Por Cambio16-Economía
03/05/2017
La Unión Europea va a pedir a Londres que se comprometa a pagar hasta 100.000 millones de euros en concepto de compromisos asumidos por Reino Unido durante su pertenencia al club comunitario, según se desprende de los documentos de trabajo a los que ha tenido acceso el diario Financial Times.
Las directrices de negociación aprobadas el sábado pasado por los Veintisiete establecen que no se comenzará a hablar del acuerdo comercial post-Brexit hasta que no haya «progresos suficientes» en la parte económica de la salida, los derechos de los ciudadanos y las fronteras de Irlanda del Norte.
Aunque se trata de una contribución en bruto -a la que luego habría que restar lo que los ciudadanos y las empresas británicas recibirán del presupuesto comunitario-, la exigencia de comprometerse por adelantado a abonar 100.000 millones de euros quiere decir que Bruselas ha escogido el sistema de cálculo que más penaliza al Reino Unido.
Según explicó este miércoles el negociador de la Comisión Europea para el Brexit, el francés Michel Barnier, este importe «no es un castigo ni un impuesto», sino que obedece a la necesidad de que Londres cumpla con los compromisos que ha adquirido.
Según el diario británico, este endurecimiento de la posición negociadora se ha producido por las presiones de países como Francia, Alemania y Polonia. París y Varsovia, por ejemplo, quieren que Londres siga contribuyendo de algún modo a la Política Agraria Común una vez salgan de la UE, y Berlín, por su parte, se opone a la idea de que a Reino Unido le corresponda recibir un porcentaje de los activos de la UE.
En cambio, la primera ministra británica, Theresa May, se ha puesto en el otro extremo: reconoce solo una pequeña parte de los compromisos financieros asumidos y asegura que a los británicos les corresponden una parte proporcional de los activos de la UE. Una vez compensada una cifra con la otra, Londres no debería prácticamente nada.
«Se adoptaron unos compromisos y estos deben cumplirse, es una cuestión de responsabilidad», dijo este miércoles Barnier en rueda de prensa, en la presentación de la recomendación de la Comisión Europea para la apertura de las negociaciones con el Reino Unido.
Barnier advirtió de que «no respetar las cuentas es una situación que podría explotar», y mencionó los «problemas políticos y jurídicos» que podrían derivar de la interrupción de los proyectos y programas en cuya financiación se ha implicado el Reino Unido.