Barreras sociales, económicas o familiares han marcado la vida de Andriy, Luismi, Cristina y Vanesa. Adversidades que la vida les ha puesto por delante por el mero hecho de nacer en un determinado lugar. Ellos son los protagonistas de Biografías aún por escribir, una colección de biografías escritas por el periodista Nacho Carretero que narran la vida de estos jóvenes, integrantes del proyecto social La Música del Reciclaje de Ecoembes.
La Música del Reciclaje es un proyecto de Ecoembes, la organización ambiental que coordina el reciclaje de los envases domésticos en España, que surge en 2014 con el objetivo de ofrecer formación musical y educación en valores a jóvenes de barrios vulnerables de Madrid. Esta enseñanza resalta la importancia de cuidar y respetar el medioambiente, los instrumentos de la orquesta están fabricados con materiales reciclados.
Además de recibir clases donde se les forma con conocimientos musicales, los niños adquieren conciencia sobre la importancia que tiene el reciclaje para el medioambiente.
Carolina Martín, responsable de La Música del Reciclaje detalla cómo Vanesa se enamoró del chelo cuando más hundida se encontraba; el sueño de Cristina de ser la primera mujer gitana violista de España; la capacidad de Andriy de transmitir con el violín lo que no es capaz de hacer con palabras y cómo a Luismi no le afectó el entorno de su barrio cuando encontró su verdadera vocación.
¿Cómo se ha logrado consolidar la iniciativa?
El proyecto social La Música del Reciclaje, puesto en marcha por Ecoembes, lleva ocho años ofreciendo formación musical y educación en valores a jóvenes de barrios vulnerables de la Comunidad de Madrid. Además, a través de esta formación se pone en valor la importancia de cuidar y respetar el medioambiente mediante los instrumentos fabricados con materiales reciclados.
Con esta iniciativa, mostramos cómo el reciclaje contribuye a brindar nuevas oportunidades ofreciendo a los jóvenes integrantes la posibilidad de tener un futuro y superarse personal y profesionalmente. Actualmente, el proyecto lo forman más de 100 niños y no cabe duda de que el éxito se debe a la dedicación y constancia de todos los que formamos parte. Un trabajo que vale la pena solo por saber que para esos jóvenes La Música del Reciclaje no es solo una orquesta, sino que se ha convertido en una familia y los profesores sus referentes.
El proyecto está inspirado en la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, de Asunción (Paraguay). ¿Cómo se produce el encuentro y el posterior hermanamiento de ambas orquestas?
La Música del Reciclaje está inspirada en la formación musical conformada por niños y adolescentes de escasos recursos que viven alrededor del vertedero de Cateura, en Asunción (Paraguay). Este grupo de jóvenes toca instrumentos elaborados a partir de materiales rescatados del vertedero. Cuando conocimos la iniciativa descubrimos que iba de la mano de los valores que defendemos desde Ecoembes: el cuidado del medioambiente, la educación y la innovación.
Los niños que la conforman son el ejemplo de que el reciclaje puede ser una forma de superación como instrumento de esperanza y de fe en el futuro. Por eso, en enero de 2014, Ecoembes invitó a la orquesta de Cateura a España para dar un concierto de Navidad y, a partir de ahí –con el empuje de la S.M. la Reina Sofía, que acudió al concierto– surgió el empuje y la inspiración para crear la orquesta de La Música del Reciclaje de Ecoembes. Desde entonces, ambas orquestas están hermanadas y han compartido escenario en varias ocasiones en nuestro país.
REESCRIBIR LA VIDA. Carolina Martín, responsable de La Música del Reciclaje, explica que el libro Biografías aún por escribir presenta la mayoría de sus hojas en blanco porque ellos, al igual que todos nosotros, mientras sigamos en la carrera de la vida podemos seguir escribiendo nuestra biografía.
En realidad, la orquesta proporciona a los jóvenes unas perspectivas de futuro que antes, en su entorno habitual, no tenían. ¿Se trata de una segunda oportunidad?
Sin duda. La Música del Reciclaje ofrece una red de apoyo a niños y niñas en riesgo de exclusión social. A través de esta iniciativa se les ofrece formación musical y educación en valores para favorecer su desarrollo personal, superándose personal y profesionalmente. Desgraciadamente, la formación musical no está al alcance de todos los bolsillos y es muy bonito ver como ellos han sabido aprovechar esta oportunidad.
CRISTINA es una joven de etnia gitana que nació y creció en El Pozo del Tío Raimundo. Cuando tenía siete años, el Ayuntamiento derribó las chabolas y realojaron a las familias en pisos. Sus padres, sus cuatro hermanos y ella fueron ubicados en un piso de Moratalaz, pero muy alejados de su lugar de origen.
Tras dos años de vivir una experiencia negativa, sin amigos y lejos de sus familiares, regresaron a su lugar de origen, a casa de la abuela de Cristina. En el colegio, recibieron la visita de La Música del Reciclaje y fue ahí cuando empezó a tocar el violín. Desde ese momento, la orquesta ha sido su salvoconducto para sobreponerse a las tradiciones familiares.
Más que una actividad solidaria, los jóvenes músicos ven la orquesta como una gran familia. ¿Qué ambiente se respira?
Ilusión, esfuerzo y ganas es lo que se puede ver en las caras de los niños y niñas que forman parte del proyecto La Música del Reciclaje. El ambiente que se respira tanto en las clases como en los ensayos de la orquesta es muy especial, los alumnos están muy unidos y, como comentabas, han encontrado en la orquesta una gran familia.
No solo aprenden música, sino que fabrican sus propios instrumentos con la supervisión del lutier Fernando Solar. ¿Cómo lo hacen? ¿Con qué materiales? ¿Qué instrumentos componen la orquesta?
Fernando Solar es el lutier de la orquesta y con sus manos hace magia. Con bidones, cubiertos, cajas de puros, tenedores, sumideros o monedas construye todos los instrumentos. La formación cuenta con violines, guitarras, chelos, contrabajos, flautas, saxos y piezas de percusión. También, con el objetivo de formar a otros jóvenes, Fernando ha creado un pequeño taller de lutería donde enseña a sus alumnos a dar una segunda vida a este tipo de objetos. Y su sueño es que algún día, alguno de sus alumnos pueda seguir sus pasos.
En los conciertos solidarios han compartido escenario con grandes artistas. Nunca falta la referencia a la economía circular, el reciclaje y la sostenibilidad. ¿Han contribuido a la visibilidad internacional de la orquesta?
Sin duda alguna, la colaboración de estos grandes artistas ha contribuido a dar una mayor visibilidad al proyecto. Antes de la pandemia, han podido compartir escenario con su orquesta hermana de Cateura y los artistas que han tocado con ella como Raphael, Miguel Poveda, Inma Shara, Soledad Giménez, Mikel Erentxun, Ara Malikian, Antonio Carmona, Manuel Carrasco, Judith Mateo, Víctor Manuel, Iván Ferreiro, Rosario Flores, Melendi, Luz Casal o Sara Baras…
La iniciativa Biografías aún por escribir recoge la peripecia vital de cuatro de los integrantes de La Música del Reciclaje. ¿En qué consiste?
Biografías aún por escribir es una colección de cuatro libros escritos por Nacho Carretero. Cuatro historias de superación, concretamente de cuatro de los integrantes del proyecto social La Música del Reciclaje: Vanesa, Andriy, Luismi y Cristina. Cuatro chicos que, por el hecho de nacer en un determinado lugar, han tenido que hacer frente a diferentes adversidades y enfrentarse a barreras sociales, económicas o familiares con un elemento en común: cómo la música ha sido capaz de cambiarles la vida.
LUISMI Nació y creció en el barrio madrileño de Entrevías, donde era muy fácil salirse del camino. La música, con el cajón flamenco. Mientras su entorno escogía otras vías, él continuó con su vocación: ser percusionista profesional. Cuando cumplió 16 años, sus padres se separaron y la música cobró otra dimensión y se convirtió en su salvación. Desde entonces, forma parte de La Música del Reciclaje y lucha por conseguir su sueño.
Esta colección de libros tiene algo muy especial que lo diferencia de otros libros, ya que también es una libreta porque tiene más de 100 páginas en blanco para que ellos, al igual que todos nosotros, mientras sigamos vivos podamos continuar escribiendo nuestra biografía. Los fondos recaudados con la venta irán destinados al proyecto social La Música del Reciclaje, impulsando así la oportunidad a que otros niños y niñas puedan dar un giro a su vida gracias a la música.
Sus experiencias, en ocasiones traumáticas y marginales, conmueven y emocionan. Su madurez impresiona. ¿Cómo les ha cambiado la vida?
Como narra Nacho Carretero en ‘Biografías aún por escribir’, estos niños y niñas han tenido que hacer frente a numerosos obstáculos a lo largo de su corta vida, pero han encontrado en la música una pértiga para saltar esas vallas que la carrera de la vida les ha puesto por delante.
Son cuatro historias breves y muy distintas. Así podremos conocer el sueño de Cristina de ser la primera mujer gitana violista de España; saber cómo Vanesa encontró en el chelo un refugio en el que resguardarse en los momentos que más hundida se encontraba; entender cómo Andriy es capaz de transmitir con el violín lo que no es capaz de decir con palabras; o cómo Luismi lucha por alcanzar su verdadera vocación: ser percusionista profesional a pesar de vivir en un barrio que intenta llevar a los más jóvenes por otro camino.
Vanesa nació hace 20 años en Madrid, en el seno de una familia sin recursos para mantenerla a ella y a sus dos hermanos. Con cuatro años fue trasladada un centro tutelado para menores junto a sus hermanos. Con cinco, fue acogida por un matrimonio, pero algo no encajaba en el interior de la pequeña Vanesa. Al poco tiempo de estar con ellos, el marido murió y ahí empezaron los problemas. El comportamiento cambió, se volvió hostil y violento.
La situación duró hasta que cumplió diez años cuando decidió hablar con ella y comunicarle que no quería estar ahí. El destino la devolvió a un centro tutelado, separada de sus hermanos, las consecuencias de este hecho se revelaron en su carácter, se convirtió en una niña apagada, encerrada en sí misma. Con 13 años vio un violonchelo por primera vez. Lo que sucedió ese día es que La Música del Reciclaje visitó el centro donde ella vivía y desde entonces se convirtió en refugio.
Acaban de protagonizar un concierto solidario con Ucrania en el Pozo del Tío Raimundo. Los vecinos de este barrio llevaron alimentos y otros productos de primera necesidad. ¿Cómo fue la experiencia?
El concierto en el Pozo del Tío Raimundo fue muy emocionante, todos los vecinos del barrio se volcaron con esta iniciativa donando productos de primera necesidad. Desde que abrimos las puertas del recinto, los vecinos no dejaron de acercarse a entregar productos y, gracias a ello, los voluntarios de Ecoembes consiguieron llenar 50 cajas para que la ONG olVIDAdos pudiera repartir directamente en Ucrania.
Toda una lección de colaboración, solidaridad y empatía con la situación que está viviendo Ucrania. También fue muy bonito ver cómo en muy pocos días los integrantes de la orquesta se aprendieron el himno ucraniano para cerrar el concierto como mensaje de apoyo al pueblo ucraniano.
ANDRIY. De pocas palabras, todo lo que calla lo expresa con su violín. Nació en España hace 12 años, pero siendo un bebé su familia se trasladó a Ucrania, de donde son originarios. Cuenta también que es el menor de tres hermanos y que cuando estaba en Ucrania era feliz, tanto que, cuando su familia decidió regresar a España el pidió quedarse allí. Conoció La música del reciclaje a los 6 años en el Pozo del Tío Raimundo, donde vive.
La Reina Sofía encabeza el comité protector, donde están representados músicos y organizaciones no gubernamentales como Aldeas Infantiles. Su labor no es solo representativa. ¿Hasta qué punto están implicados?
Periódicamente, el Comité protector de La Música del Reciclaje se reúne para hacer balance y evaluar los avances que ha tenido la iniciativa, así como establecer los pasos para los próximos años. Actualmente, el Comité protector está presidido por la Reina Doña Sofía, que desde 2014 participa en la iniciativa social como Presidenta de Honor; Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes; Inma Shara, directora de orquesta; Odile Rodríguez de la Fuente, presidenta de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente.
También María Franco, directora de la fundación “Lo que de verdad Importa”; Pedro Puig, director y presidente de Aldeas Infantiles SOS; María Iturriaga, directora ejecutiva de Berklee College of Music–Valencia Campus; Javier Urra, psicólogo forense en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y Juzgado de Menores y ex defensor del Menor de la Comunidad de Madrid y el prestigioso tenor José Manuel Zapata. Su compromiso e involucración es fundamental para que el proyecto siga adelante y, siempre que pueden, no dudan en acompañar a los niños y niñas en sus conciertos.