III CONGRESO INTERNACIONAL DE SOSTENIBILIDAD DEL MEDIO AMBIENTE /
MESA DE DEBATE I Consumo sostenible
El cambio de mentalidad de los consumidores, que demandan cada vez más productos sostenibles con etiquetado sobre el proceso de producción, ha llevado a muchas empresas a transformar su proceso de producción, distribución y comercialización para reducir al mínimo su huella de carbono y el uso de materias primas contaminantes. La tecnología ha empoderado a los consumidores, que se han convertido en prosumidores mediante iniciativas colaborativas y cuya capacidad de prescripción obliga a las organizaciones a valorar la experiencia del cliente.
La economía circular apuesta por el uso de recursos, no su consumo. Para evitar el derroche, hay que mantener el valor de los productos, materiales y recursos durante el mayor tiempo posible (reducir, reutilizar, reparar y reciclar). El ciudadano como corresponsable en la solución de problemas sociales, la aceleración de las empresas con propósito, la revolución en el tercer sector, la alimentación ecológica y de proximidad, la moda sostenible, la nueva gestión del talento en las empresas o el papel de la llamada passion economy en las industrias culturales son algunas de las propuestas estratégicas.
Menos agua y más materiales reutilizables
El periodista ambiental y director de EFEverde, de la Agencia EFE, Arturo Larena, moderó la mesa de debate sobre consumo sostenible en la que se abordó el cambio y concienciación por parte de los ciudadanos a la hora de optar por ciertos productos.
Fede Segarra Gurría, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de la empresa cervecera Damm, conocida por su impactante publicidad en materia de sostenibilidad, destacó que la demanda creciente de marcas responsables con el medio ambiente ha llevado a la empresa a reducir el uso de agua en su producción o el uso de materiales reutilizables y biodegradables en las anillas.
“El año pasado –precisó– para hacer un litro de cerveza gastamos 4,2 litros de agua. Esta cifra ha ido disminuyendo. El compromiso es llevarlo a 3,3 litros de agua por litro para 2030”. Para fabricar sus productos, en Damm necesitan de la naturaleza porque “la sostenibilidad ha impregnado todo nuestro proceso de producción”.
«Nuestras etiquetas son claras, sin letra pequeña, con toda la información que necesita el consumidor”
En esta misma línea, el presidente de las bodegas familiares Matarromera, Carlos Moro, quien comentó cómo ha convertido su negocio en una empresa ecológica y sostenible. Matarromera fue la primera bodega en calcular su huella de carbono. En Matarromera, la sostenibilidad es una cuestión de pensamiento, de filosofía, de ética. Para Carlos Moro, es muy importante favorecer la información y los servicios al consumidor y el usuario, “por eso nuestras etiquetas son claras, sin letra pequeña, con toda la información que necesita el consumidor”.
De la misma manera, el presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Miguel Ángel Feito, ha coincidido en el cambio de mentalidad por parte del consumidor hacia productos sostenibles, que contengan etiquetas que informen sobre la calidad. Concienciar a la sociedad para que adopte prácticas sostenibles es un proceso que requiere tiempo, “es como un movimiento tectónico, que no para en su avance, pero que se produce lentamente”. Por ello, hacen falta aceleradores de este movimiento de concienciación y educación.
Feito subrayó, además, la importancia de presionar a los gobiernos y a las administraciones para acelerar el cambio en la mentalidad de la sociedad hacia procesos más sostenibles: “Solo los gobiernos nacionales y supranacionales serán capaces de producir una aceleración en la conciencia de los ciudadanos”.
Economía circular en la industria de la moda
Los sectores relacionados con la cultura y la moda, también presentes en la mesa de debate, han especificado la importancia de concienciar desde los productores hasta los distribuidores sobre conceptos relacionados con la economía circular, reciclaje y reutilización.
La directora de Sostenibilidad de Live Nation Europa, la empresa de entretenimiento en directo, Patricia Yagüe, ha reconocido la responsabilidad por parte del sector del entretenimiento de preservar esta experiencia a futuras generaciones y establecer objetivos como la reducción de la huella de carbono de hasta un 50% o de residuo cero para 2030.
La comunicadora experta en moda Laura Opazo se refirió a la moda, pero no desde el punto de vista de las tendencias, sino sobre su impacto sociológico y la sostenibilidad en una industria que produce un 10% de las emisiones mundiales de CO2. Opazo, que reivindicó una cultura de moda, se ha mostrado crítica con el concepto de fast-fashion (del armario al vertedero), por el abaratamiento de costes en la producción, con mano de obra barata en terceros países y que no democratiza ni al consumidor, ni al empleado que trabaja en esas condiciones.