Para garantizar la biodiversidad de océanos y mares, poner fin a las devastadoras consecuencias de la sobrepesca y la contaminación y alcanzar el desarrollo sostenible, las soluciones tecnológicas, las políticas de regulación o los instrumentos de financiación no son suficientes. Es necesario un cambio en nuestra manera de pensar y actuar.
Según datos recientes de Marine Stewardship Council (MSC), la organización internacional independiente y sin ánimo de lucro creada para abordar el problema de la pesca no sostenible, los sistemas mundiales de producción de alimentos afrontan una presión sin precedentes con una población mundial que va a superar los 8.000 millones de habitantes en 2030 y los efectos potencialmente catastróficos del cambio climático.
La pesca desempeña un papel fundamental, ya que aporta proteínas a miles de millones de personas y ofrece una manera de producir alimentos natural y baja en emisiones de carbono. Si hubiera más pesquerías gestionadas de forma sostenible podríamos proporcionar incluso más alimentos de los que se necesitan para alimentar a la creciente población.
Pero será necesario actuar urgentemente: un tercio de las poblaciones de peces se encuentran amenazadas. Si conseguimos atajar el desafío que supone la sobrepesca, contribuiremos a combatir la inseguridad alimentaria y a prevenir enfermedades.
MSC es consciente de que los consumidores, los pescadores y las empresas apoyan este cambio. Es preciso que los gobiernos hagan más y garanticen la urgente transformación mundial que los sistemas alimentarios necesitan.
Con ocasión del debate en el Parlamento Europeo de la Ley de Restauración de la Naturaleza, la organización ecologista BLOOM publicó los resultados de una encuesta que revela que tres cuartas partes de los ciudadanos europeos están a favor de zonas marinas protegidas. No obstante, el 86% de ellas están sometidas a artes de pesca industriales que raspan el lecho marino y destruyen los ecosistemas, como la pesca de arrastre de fondo y las redes de cerco.
Famosos de todo el mundo se fotografiaron desnudos con peces y se han unido a diversas ONG para exigir a todos los gobiernos de la eurozona que acaben con la sobrepesca y lleven a cabo una transición justa hacia una pesca de bajo impacto y bajas emisiones de carbono.