Son varios los países europeos que estudian la posibilidad de reducir la semana laboral a solo cuatro días. Islandia es uno de ellos y para demostrar si es o no efectivo este modelo hicieron un experimento en el que le pagaron el mismo sueldo a sus trabajadores pero trabajando menos horas a la semana. ¿El resultado? un rotundo éxito, según los investigadores, pues aumentó la productividad en la mayor parte de las empresas ya que los trabajadores se sentían más motivados y menos estresados.
Las pruebas en Islandia comenzaron en 2015 y finalizaron en 2019. Para ello, se unieron unos 2.500 trabajadores, cerca del 1% de la población activa del país, en el Ayuntamiento de la capital, Reykjavik, y en puestos del gobierno nacional. Trabajaron 25 horas semanales en solo cuatro días.
El modelo aplicado en Islandia se centró en el sector de los servicios y contó con la participación de empleados públicos, privados, de escuelas y de hospitales. Además de reducir la jornada a cuatro días, hubo algunas modificaciones para mejorar la productividad de los empleados, como la disminución de las reuniones y su duración y la reducción de las tareas no tan importantes.
Resultados favorables en el experimento
Los resultados fueron buenos en la mayoría de los casos. Los trabajadores afirmaron sentirse menos estresados y más productivos. Además, insisten que se redujo el agotamiento o síndrome de burnout. También aseguraron que lograron tener un mejor balance entre su vida personal y laboral. Y es que, con tres días libres a la semana, en lugar de dos, los trabajadores pudieron dedicar más tiempo su familia, sus aficiones y otras actividades sociales, mientras que los cuatro días restantes se dedicaban completamente a su trabajo, según los investigadores del laboratorio de ideas británico Autonomy y de la Asociación Islandesa por una Democracia Sostenible (Alda).
Al respecto, Will Stronge, director de investigación de Autonomy, dijo que «de acuerdo a todos los parámetros, el experimento en Islandia fue un rotundo éxito». Además, los resultados demuestran que el sector público «está listo para ser pionero en reducción de semanas laborales y que otros gobiernos pueden aprender algunas lecciones».
Ante la gran aceptación de las pruebas en el país europeo, los sindicatos lograron negociar nuevos patrones de trabajo. Actualmente, el 86% de la fuerza laboral islandesa ya ha decidido trabajar menos horas por el mismo sueldo.
Otros países ya están planteando pruebas similares
La pandemia ha cambiado al mundo en muchos aspectos, especialmente a nivel laboral. Alemania, es uno de los países que se sumó a probar la semana laboral de cuatro días en pleno auge de la pandemia y así evitar un mayor desempleo en el país.
En Francia, los partidos de izquierda y los ecologistas dijeron que llevarían la propuesta a las elecciones presidenciales del año que viene. Aunque esto será un problema, según los economistas, pues «reducir la jornada laboral a cuatro días en Francia podría afectar drásticamente el PIB y el crecimiento económico». Asimismo, el gobierno de Emmanuel Macron asegura que una semana laboral de 32 horas haría que el país sufra aún más para emplear la mano de obra menos cualificada.
En Nueva Zelanda, la empresa Unilever está haciendo un experimento ofreciéndole a sus trabajadores de reducir sus horas un 20% sin rebajar su salario. Mientras que en Gran Bretaña, un grupo de 40 diputados ha pedido al gobierno que cree una comisión para estudiar la misma posibilidad.
España evalúa la semana laboral de cuatro días
También por la pandemia y para ayudar a su economía, España prueba una semana laboral de cuatro días en algunas compañías. La empresa Telefónica se encuentra entre las que están implementando una reducción de la jornada laboral en hasta el 10% de su fuerza laboral nacional. Sin embargo, en este caso sí hay una reducción de salarios del 15%.
La compañía ha dicho que los empleados se han mostrado abiertos a los experimentos y han preferido días libres con menos paga. Si la aceptación es fuerte y las pruebas se mantienen estables, incluso podrían aumentar la cantidad de participantes.
Por su parte, el partido Mas País dijo que lanzará en los próximos meses un proyecto similar al probado en Islandia. La iniciativa contará con unas 200 empresas del país y entre 3.000 y 6.000 trabajadores españoles que trabajarán durante 32 horas semanales durante tres años.
Las desventajas de reducir la jornada laboral
La idea detrás de reducir la jornada laboral es una apuesta por el trabajo flexible que traiga múltiples beneficios para los empleados, pero también para las empresas. Aunque la mayoría de los negocios evaluados han reportado un aumento de la productividad, es simplemente porque las empresas han escogido adoptar ese modelo. Para muchos, la imposición de una semana laboral de cuatro días «no es realista ni deseable».
En el Reino Unido, por ejemplo, hay un debate político porque las organizaciones sindicales y algunos miembros del Partido Laborista propusieron una adopción generalizada de la semana laboral reducida. Francia también probó un modelo similar en 1998 y no funcionó.
En la ciudad de Gotemburgo, Suecia, se hizo un experimento rebajando a seis horas diarias el trabajo realizado por los empleados de hogares de ancianos administrados por el Estado. Los resultados no fueron positivos, pues aunque aumentó la productividad, los costos se dispararon porque tuvieron que contratar más empleados para cubrir los turnos vacíos. Por lo que fue económicamente inviable.