Los científicos están muy sorprendidos con la nueva subvariante del ómicron desprendido del SARS-CoV-2. Es mucho más trasmisible y prevén que pronto será la variante dominante en el mundo. Documentada por primera vez en diciembre de 2021 en Sudáfrica, BA.2 difería en unas 40 mutaciones del linaje original de ómicron, BA.1.
Mark Zeller, epidemiólogo genómico del Instituto de Investigación Scripps, narró que cuando apareció la BA.2 pensó que no tendría mayor importancia. Pero ocho semanas después, admite que claramente no es el caso. «Pronto la BA.2 se habrá diseminado en todo el mundo y será la variante dominante en la mayoría de los países, si no en todos”, apuntó.
Hasta el momento BA.2 no parece estar enfermando con mayor gravedad que BA.1 La original de la ómicron, aunque más trasmisible que variantes anteriores, presenta menos riesgo de enfermedad grave. Para el 21 de enero en Dinamarca el 65% de los nuevos casos presentados de COVID-19 eran de BA.2.
No obstante, la agencia de salud pública de Dinamarca informó que se observa una disminución de los casos que deben pasar a cuidados intensivos. Tyra Grove Krause, epidemióloga de enfermedades infecciosas, puntualizó que igualmente disminuyen los ingresos hospitalarios por causa del SARS-CoV-2. Una muestra de la situación descrita y de la perspectiva de que BA.2 no causará grandes trastornos es el levantamiento de casi todas las restricciones pandémicas el 1 de febrero por el gobierno danés.
BA.2 se propaga más rápido
La variante BA.2 de ómicron ya se identificó en 57 países. Es la variante dominante en Dinamarca, Reino Unido y la India. En Estados Unidos los CDC no realizan un rastreo por separado de BA.2. Sin embargo, el biólogo computacional Trevor Bedford, del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, estima que representa el 7% de los nuevos casos en Estados Unidos. «Con el paso del tiempo, la tasa de crecimiento epidémico de ómicron BA.2 es mayor que la de ómicron BA.1», añadió.
Un estudio de Dinamarca, que secuencia el virus, descubrió que en los hogares donde el primer caso fue una infección BA.1, en promedio el 29% de las demás personas del hogar se infectaron. Cuando el primer caso fue BA.2, ese mismo número se elevó al 39%, una muestra de que esta subvariante es más trasmisible. También la BA.2 es más hábil para evadir la inmunidad inducida por la vacuna.
Las personas vacunadas y reforzadas eran tres veces más susceptibles de infectarse con BA.2 que con BA.1. Mientras que las personas no vacunadas eran 2,2 veces más susceptibles y transmiten BA.2 a sus contactos domésticos a una tasa 2,6 veces mayor que a la que transmitían BA.1.
Parecidas pero no tanto
Los investigadores notaron que las variantes BA.1 y BA.2 de ómicron están tan distantes en el árbol evolutivo como las variantes anteriores entre sí. Algunos expertos estima que BA.2 ni siquiera debería considerarse ómicron. Prevén que BA.2 tendrá su propia etiqueta.
BA.2 no tiene las mutaciones que ayudan a BA.1 a evitar la detección inmune, pero sí algunas que su hermano no tiene. Thomas Peacock, virólogo del Imperial College London, explicó que la mayoría de las diferencias se encuentran en un área de la proteína de pico, llamada dominio N-terminal (NTD), que alberga objetivos de anticuerpos. “Lo que no sabemos es si esos cambios realmente hacen algo,” dijo Emma Hodcroft, epidemióloga molecular de la Universidad de Berna.
Los estudios también se ocupan de cómo se generaon las dos variantes de ómicron. Andrew Rambaut, biólogo evolutivo de la Universidad de Edimburgo, cree que es posible que la infección a largo plazo produzca una gran diversidad dentro de un solo individuo. «Se podrían compartimentar las diferentes variantes que viven en diferentes partes del cuerpo”, dijo.
Otra teoría manejada por los científicos es que ambas cepas de ómicron también podrían haber evolucionado en animales infectados con SARS-CoV-2 adaptado a humanos y luego propagarse nuevamente a las personas. Sin embargo, por qué BA.2 aparece ahora sigue siendo un misterio.