ahora se sitúan en 6 y 10 centavos de dólar por kWh respectivamente.
El estudio basado en los datos obtenidos del análisis de 15.000 proyectos desarrollados en 147 países por la agencia, representan más de 1.000 GW de capacidad de generación de energía. Una base de datos de subastas adicional abarca más de 7.000 proyectos con casi 300 GW de capacidad.
La conclusión a la que se llega en los actuales momentos es que, en definitiva, los costos de generación de energía renovable continúan cayendo y ya son muy competitivos para satisfacer las necesidades de nueva capacidad.
Por otra parte, la adquisición competitiva, incluidas las subastas, representa una pequeña fracción del despliegue mundial de energía renovable. Sin embargo, estos mecanismos están reduciendo muy rápidamente los costos en nuevos mercados.
Asimismo, la competencia global está ayudando a difundir las mejores prácticas de desarrollo de proyectos, reduciendo el impacto negativo de la tecnología y los riesgos asociados, en función de hacer que las energías renovables sean más competitivas en costos que nunca.
En los países desarrollados, incluso la energía solar se ha vuelto más barata que la nueva energía nuclear.
El valor nivelado de la electricidad (LCOE) a partir de la energía solar fotovoltaica (PV) disminuyó en un 69% entre 2010 y 2016, de manera que ya se ubica dentro del promedio de costos de los combustibles fósiles.
La energía eólica en tierra, cuyos desembolso cayeron un 18% en el mismo período, proporciona electricidad muy competitiva, con proyectos que se encargan habitualmente en la actualidad a 0,04 dólares por kWh.
A medida que la instalación se acelera, la ecuación de costos para las energías renovables se pone mejor. Con cada duplicación de la capacidad acumulada instalada para la energía eólica terrestre, los costos de inversión caen en un 9%, mientras que la electricidad resultante se vuelve un 15% más barata.
Los costos del módulo de energía solar fotovoltaica se han reducido en aproximadamente cuatro quintos, haciendo que los sistemas solares fotovoltaicos residenciales sean dos tercios más baratos que en el año 2010.
En resumen, las renovables se hacen espacio en la matriz energética. Sin embargo, las energías con mayor participación en la matriz mundial en 2016 fueron el Petróleo (33%), el Gas Natural (24%) y el Carbón (28%), una tendencia que se ha mantenido durante varias décadas.
Mientras que el 3% del consumo global de energía primaria se originó en fuentes renovables. La hidroelectricidad representó el 7% de la matriz global y la nuclear ocupa 4% de la torta.
Solar
Sobre la energía solar fotovoltaica se tiene que el desembolso de instalación promedio ponderado para esta energía, cayó de 4.394 USD/kW en 2010 a 1.388 USD/kW en 2017.
Los factores de capacidad han ido subiendo a lo largo del tiempo, con un aumento promedio ponderado global del 28%. El resultado global de la contribución de estos dos factores es una dramática caída en LCOE de la solar fotovoltaica a escala entre 2010 y 2017.
Los dos principales sistemas de la energía solar concentrada que han sido desplegados comercialmente son el canal parabólico y las torres solares. La presencia de mercado de estos modelos sigue siendo modesta y hasta hace poco se concentraba en España y los Estados Unidos.
Entre 2009 y 2011, el LCOE de proyectos varió de alrededor 0,30 a 0,47 USD/kWh con generosas políticas de apoyo que a su vez proporcionaron pocos incentivos para reducir los costos. Desde 2012, estos han estado cayendo.
La mayor competencia ha reducido los costos de instalación, con proyectos que también se benefician de mejores recursos solares en nuevos mercados emergentes como Chile, Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos. Los LCOE variaron entre 0,16 y 0,29 USD/kWh en 2016-2017.
Resultados recientes de subastas han mostrado una aceleración en las reducciones de costos. Las estimaciones iniciales indican que la competitividad de la solar concentrada cambiará fundamentalmente para plantas puestas en servicio después de 2020
Eólica
A escala mundial, los costes totales de la eólica onshore cayeron un promedio del 20% entre 2010 y 2017. El factor de capacidad promedio aumentó alrededor del 27% al 30%. El LCOE se redujo un 19% entre 2013 y 2017.
El desarrollo de emprendimientos de energía eólica marina se ha concentrado en Europa, especialmente en Bélgica, Dinamarca, Alemania, Países Bajos y Reino Unido. China y Estados Unidos también han construido algunos proyectos. Sin embargo, el promedio ponderado de LCOE por región permanece alrededor de 0,14 a 0,15 USD/ kWh. Sin embargo, los recientes resultados de subastas de 2016 y 2017 en Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Alemania y el Reino Unido muestran que la eólica offshore será muy competitiva en 2020 y más allá.
Geotermia
La generación de electricidad en base a fuentes geotérmicas es una tecnología madura, que puede proporcionar electricidad muy competitiva donde los recursos son de alta calidad. El LCOE de la energía geotérmica convencional varía de 0,05 a 0,13 U$S/k Wh para proyectos recientes.
Sin embargo, su masificación es más compleja debido a las características de las fuentes. Se trata de una energía endémica. Esta es, de hecho, una de las fuentes de energía renovable menos conocidas.
Hidroeléctrica
Si bien la fuente hidroeléctrica continúa siendo una de las energías más baratas, el desarrollo reciente de proyectos en sitios más desafiantes, con mayores costos de desarrollo de proyectos e ingeniería civil, ya sea debido a las condiciones en la ubicación de la presa o en términos de infraestructura más costosa y logística para el proyecto, los costos totales han comenzado a aumentar en los últimos años.
Bioenergías
La electricidad generada por biomasa puede ser muy competitiva en los países donde se dispone de materias primas de bajo costo (residuos industriales, forestales o agrícolas). En tales casos, los proyectos con biomasa pueden producir electricidad a un costo de 0,06 USD/kWh en los países de la OCDE, y 0,03 USD/ kWh en las naciones en desarrollo.
Energía solar, la consentida de los inversores
La ONU Medio Ambiente resalta que en 2017 el sector de la energía solar dominó como nunca antes la nueva capacidad de generación eléctrica, así como las inversiones globales. El mundo instaló un récord de 98 gigavatios (GW) de nueva capacidad solar, un aporte más alto que el de las otras tecnologías.
Las otras fuentes renovables añadieron 59 GW en conjunto: las plantas de carbón sumaron 35 GW; las de gas 38GW; el petróleo aportó 3GW y la energía nuclear contribuyó con 11GW de capacidad de generación.
La energía solar también atrajo mucha más inversión: USD160.8 mil millones, es decir 18% más en comparación con el año anterior, y más que cualquier otra tecnología. Recibió 57% de la inversión total del año para todas las energías renovables, excluyendo las grandes hidroeléctricas -USD 279.8 mil millones- y obtuvo más inversiones para nueva capacidad de generación que el carbón y el gas, con un estimado de USD 103.000 millones.
La fuerza impulsora detrás de la oleada de inversión solar del año pasado fue China, que agregó 53 gigavatios -más de la mitad del total mundial- e invirtió USD 86.500 millones, un aumento de 58% en relación con el año anterior.
El informe «Tendencias globales en la inversión en energías renovables 2018», publicado en abril pasado por ONU Medio Ambiente, su centro de colaboración con la Escuela de Fráncfort y Bloomberg New Energy Finance, revela que los costos decrecientes de la electricidad solar y en cierta medida de la energía eólica continúan impulsando el aumento en las inversiones.
El año pasado fue el octavo consecutivo en que la inversión mundial en energías renovables excedió los USD 200.000 millones. Desde 2004, el mundo ha invertid o USD 2.9 billones en estas fuentes de energía.
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