Por Gorka Landaburu
08/01/2018
Puigdemont quiere ser investido presidente en Bruselas por teleconferencia. Luego regresaría a Cataluña convencido de que España no meterá en prisión al flamante nuevo president. Y mientras Junqueras seguirá en prisión tras la decisión del Tribunal Supremo de no aceptar su excarcelación. La unidad de acción en el campo soberanista parece agrietarse y los encontronazos y tensiones entre Carles Puigdemont y Oriol Junqueras ya han saltado a la luz pública. Además, la oposición está fragmentada y no puede marcar el paso.
Muchas incógnitas aún sobre la mesa a pocos días de que se celebre el primer pleno del nuevo Parlament.
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