La Unión Europea prohibió el uso como aditivo alimentario del dióxido de titanio, también conocido como E 171. El veto al uso alimentario del componente se oficializó con la publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea del Reglamento (UE) 2022/63. El aditivo se usa ampliamente como colorante, especialmente en dulces y gominolas.
El reglamento, publicado a mediados de enero, establece un periodo transitorio en el uso del dióxido de titanio. Este periodo va del 7 de febrero de 2022 hasta el próximo 7 de agosto. Luego de esa fecha los productos con dióxido de titanio podrán permanecer en el mercado hasta su caducidad.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) actualizó la primavera pasada la evaluación de 2016 sobre la seguridad del dióxido de titanio como aditivo alimentario. El dictamen concluyó que la evidencia de estudios y datos científicos señalan que el E 171 no puede seguirse considerando seguro como aditivo alimentario.
Matthew Wright, presidente del grupo de trabajo sobre el E 171, señaló que los estudios de la toxicidad del dióxido de titanio no eran completamente concluyentes, pero no se pudo descartar probable la genotoxicidad. «En consecuencia, no pudimos establecer un nivel seguro para la ingesta diaria del aditivo alimentario», admitió.
La EFSA define la genotoxicidad como la capacidad de una sustancia química de dañar el ADN, el material genético de las células. Dado que la genotoxicidad puede tener efectos carcinógenos es esencial evaluar el efecto genotóxico de una sustancia para determinar su seguridad. Francia prohibió el uso del dióxido de titanio como aditivo alimentario en 2019. También está prohibido en Estados Unidos.
Productos que pueden contener E 171
- Chucherías
- Chicles
- Galletas
- Productos con chocolate
- Productos de panadería fina
- Sopas
- Caldos
- Salsas
- Frutos de cáscara procesados
- Complementos alimenticios
Los fabricantes lo utilizan en más de un millar de productos para lograr que sean más blancos y refulgentes.
Dióxido de titanio y posibles sustitutos
El dióxido de titanio es un colorante natural procedente de la extracción de la ilmenita. Uno de sus atributos es el de potenciar el color blanco. Se ha utilizado ampliamente como blanqueador en todo tipo de alimentos. Se puede conseguir fundamentalmente en dulces, chicles, salsas, bebidas en polvo, postres lácteos o subproductos del pescado. En la UE, el E 171 se emplea además en pinturas, plásticos, papeles, fármacos y protectores solares, entre otros productos.
La acumulación de nanopartículas por la ingesta continua de dióxido de titanio puede causar daños genéticos. Incluso puede ser cancerígenos. El diario especializado www.foodnewslatam.com asegura que los almidones de trigo funcionales podrían sustituir al E 171.
Señaló que el almidón nativo de grano pequeño puede optimizar la apariencia de aplicaciones secas o frías. Por su parte, el almidón de trigo resistente es ideal para preparaciones que contienen agua y se calientan. Con una blancura próxima a 98 en una escala donde 0 representa el negro y 100 el blanco, ambos tipos de almidón son óptimos como reemplazo del dióxido de titanio. Estos componentes se declaran en el etiquetado como “almidón de trigo» y «almidón de trigo modificado», respectivamente.