Por Cambio16
31/01/2017
Facebook y otras redes sociales se encontraron en el ojo de la tormenta a finales del año pasado debido a su participación indirecta en la propagación de noticias falsas. El tema alcanzó su punto más alto en el 2016 debido a la cantidad de noticias sin fundamentos que aparecieron de manera masiva, entre las cuales se encontraba una que afirmaba que el Papa Francisco apoyaba a Donald Trump como candidato.
Las redes sociales fueron indicadas como principales culpables de que este tipo de afirmaciones falsas se difundieran con tanta rapidez, debido a la falta de estándares que regulen la veracidad del contenido que circula en estas plataformas.
Una vez más estas compañías se encuentran en el centro de la atención. En esta ocasión debido a un llamado de atención por parte de la Unión Europea, afirma un artículo de Financial Times. Andrus Ansip, el encargado del caso por parte de la Unión Europea, afirmó que este podría ser un momento de cambio en el que las redes sociales podrían perder credibilidad a menos que afiancen su sentido de compromiso y responsabilidad en torno a lo que circula en sus plataformas.
En los últimos años, las redes sociales han ido ganando mayor popularidad y credibilidad para recibir información que los medios serios, debido, en gran parte, a la capacidad de compartir datos de manera inmediata. Sin embargo, si los casos de propagación de noticias falsas continúan, esto significaría que no se está haciendo nada para controlar la situación.
Por su parte, Facebook anunció el lanzamiento de su proyecto de periodismo, con el cual planea enseñarles a los editores a identificar información no veraz. Así mismo, implementará nuevas medidas para filtrar todas aquellas publicaciones que ofrezcan algún tipo de noticia relevante y analizar si la información presentada es falsa. En respuesta al llamado de atención de la Unión Europea, la compañía ha manifestado que estos cambios se harán efectivos a la brevedad posible en Alemania.
Sin embargo, Ansip también señaló que, si bien se debe manejar de mejor manera la propagación de noticias falsas, no se debe llegar al punto en que toda la información sea controlada para beneficiar a unos pocos y ocultar lo que pasa en el mundo.
El problema es que la línea entre el manejo y el control de la información no es tan clara como parece.