Por Cambio16
28/11/2017
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La rueda del futuro ya está aquí. Desde mediados de la pasada década, el Centro de investigación Glenn de la NASA colabora con la empresa Goodyear para desarrollar la Spring Tire, una rueda que no se rellena con aire, sino con cientos de resortes para soportan la carga de un vehículo.
El nuevo material, una aleación de níquel y titanio que permite que vuelva a su forma original, ha traído consigo una evolución en la composición y potencialidades de la rueda.
Las más recientes pruebas del Spring Tire fueron realizadas en un todoterreno, superando con éxito una superficie de grava y guijarros.
Una rueda para otros mundos
Debido a su estructura atómica, este producto no se pincha ni desgasta como su versión de caucho, posee un desgaste menor, soporta más carga, recupera la forma y se desplaza con más facilidad por terrenos rocosos y por la arena, debido a que puede absorber la energía de los impactos contra el terreno a velocidades moderadas.
Gracias a estas características, afirman en la NASA, se podrá utilizar en los vehículos para explorar la superficie de la Luna o de otros planetas, como Marte.
«El desarrollo de neumáticos para la exploración espacial ha sido un foco de investigación en la NASA durante una década. Evolucionando desde los días de Apolo, los ingenieros de la NASA comenzaron a examinar diseños de neumáticos en la década de 1960 para su uso en la superficie de la Luna» afirman desde el Centro de investigación Glenn, donde han puesto a disposición de los interesados una línea de tiempo de su investigación.
El Centro de Investigación Glenn de la NASA, ubicado en Cleveland, (Ohio, EEUU), diseña y desarrolla tecnología innovadora para avanzar en las misiones de la NASA en aeronáutica y exploración espacial. Entre su hoja de vida se cuentan trabajos para la Estación Espacial Internacional, el Curiosity Mars Rover y el Telescopio Espacial Hubble.