La UE está aligerando los trámites para retirarse del controvertido Tratado sobre la Carta de la Energía. La decisión se veía venir por las crecientes críticas de sus países signatarios con respecto a las limitaciones y alcances de su texto que cumple 30 años. Y porque, según la Comisión Europea, “ya no es compatible con la ambición climática mejorada de Europa”.
La CE propuso que los estados miembros de la UE y Euratom (Comunidad Europea de la Energía Atómica) se retiren, de forma coordinada, del TCE.
Este Tratado prácticamente no ha cambiado desde que se acordó en la década de 1990. Además, ya no es compatible con la ambición climática mejorada de la UE en virtud del Acuerdo Verde Europeo y el Acuerdo de París, argumenta la iniciativa ejecutiva y legislativa del bloque.
La invitación a abandonar ese tratado debe ser de manera “coordinada y ordenada, para garantizar la igualdad de trato de los inversores en toda la UE y la claridad jurídica”. La CE también retira su propuesta anterior de ratificar el tratado modernizado, que después de debates, no reunió la mayoría necesaria entre los estados miembros.
El TCE está en vigor en más de 50 países. Y ha dado lugar a que los accionistas de las empresas de combustibles fósiles reclamen miles de millones a los gobiernos por inversiones que, según indican, se han visto socavadas por la transición energética.
En 2022, se ordenó al gobierno italiano que pagara 190 millones de euros a la compañía británica de petróleo y gas Rockhopper por una prohibición que cubría un campo petrolífero frente a Abruzzo en la costa de Italia. Mientras que la empresa alemana RWE demandó al gobierno holandés por 1.400 millones de euros en 2021. Debido a las nuevas reglas para eliminar el carbón.
UE abandona el Tratado sobre la Carta de la Energía
La UE es el mayor signatario del Tratado sobre la Carta de la Energía. Y los estados miembros también son miembros del TCE por derecho propio. Pero ocho países de la UE, incluidos Francia, los Países Bajos y España, ya han dicho que se retirarán. El Parlamento Europeo votó en contra de permanecer en el tratado. Todos coinciden en que el acuerdo va en contra de los compromisos climáticos del bloque.
Sin embargo, el TCE también protege a los inversionistas en energía renovable. El gobierno español está luchando contra el pago de 21 reclamaciones de inversores en energía solar que afirman que perdieron alrededor de 70.000 millones de dólares. Cuando España cambió su política de tarifas reguladas en 2012, reseñó Financial Times.
El tratado se estableció originalmente a raíz de la caída de la Unión Soviética para proteger las inversiones del sector energético occidental en las maltratadas economías del bloque oriental. Y se concibió como una forma de alentar la inversión extranjera al actuar como un mecanismo de seguro en el caso de que un gobierno deshonesto, por ejemplo, se apoderara de un oleoducto o una central eléctrica.
Al igual que el acuerdo de Bretton Woods posterior a la Segunda Guerra Mundial, que provocó la creación del Banco Mundial y el FMI, los expertos en políticas verdes argumentan que el TCE ya no tiene sentido. Mientras el mundo lucha contra el cambio climático.
Cuando se firmaron hace décadas, estos acuerdos de inversión “no tenían en cuenta el derecho del Estado a regular para proteger el medio ambiente y los derechos humanos”, dijo Anja Ipp. Cofundadora del grupo de expertos Climate Change Counsel, con sede en Estocolmo.
El TCE no está alineado con la Ley Climática de la UE
Un proceso para alinear el tratado con los objetivos de descarbonización pasó por 15 rondas de negociación. Pero fracasó el año pasado cuando una sucesión de países europeos anunció planes para abandonar el pacto. Sin embargo, los estados de la UE que se retiren del Tratado sobre la Carta de la Energía seguirán obligados por su “cláusula de extinción” que vincula a los signatarios a sus reglas durante 20 años.
“Con el Pacto Verde Europeo, estamos remodelando nuestras políticas energéticas y de inversión para un futuro sostenible. El obsoleto TCE no está alineado con nuestra Ley Climática de la UE. Y nuestros compromisos en virtud del Acuerdo de París. Es hora de que Europa se retire de este Tratado y ponga todo su énfasis en construir un sistema energético eficiente. Y competitivo que promueva y proteja las inversiones en energías renovables”, señaló Frans Timmermans. Vicepresidente ejecutivo del Pacto Verde Europeo y experto en asunto ambientales.
Asimismo, la comisionada de Energía, Kadri Simson, se refirió a la propuesta de la CE. “Mantener un Tratado sobre la Carta de la Energía no modernizado no es una opción viable para la UE. El tratado en su forma actual no está en consonancia con la política de inversión de la UE ni con nuestros objetivos energéticos y climáticos. Un tratado no modernizado simplemente no está en línea con la visión sostenible del futuro de la UE. Por eso hemos propuesto retirarnos del acuerdo”.
Las propuestas legales se presentarán al Consejo de la UE, donde se necesita un voto de mayoría calificada para su aprobación.
Se espera que tenga lugar una primera discusión entre los Ministros de Energía en Valladolid, España, la próxima semana. En el marco de la Reunión Informal del Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía, bajo la presidencia española.
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