La revolución que se inició con la popularización de los textos electrónicos y ahora con la inteligencia artificial ha servido para visualizar un cambio en la misión, visión, objetivos y servicios que desde hacía tiempo se venía gestando en las bibliotecas venían. Materializado en propuestas más cercanas y acordes con los intereses de sus comunidades.
Desde hace tiempo las bibliotecas ofrecen formación e información de manera gratuita o semigratuita, pero también interactúan con los ciudadanos mucho más allá de lo que significa el libro. Y es que fueron mutando y adaptándose obligadas por el cambio en las conductas y necesidades de los lectores en la era digital. Cada vez son menos un sitio para obtener información de manera pasiva y buscan tener un carácter premeditadamente proactivo que involucre a su comunidad.
Los avances tecnológicos han posibilitado que las colecciones hayan crecido considerablemente durante los últimos años, así como las opciones y la disponibilidad para los usuarios. Esto sin duda influye en el crecimiento de la demanda. Este movimiento que cobra fuerza hacia el préstamo de libros electrónicos es una tendencia verificable en todo el mundo. Por esto, especialista aseguran que es casi una obligación que las bibliotecas se reinventen constantemente, con el fin de potenciar aquellos servicios y competencias que mejor han venido desarrollando a lo largo de su existencia.
La comunidad como norte
La clave que marca la transformación es sin duda la profundización de la participación de las bibliotecas en sus comunidades. Ahora son lugares de acogida y programación de eventos y para la creación de contenidos a través de la prestación de espacios. Su objetivo es ser socios esenciales para los individuos, grupos, empresas y gobiernos, y en general para la propia sociedad.
Además, sirven de espacio público en un mundo en privatización, o brindan servicios a las personas sin hogar transformándose en un lugar para la gestión de crisis durante los desastres urbanos. Pero el papel vital que pueden desempeñar es en la promoción del desarrollo económico, ecológico y social para crear comunidades sostenibles en tiempos difíciles. Poco a poco se están transformando en centros sociales de la comunidad, donde las personas entran y hacen de su visita un acto social. La conciben como el lugar más adecuado de la comunidad para llevar a cabo cualquier experiencia social.
Cambio total
Las bibliotecas se repiensan como nuevos centros comunitarios dinámicos, con cafés y cómodos asientos, incubadoras de pequeñas empresas, espacios de colaboración, impresoras 3-D, talleres de escritura, jardinería y tiendas online para vender los libros de autores locales. Algunas están realizando sesiones dedicadas a cómo sacar el máximo provecho de dispositivos de lectura Kindle y cómo explotar el mayor rendimiento con las aplicaciones de iPads y teléfonos inteligentes para la vida cotidiana.
También facilitan a los usuarios aprender cómo descargar libros electrónicos y audiolibros de distintas plataformas libres. Los bibliotecarios aseguran que ven más interés y disposición por parte de los usuarios en el aprendizaje de cómo utilizar los dispositivos de que disponen. En otras se realizan exposiciones de arte, talleres de pintura, talleres de autoaprendizaje o para la búsqueda de empleo. Además, se constituyen en lugares de reunión para los diferentes colectivos de la ciudad como agricultores y empresas.
Hace un tiempo hubo una controversia por una decisión que tomó la biblioteca de una ciudad de servir de lugar para intercambio de libros usados, con una tienda de café incluida. Especialistas expresan que este tipo de iniciativas se hacen eco a nivel nacional e internacional, y que las bibliotecas públicas son un ejemplo de esfuerzo para desarrollar y atender el conjunto de demandas que les plantean sus comunidades.
Multifuncional y necesaria
Corinne Hill, directora del sistema de bibliotecas en Chattanooga, Tennessee, considera que la biblioteca del siglo XXI es un taller comunitario, un centro lleno de las herramientas propias de la economía del conocimiento. Todavía atesora libros, pero también tiene impresoras 3-D, cortadoras láser y espacios para la realización de reuniones de negocios. Ofrece clases de programación de ordenadores. Video y software de audio-producción. Para que cualquier persona pueda acceder a todas las cosas que son demasiado caras y beneficiarse de su uso en este espacio comunitario.
Es primordial la gestión de salas y actividades. Ofrecer la posibilidad de reservarlas, así como puestos de lectura a través de la propia página web o aplicación de la institución. Para que creadores de empresas pueden venir a trabajar, mientras sus hijos también se entretienen. O se pueda organizar, por ejemplo, un campamento para adolescentes cuyo tema sea la programación informática.
De este modo las personas se congregan allí para compartir ideas, y la transferencia de conocimiento está sucediendo en el entorno de la biblioteca como un lugar clave de la comunidad. Y este cambio en el concepto de biblioteca lo que está suponiendo es casi un resurgimiento de la comunidad en favor de la convivencia, la sostenibilidad, el empleo y las relaciones sociales.
Inmensas posibilidades
Los bibliotecarios pueden hacer recomendaciones de lecturas a través de Internet y las redes sociales de la biblioteca. También ofrecer acceso e información a recomendaciones de otros lectores, como puede ser a través de las opiniones y experiencias visibles través del catálogo de la biblioteca. Pueden ir más allá del préstamo de libros o materiales audiovisuales. Por ejemplo, pensar en el préstamo de objetos como tablets u ordenadores portátiles.
Además del préstamo físico, las bibliotecas pueden habilitar terminales que incentiven el préstamo digital. Por ejemplo, a través de ordenadores, pantallas o a través de códigos QR o tecnología NFC. Romper su barrera física y ofrecer servicios como el préstamo en distintos puntos de la ciudad, incluido el transporte público. La idea es que la biblioteca esté en cualquier lugar del municipio, por ejemplo, a través de códigos QR. También se puede aplicar la gamificación para fomentar la lectura y atraer a la población joven y adolescente a la biblioteca.
Una idea positiva es proporcionar autonomía al usuario. Que la experiencia de las personas sea lo más libre posible. Esto se puede lograr a través de mapas digitales para que sepan dónde encontrar determinada sala o libro de interés, y máquinas de autopréstamo, e incluso préstamo desde smartphones. En ocasiones, hay personas que requieren contenidos muy específicos. Una posible solución es a través de máquinas de impresión de libros / capítulos o plataformas de venta o préstamo de fragmentos de libros.
Editoriales en potencia
Actualmente la autopublicación es uno de los segmentos de mayor crecimiento editorial. Los modelos de producción literaria están cambiando profundamente a medida que la era digital continua, esto afecta el concepto de autor, lector y crítico. Casi todas las bibliotecas de Estados Unidos tienen un catálogo digital de libros electrónicos, con muchos títulos de autopublicación, especialmente de autores locales. Las bibliotecas públicas están mostrando más interés en el mundo editorial, así como en la posesión de contenidos.
La premisa es por qué no hacer lo mismo que Amazon, con la experiencia acumulada en torno al mercado editorial. Expertos creen que una vez que una biblioteca invierte en la infraestructura para gestionar libros electrónicos directamente de los editores, se encuentra que dispone de la misma infraestructura que le permite ser un editor.
En el futuro próximo tendrán que orientarse a aumentar su relevancia teniendo en cuenta el aumento de la economía compartida. Es un sistema económico sostenible en torno a la distribución de los activos humanos y físicos. Incluye la creación compartida, producción, distribución, comercio y consumo de bienes y servicios por parte de diferentes personas y organizaciones. La economía de compartir significa que en lugar de ser dueño de las cosas directamente, la gente paga para utilizarlas solo cuando las necesita.
La IA dibuja el futuro
- Mejora la precisión en la búsqueda y recuperación de información, lo que permite a los bibliotecarios avanzar en sistemas de clasificación y analizar colecciones digitales. Además, los bibliotecarios participarán en el diseño de herramientas de descubrimiento de conocimiento impulsadas por la IA, educando al público sobre su uso.
- Las bibliotecas están adoptando la automatización de procesos mediante la robótica, como la automatización de tareas administrativas y sistemas de almacenamiento y recuperación automatizados. El concepto de «Biblioteca Inteligente» controlada remotamente mediante IA se perfila como el futuro. Las interacciones serán a través de asistentes digitales y servicios sin personal directo.
- Utilizan chatbots impulsados por IA para conectar a los usuarios con información altamente personalizada y eficiente. Se implementan herramientas en servicios de circulación para recomendaciones personalizadas basadas en búsquedas y patrones de préstamo anteriores.
- Junto con la alfabetización en datos, la IA requiere comprensión de su función, lógica, limitaciones e impactos potenciales. Las bibliotecas están centrando sus esfuerzos en la alfabetización en IA, proporcionando a los usuarios las habilidades necesarias para participar en una sociedad cada vez más impulsada por la IA.
- La IA se integra en la analítica bibliotecaria para identificar patrones en tiempo real. Fortalece estrategias de gestión y planificación para mejorar servicios.