Las economías mundiales se ven amenazadas por los desafíos que suponen las guerras comerciales que se han intensificado en los últimos meses. El crudo, China y EE. UU. son los actores principales de unas negociaciones que no acaban por llegar a buen puerto y que perjudican los precios de determinados productos.
Joaquín Robles, analista XTB, 20/07/2019
El petróleo sufrió la mayor caída de las últimas dos semanas después de que Trump afirmara que todavía queda un “largo camino” para alcanzar un acuerdo comercial con China. Durante las últimas sesiones hemos visto como el gigante asiático ha adoptado una postura más dura, lo que podría complicar un acuerdo favorable para los EE. UU.
Después de la reunión del G20, las dos primeras potencias mundiales acordaron restablecer las conversaciones a cambio de una serie de exenciones. EE. UU. se comprometió a no aumentar los actuales aranceles y a retirar la mayoría de los impedimentos sobre Huawei. A cambio, China se comprometió a comprar más productos agrícolas norteamericanos.
Dos semanas más tarde, China ha dado marcha atrás a la compra de productos agrícolas, ya que quiere imponer nuevos términos para restablecer las negociaciones. En primer lugar, quiere que se eliminen todos los aranceles actuales, así como las restricciones a Huawei.
Todavía no hay fecha para que las distintas delegaciones retomen las
conversaciones.
La guerra comercial sigue siendo el mayor temor de los inversores, ya
que una desaceleración económica, conlleva una menor demanda de materias primas. China es uno de los mayores consumidores de petróleo, y durante esta semana ha publicado un dato de crecimiento dos décimas menor que el año pasado. En el caso que se mantenga esta tendencia, la demanda de petróleo podría reducirse.
Durante las últimas semanas los mercados se han enfocado en los nuevos estímulos monetarios que preparan los principales bancos centrales para frenar el progresivo empeoramiento económico. La primera en confirmarlo ha sido la Reserva Federal, que se prepara para bajar 25 puntos básicos en la reunión de este mismo mes de julio. También se esperan nuevas medidas de estímulo por parte de China y el BCE, aunque estas podrían retrasarse hasta el último trimestre del año.
Las recientes reducciones en los inventarios también están sentando las bases para una subida en el caso que se mantenga esta tendencia. Además, a la prolongación de los recortes de la OPEP, hay que sumar los conflictos en Oriente Medio, que siguen sin resolverse.
El WTI con vencimiento en agosto cotiza a 57.77 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York, mientras que el Brent con vencimiento a
septiembre cotiza a 64.65 por barril en el ICE Futures Europe Exchange. El crudo de referencia mundial se negoció con una prima de 6.75 dólares respecto al WTI durante el mismo mes.
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