Por Cambio16
Mientras miles de refugiados siguen luchando día a día por encontrar asilo, los dirigentes de la UE continúan con su tira y afloja debatiendo sobre el reparto de estas personas en una situación desesperada. El presidnete del Gobierno, Mariano Rajoy, se mostró este martes dispuesto a que España pueda aumentar la cifra de admisión de 2.739 refugiados que había anunciado -la UE pidió que España acogiera 5.849 personas y ésta se opuso-, pero siempre que se cumplan una serie de condiciones por parte de la Comisión Europea y de países a los que llegan estas personas.
Rajoy expresó esta disposición en Berlín en la conferencia de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel, en el marco de la cumbre informal hispanoalemana de dos días, 24 horas más tarde de que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, se pronunciara en contra de aumentar ese cupo.
Las condiciones de Rajoy pasan por que la Comisión impulse una política común de asilo y a que países como Italia y Grecia hagan centros de acogida de refugiados.
«Mientras no los hagan, los acuerdos no sirven para nada», subrayó el presidente del Gobierno antes de insistir en que es importante adoptar acuerdos, pero lo es mucho más cumplirlos.
Reiteró que la UE debe poner en marcha una política común de asilo y certificar ya una política global de inmigración.
«Lo que hacemos ahora está bien. Un reparto justo y equitativo está bien, pero esto no es la política global que en materia de asilo e inmigración necesita la UE», consideró Rajoy.
Por ello, advirtió: «O somos capaces de hacer una política de asilo o no resolveremos nunca este problema».
A favor de las cuotas
Ante la propuesta de Merkel de acogida de refugiados por cuotas, admitió que hay que intentar distribuirlos pero teniendo en cuenta las circunstancias de cada país y parámetros como el número de personas extranjeras que ya ha recibido o la tasa de desempleo.
Subrayó que apoyará ese planteamiento, pero precisó que hay que fijar con claridad qué países son seguros para determinar que sólo se acoja a asilados procedentes de naciones que no son seguras.
Rajoy puso como ejemplo de la experiencia española en la acogida de personas el hecho de que el 10,6% de los trabajadores en España son extranjeros, sin contar los que tienen la doble nacionalidad.
Añadió que España, como país frontera de la UE, ha vivido tragedias muy similares a las que se están viendo en las últimas semanas en Europa.