Por Benito Guerrero
02/06/2018
La sastrería tradicional española huye de las prisas para ofrecer una compra pausada y personalizada según los gustos del cliente. El gremio de sastres españoles acaba de presentar un sello que reconce el trabajo, la calidad y la tradición de un sector que está en auge.
Para Paul García de Oteyza, presidente de la Asociación Española de Sastrería, los dos adjetivos que mejor describen el sector en España son “calidad y futuro”. Esta entidad acaba de crear el Sello de Calidad A de Sastrería Artesanal. Este indicativo identificará y certificará a los profesionales del sector que trabajan artesanalmente en España.
La de sastres es la primera asociación sectorial, ya que agrupa sastrerías artesanales, sastrerías industriales, fabricantes de tejidos y confeccionistas. “Entendemos que la realidad de hoy en día no es solo la existencia de una sastrería tradicional, ya que por la tecnificación que ha sufrido el sector otras disciplinas y otras formas de confeccionar el producto también necesitan identificarse y relacionarse bien en el mercado. La importancia del sello es la trazabilidad para conocer cuáles son las fases por las que ha pasado la prenda hasta llegar a manos del consumidor. En los productos de sastrería que lleven el sello podremos conocer todos los pasos que se han seguido durante su confección y así tener una mejor relación con la pieza para acabar valorándola mejor”, asegura García de Oteyza.
La obtención del sello generará unos derechos y obligaciones a los profesionales acreditados que confirmarán su destreza profesional y la calidad reconocida del producto mediante los oportunos distintivos. Para blindar la seguridad de consumidores y profesionales, los titulares del sello estarán obligados a permitir las visitas de inspección que podrá exigir el comité. Asimismo, durante la presentación del sello en Madrid los representantes de la Asociación Española de Sastres aprovecharon para hacer ver la necesidad de aumentar los títulos formativos que cubran la demanda del sector*. A continuación, hablamos con Paul García de Oteyza sobre los restos a los que se enfrenta la sastrería y la importancia de crear un sello como éste.
¿Qué implica que una prenda lleve el Sello de Calidad A de Sastrería Artesanal?
En primer lugar, es el primer sello de reconocimiento de sastrería artesanal de calidad artesana que se realiza en España. Como tal, es un reconocimiento de categoría a un gremio y a una industria artesana tal y como ocurre con otros productos nacionales. Creíamos que hacía falta un certificado así en sastrería.
¿De dónde nace la necesidad de crear un sello que reconozca estos valores?
La necesidad viene de que la sastrería artesanal tiene una tradición y una herencia de muchos años y cuenta con un prestigio no solo en España, sino a nivel mundial. En este sentido, no existía una regulación ni unos criterios de control de la calidad artesana que reconocieran esos atributos. Entonces, en el momento de creación de la asociación con el objetivo de promulgar, promover y potenciar el sector, entendimos que era una necesidad tener este reconocimiento.
¿En qué momento se encuentra la sastrería tradicional en España?
En una situación en la que, pasada la crisis de estos 12 últimos años en la sastrería sufrió mucho, vemos como el gremio se va revitalizando. También por la edad, por el cambio generacional se han ido jubilando muchos sastres durante este periodo. Pasada ya la crisis, hemos comprendido que todavía es una actividad que tiene futuro, pero hay que observarlo desde una clave moderna y adaptarse a los tiempos. No había mucha tradición en generar un colectivo más fuerte que pudiera avanzar en políticas, tanto de de controles de calidad como de formación, para encontrar a los técnicos cualificados con los que llenar nuestros talleres y vender la marca de sastrería española en España y en todo el mundo.
¿A qué retos se enfrenta la sastrería española en el futuro?
Los retos que tenemos ahora en gran medida radican en la formación de nuevos sastres. Necesitamos gente cualificada en los talleres. Gente que no solo sepa coser, sino que sepa planchar, cortar y hacer el resto de disciplinas que existen en este oficio. Aunque todavía no hay muchas, cada vez hay mas propuestas de las escuelas de formación, tanto privadas como públicas, pero hay que generar esa demanda. Algunos centros educativos están trabajando ya en una propuesta de formación de sastrería artesanal. Nosotros estamos ayudando a esas instituciones a configurar unos planes de estudios que luego puedan hacerse realidad en nuestros talleres. Que podamos absorber a esos alumnos dado que, debido al cambio generacional, estamos teniendo dificultades para encontrar a gente cualificada.
¿Ha influido en algo la irrupción de las redes sociales y los blogueros de moda en la sastrería tradicional?
Ese mundo ha influido en todo en general y en particular en la sastrería también. Es innegable que hoy en día si no se está en Instagram o en las redes sociales no tienes visibilidad. Desde la asociación educamos y ayudamos a la satrería a gestionar sus mensajes a través de las redes, sus colaboraciones a través de los distintos agentes como pueden ser blogueros, y, sin duda, sabemos que internet es una ventana al mercado para mostrar y acercar el trabajo de este sector en España.
¿Cómo es el cliente que demanda sastrería a medida en la actualidad?
No hay un perfil definido ya que es un cliente que busca una personalización, que busca un producto diferente de lo que se le ofrece en el mercado del prêt-à-porter. Por lo tanto, es un cliente que acepta una compra tranquila y pausada, eligiendo un patrón determinado, un tejido, un paño en el cual va a realizar sus apetencias. La clave está en cómo el sastre puede facilitarles esas necesidades y adaptarse a sus gustos, que cada día son más cambiantes. La sastrería en España va participando de esos cambios, adaptándose y desarrollándose.
¿Qué opinión tenéis de los programas de televisión en los que la costura es la portagonista?
Todas las iniciativas que aporten contenido, relato y visibilidad al sector textil y al mundo de la costura son buenas. Es decir, no había una experiencia de este tipo en la televisión y la verdad es que es un mundo que abarca muchas disciplinas dentro de la propia moda. En la sastrería nos beneficiamos todos de que haya un interés mayor en la confección de las prendas y en entender cómo se realizan las mismas. Es un elemento educacional que me parece importante.
*El pasado 28 de mayo nacía la primera Cátedra de Moda Masculina de España. Se trata de un proyecto entre el Istituto Europeo Di Design de Madrid (IED), la sastrería española Oteyza y la Agencia Efe, a través de su portal Efe Estilo. Unos estudios de especialización que nacen para poner en valor la moda de España.