Por Sandra Martín
En Madrid no se salva nadie. Ya son cinco años con el mismo problema y la tendencia es ir en aumento. Solamente en los doce primeros días de 2015, seis estaciones -las encargadas de medir el nivel de contaminación- anuncian cifras que superan el valor límite anual. Son Ramón y Cajal, Villaverde, Barrio del Pilar, Ensanche de Vallecas, Fdez Ladreda (Plaza Elíptica) y Sanchinarro los lugares con mayor índice de contaminación.
«La calidad del aire de la ciudad de Madrid continúa sin cumplir los valores límite marcados por la legislación europea y los valores de la OMS para una adecuada protección de la salud», denuncian desde Ecologistas en Acción. Y dicen que «continúa», ya que 2014 ha sido el quinto año consecutivo que se han superado los niveles establecidos.
¿Qué consecuencias tiene?
Los efectos de estos altos niveles de contaminación inciden de manera directa a la salud de los madrileños y son la causa de algunas de las enfermedades respiratorias que muchos estarán pasando estos días -de hecho, la Consejería de Sanidad ha reforzado los hospitales ante un aumento de casos de gripe-. Uno de los principales gases contaminantes es el Dióxido de Nitrógeno, producido por los coches. Este afecta a los pulmones e inhibe algunas de sus funciones, disminuyendo la resistencia a las infecciones. Cuando esto ocurre, la persona puede enfermar con mayor facilidad.
Las ‘partículas en suspensión’ -sustancias dispersas en el aire procedentes de fuentes naturales y artificiales- incrementarían la mortalidad en general, la mortalidad por cáncer de pulmón y las enfermedades respiratorias y cardiovasculares -aumentando así los ingresos hospitalarios por estas afecciones-. «Estudios a largo plazo estiman que la exposición a éstas puede reducir la esperanza de vida entre varios meses y varios años», explican desde Ecologistas en acción.
Mientras, el Ozono troposférico (O3) afecta más a las personas mayores y a aquellas que tienen asma y alergias. Este provoca inflamaciones de pulmón y síntomas respiratorios. Pero hay más. Cuando se aumenta el ritmo de la respiración, entra una mayor cantidad de ozono a los pulmones, por lo que sus efectos nocivos se incrementan con el ejercicio físico. La Casa de Campo registró el nivel más alto de contaminación por O3. Por lo tanto, los pulmones de aquellos runners que disfrutan del aire libre de la zona verde más amplia de la ciudad, están en peligro.
¿Por qué estos niveles?
Los resultados que lanza la asociación en su último informe ‘La calidad del aire en Madrid’ denuncian que la causa principal de esta alta contaminación es el coche y los niveles de tráfico que hay en la ciudad. En España fallecen 12 veces más personas a causa de la contaminación atmosférica que por los accidentes de tráfico en carretera.
Así, desde Ecologistas en Acción proponen potenciar el uso de la bicicleta como transporte, poner en marcha un plan de movilidad peatonal, incorporar transporte público eléctrico, disuadir el uso del coche en el interior de la ciudad y una moratoria para las nuevas carreteras y autovías previstas en la comunidad.