Pasada la euforia inicial por la aprobación y distribución de las primeras vacunas contra la COVID-19, el mundo entra a una etapa de análisis más racional del impacto que estos avances tendrán en la lucha por detener la pandemia, que se ha cobrado ya la vida de casi 2 millones de personas, con cerca de 90 millones de caso diagnosticados. Los especialistas han advertido que, pese al inicio de las campañas de vacunación, el mundo está todavía muy lejos de superar esta crisis sanitaria.
Aunque los programas de vacunación contra la COVID-19 ya han comenzado en la mitad de los países desarrollados, su limitado alcance podría hacer que pasen hasta 6 meses antes de que ayuden a bajar los casos diarios. A ello se suma la desigual distribución entre los países ricos y pobres. Así lo advirtieron expertos de la Organización Mundial de la Salud.
Faltan 6 meses para bajar la curva
“El propósito de las vacunas que se están administrando es muy específico, el de salvar vidas llegando a la población en mayor riesgo, pero no se dispone todavía del volumen suficiente para que tengan impacto en las curvas de casos diarios”, admitió el asesor de la OMS para la COVID-19, Bruce Aylward.
“No vamos a ver el descenso en los próximos 6 meses”, aseguró en rueda de prensa. Además, advirtió que la campaña de inmunización tampoco tendrá el efecto deseado si la gente se reúne en grandes cantidades, no usa mascarilla o deja de tomar el resto de las precauciones.
“Las vacunas son prometedoras, pero por ahora hay que seguir centrados en identificar los casos, incluyendo los leves y moderados, aislarlos, identificar los contactos y establecer cuarentenas”, señaló.
No hay signos de estabilización
Por su parte, el director de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan, negó que la estabilización de la curva a nivel global en las últimas semanas sea fruto de esas primeras etapas de vacunación.
“En las últimas tres semanas consecutivas hemos tenido más de cuatro millones de nuevos casos semanales, y ha habido un ligero descenso en los últimos días. Pero la transmisión que pueda haberse producido en las vacaciones podría verse en las cifras de los próximos días”, aseguró.
Insistió en que las vacunas están ya salvando vidas, aunque por ahora no van a afectar a la transmisión.
El efecto de las nuevas variantes
Ryan señaló que las nuevas variantes más contagiosas que se han detectado en Reino Unido y Sudáfrica también podrían aumentar las cifras a nivel global.
La variante B.1.1.7, llamada ahora VOC 202012/01, fue detectada en noviembre en el Reino Unido, tras desarrollarse “probablemente” en septiembre en el sureste de Inglaterra, según el Imperial College de Londres.
La variante 501.V2, ahora mayoritaria en Sudáfrica, fue detectada allí en octubre y ha sido localizada en otros países como el Reino Unido y Francia.
Varios estudios científicos, concluyen que la variante británica es mucho más transmisible. La evaluación inicial del grupo de investigadores NERVTAG, que asesora al Gobierno de Gran Bretaña, estimó la diferencia entre +50% y +70%.
El éxito en Israel
Mientras los Estados Unidos, el Reino Unido y Europa intentan aumentar sus propias campañas de vacunación, un país los está superando a todos: Israel.
Hasta la fecha, y con un nuevo bloqueo en medio de un aumento en los casos de coronavirus, alrededor de un 19,55% de la población de Israel ha recibido su primera vacuna.
Por el contrario, los Estados Unidos ha aplicado la primera vacuna a un 2,02% de sus habitantes. El Reino Unido ha vacunado a 1,94%. En Italia la cifra alcanza al 0,85%. España ha alcanzado al 0,59% de su población, Alemania al 0,57% y Francia al 0,12%. Todos están muy por debajo de Israel.
La campaña de vacunación de Israel comenzó el 19 de diciembre con el primer ministro Benjamin Netanyahu como la primera persona en ser vacunada en el país. Se ha dado prioridad a los mayores de 60 años, los trabajadores sanitarios y cualquier persona clínicamente vulnerable.
Hay una serie de factores que habrían permitido a Israel vacunar de manera tan eficiente. Por una parte está su pequeña población y geografía. Pero el mayor impacto es el de la calidad de su sistema de atención médica.
Israel tiene un sistema de salud pública que requiere que todos pertenezcan a una de las cuatro Organizaciones de Mantenimiento de la Salud (HMO). Se distribuyeron suministros de vacunas a estos HMO, que a su vez los enviaron a sus respectivos miembros.
La desigualdad ralentiza el proceso
El jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió hoy a los fabricantes de vacunas COVID-19 y a los países más ricos que las compran que «dejen de hacer acuerdos bilaterales», y señaló que los acuerdos bilaterales perjudican un esfuerzo respaldado por la ONU para ampliar el acceso a la golpes.
Hizo un llamamiento a los países que tienen más inyecciones de las que necesitan para que pongan algunas a disposición de COVAX Facility, el proyecto respaldado por la ONU para que las dosis se desplieguen ampliamente.
Señaló que 42 países están implementando este tipo de vacunas, en su mayoría países de ingresos altos y unos pocos estados de ingresos medios.
Bruce Aylward dijo que «el 50% de los países de ingresos altos están implementando vacunas, y el 0% de los países pobres lo están haciendo».
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