No solo se ha ido el último rey del porno, también Larry Flint fue un incansable defensor de la libertad de expresión y del pensamiento en Estados Unidos. Su vida fue muy particular. Fundó todo un imperio alrededor de la revista Hustler y se autodenominó campeón de la primera enmienda de la Constitución estadounidense. Aunque muchos creían que solo era un magnate de la industria del porno, otros lo consideraban un héroe.
Flynt, que murió en su casa de Los Ángeles a los 78 años de edad, cosechó su fama con la revista Hustler, una de las principales competidoras de Playboy. Al inicio sus portadas eran consideradas degradantes pues mostraban fotos de desnudos altamente explícitas. Una de las más destacadas en su momento fue la de una mujer en un picador de carne. Flynt después declaró que la imagen era una autocrítica a la industria pornográfica.
Una vida con adicciones
Larry Flynt nació el 1 de noviembre de 1942 en el condado de Magoffin, Kentucky. Su padre era alcohólico y su madre adolescente. Sus padres se divorciaron cuando él tenía 10 años por lo que fue criado un tiempo por otros parientes. Tenía 2 hermanos, Jimmy Ray y Judy, que murió de leucemia en la infancia. Dejó la escuela a los 15 años y con una identificación falsa se unió al Ejército y posteriormente a la Armada.
Tuvo cinco esposas, la cuarta murió de una sobredosis de heroína. En todo ese tiempo él también luchó duras batallas contra la adicción a las drogas y el alcohol. A lo largo de sus 78 años fue partícipe de muchas batallas legales relacionadas con la pornografía y la libertad de expresión. La más famosa, Miller vs. California en 1973, se refería a la excepción de la primera enmienda. Fue demandado repetidas veces, procesado, encarcelado por desacato y amordazado por arrebatos obscenos en la corte.
Mucho más que un pornógrafo
El 6 de marzo de 1978, Flynt estaba frente a un tribunal cerca de Atlanta, donde enfrentaba varios cargos de obscenidad. Un francotirador le disparó dos tiros, le alcanzaron el estómago y la parte baja de la columna. Lo dejaron con las piernas paralizadas y grandes dolores por el resto de su vida.
El francotirador escapó sin ser detectado pero, después de ser arrestado por asesinatos en otros lugares, confesó haberle disparado. El atacante llamado Joseph Paul Franklin y creyente del supremacismo blanco, dijo que la razón era que se oponía a las fotos interraciales en la revista Hustler.
Pero Flynt siempre fue más que el creador de un imperio pornográfico. Publicó numerosos periódicos convencionales no pornográficos. Además de llevar a cabo una fundación que contribuye a la investigación de lesiones de la médula espinal, abuso infantil y violencia juvenil.
Siempre en el ojo del huracán
Su vida se vio envuelta en tanta controversia que dio lugar a varios libros, además de una autobiografía y una película, El escándalo de Larry Flynt (1996), dirigida por Milos Forman, coproducida por Oliver Stone y protagonizada por Woody Harrelson. El filme fue bien recibido por la audiencia, sin embargo, los críticos se quejaron de que suavizó los aspectos más duros de la carrera de Flynt y sus juicios sobre las mujeres.
Por su forma de ser y de pensar se ganó muchos enemigos. Nunca se quedaba callado cuando de injusticias se trataba. Ante los temas polémicos también tenía una posición, sin importarle el riesgo. Estaba de acuerdo con el matrimonio igualitario, se opuso a la pena de muerte y se declaró en contra de la invasión estadounidense a Irak en 2003.
Activo en la política y candidato presidencial
También participó activamente en la política . Fue candidato presidencial en 1984 como republicano, contra Ronald Reagan. Posteriormente se declaró demócrata y apoyó al presidente Bill Clinton durante sus procedimientos de juicio político en el Congreso.
En 1998 a Flynt se le atribuyó el haber forzado la renuncia del presidente entrante de la Cámara de Representantes, Robert L. Livingston. Durante el escándalo Lewinsky ofreció un millón de dólares a quien le diera información sobre otros escándalos sexuales de políticos republicanos. Durante la presidencia de Donald Trump, ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por pruebas que le permitiesen destituirlo.
Lea también: