La contaminación de los hábitats naturales por los humanos no cesa. En especial las zonas costeras, que ser muy concurridas y las personas acostumbran a dejar residuos de comida, bebidas y, sobre todo, colillas de cigarro. Las más contaminantes. El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) estima que en España se generan como residuo más de 32 millones de filtros de cigarrillo al año, y más de tres cuartas partes acaban en el entorno. El residuo más abundante en las campañas de limpieza en las playas es la colilla.
El movimiento de los sedimentos y el pequeño tamaño de los filtros de los cigarros hace que sea sencillo que puedan quedar enterradas, lo cual dificulta su extracción. Más allá de esto, el problema con las colillas se agrava por el material del cual están hechas: acetato de celulosa. No es fácilmente biodegradable y puede pasar más mucho tiempo enterrado en la arena.
Contaminación por colillas
El filtro de las colillas libera nicotina, alquitrán, arsénico, cadmio, cobre, níquel y otros metales pesados tóxicos para el medio marino. Por lo tanto, que se desechen en las costas podría afectar a organismos vivos, y una vez dentro podría causar mayores problemas.
Cada colilla puede llegar a contaminar entre 8 y 10 litros de agua marítima, y hasta 50 litros de agua dulce. Pero este tipo de residuos no proviene únicamente de las zonas costeras, la lluvia y el viento pueden llevar las colillas de zonas alejadas de la playa hasta los océanos.
Al dejar extraviado un residuo tan tóxico como este, sea donde sea, se causa un impacto duradero en los ecosistemas y en nuestra salud. Los científicos llevan años alertando sobre el alto riesgo que implican para nuestra salud y la del planeta que los metales de los filtros de cigarro acaben integrándose en la cadena trófica y contaminen los alimentos y condimentos.
Algunas iniciativas para limpiar las playas
Para ayudar a acabar con la contaminación de las playas han surgido varias iniciativas para limpiarlas de colillas de cigarros. Una de ellas, y muy exitosa, la promueven los voluntarios de la agrupación «No más colillas en suelo», quienes recolectaron en julio de 2018 más de 200.000 colillas en la Barceloneta. El Ayuntamiento de San Sebastián apoyó el proyecto y con una empresa de artes gráficas repartió ceniceros de cartón en las playas. Además, un grupo hotelero valenciano llamado Magic Costa Blanca ofrecía cervezas a cambio de vasos llenos de colillas.
Todos estos proyectos son exitosos. Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 los frenaron. Fueron los niños los que más se acercaban a devolver colillas eran niños. Les daban un refresco por cada vaso que recogían. También hubo usuarios que recriminaban a los fumadores cuando desechaban una colilla en la arena.
Playas libres de tabaco en Barcelona
Conjuntamente con las iniciativas para limpiar las playas y evitar que las colillas de cigarro se entierren en la arena, en el País Vasco y en la ciudad de Barcelona han intentado crear una red de playas libres de humo de tabaco.
El problema radica en que por más que se limpien las playas constantemente o se repartan miles de ceniceros de cartón, no sirve de mucho si los visitantes no se comportan como ciudadanos. Aunque no existe una normativa que sancione al que contamine con sus cigarros, el 29 de mayo el Ayuntamiento de Barcelona prohibió fumar en cuatro de las diez playas de Barcelona. Lo cual podría ser una manera de acabar con las colillas de cigarro en las playas.
No está permitido fumar en las playas de Sant Miquel, Somorrostro, Nova Icària y Nova Mar Bella. La prohibición no lleva aparejada ninguna sanción, pero se ha advertido que el fumador podría ser multado por desobediencia a la autoridad si persiste después de que los agentes de la Guardia Urbana le han informado de que debe apagar el cigarrillo .
No es la primera iniciativa de este tipo en Cataluña. En 2006 el Ayuntamiento de l’Escala, Girona, prohibió fumar en la playa del Riuret y en 2011 el Ayuntamiento de Sant Feliu de Guíxols, también en Girona, decretó la prohibición de fumar en las costas. Dividieron las playas en dos zonas: fumadores y no fumadores.
En varias playas del País Vasco no se permitirá fumar
El País Vasco anunció que en este verano no se podrá ni encender un cigarro en ocho playas. La medida entró en vigor desde el 15 de junio. Los fumadores no serán sancionados si pasan por alto la recomendación, pero el Gobierno vasco promete «invitarles a no fumar para lograr que las playas sean sitios sin humo y sin colillas». No se podrá fumar en Itzurun y Santiago, en Zumaia, las vizcaínas de Laga y Laida, en Ibarrangelu, Isuntza en Lekeitio, Laidatxu y Hondartzape en Mundaka, y la playa interior alavesa de Garaio Sur, Burgelu. En la entrada tendrán el cartel en bilingüe: “Aire libre de humo”.
Para la consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, la iniciativa pretende “crear un ambiente sin humo en un entorno de ocio con gran presencia de menores”. También ha justificado la decisión como medida para “evitar que las colillas sean el objeto contaminante más habitual en estos espacios y aumentar el atractivo natural del entorno”.
En las islas Canarias, Baleares, Andalucía, Galicia y en la Comunidad Valenciana existen normativas que prohíben el humo en las playas.
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