Por Benito Guerrero
14/03/2017
Oporto, recientemente reconocido como el mejor destino europeo, es una de las ciudades más bellas del nuestro vecino Portugal. Uno de sus elementos arquitectónicos más tradicionales son los azulejos azules que adornan multitud de fachadas de la localidad.
La ciudad ofrece una ruta del azulejo que permite conocer gran parte de su riqueza patrimonial a través de un recorrido por estas obras de arte en miniatura.
La visita se puede comenzar por la Capilla de Almas. Construida en el siglo XVII y recubierta en 1929 por azulejos azules que adornan su exterior y representan algunas escenas de la vida de San Francisco de Asís y Santa Catalina.
También cuentan con estos hermosos mosaicos la iglesia de Santo Ildefonso, cuya fachada, obra de Jorge Colaço muestra escenas de la vida del Santo y alegorías eucarísticas.
Igualmente es obra de Jorge Colaço el atrio de la Estación de São Bento, recubierto con 20.000 azulejos que exhiben escenas de la historia portuguesa y de la evolución de los transportes.
Complementan esta ruta otros edificios religiosos como la catedral, construida en el siglo XII y ampliada a lo largo de los años en varias reconstrucciones; la iglesia de Santa Clara, que constituye toda una joya del barroco; o la de Ordem Terceira de Nossa Senhora do Carmo, uno de los edificios más representativos del estilo rococó de la ciudad.
Pero también otros elementos arquitectónicos como el panel Ribeira Negra, que, instalado en el túnel de Ribeira, representa la vida característica de la zona urbana ribereña.
Para completar esta escapada arquitectónica te recomendamos alojarte en el Hotel Carrís Porto Ribeira, situado en una de las construcciones más históricas de Oporto.
Su excelente ubicación, al lado del Duero, con vistas al famoso puente de Luis I, así como a algunas de las bodegas más representativas de la ciudad, y muy próxima al Palacio da Bolsa y al Centro de Congresos Alfandega. Feliz viaje.