El alquiler de ropa que estaba reservada a los trajes de etiqueta o de gala para celebraciones puntales, se ha masificado por el atractivo de renovar el armario con frecuencia, ahorrar dinero y disponer de piezas fashion y de firma. Emprendedores y seguidores de la moda se dan la mano en este desafío que podría resultar sostenible en la medida en que el mecanismo impacte en la producción textil a escala y también en su digitalización.
Con el auge de la moda rápida debido a los precios competitivos y la mentalidad de «usar una sola vez», la cantidad de ropa que se consume se ha duplicado en los últimos 15 años. Y el 30% de las prendas compradas no se han usado en más de un año. Esta explosión de modelos, colores, texturas y muchas compras llevan a industria textil a producir cerca de 1.200 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente por año. Más que las industrias de la aviación y el transporte marítimo juntas.
Existen algunas opciones para aliviar esta presión medioambiental: el uso de ropa de segunda mano y el alquiler de ropa que está calando en la preferencia de los jóvenes. Diversas startUp han superado ventarrones en la conducción de este negocio. Pero ahora, según las cifras, los vientos soplan a favor de ese segmento.
Estas empresas ofrecen una solución práctica y eco-amigable frente al consumo tradicional de moda. A diferencia de la compra, el alquiler permite disfrutar de diversas ropas por un período limitado, evitando la acumulación innecesaria y promoviendo un consumo responsable.
El mercado ofrece desde vestidos de noche -brindis, bodas, eventos especiales- hasta atuendos cotidianos como camisetas, jeans, faldas, tops. Lo que necesites o quieras -incluso algún capricho- puedes obtenerlo vía online y con costos inferiores que adquirir una prenda nueva.
El alquiler de ropa, una opción económica
El principal atractivo del alquiler de ropa radica en su capacidad para armonizar el cuidado del medio ambiente con el ahorro económico. Esta alternativa no solo es favorable para el bolsillo a corto y largo plazo, sino que también contribuye a la disminución de residuos textiles. Uno de los principales problemas ambientales de la industria de la moda.
El alquiler de ropa abre las puertas a un mundo de posibilidades, permitiendo disfrutar de prendas y accesorios de marcas prestigiosas y diseños exclusivos a una fracción de su costo original. Esta opción democratiza el acceso a la moda de lujo, brindando la oportunidad de lucir atuendos únicos sin necesidad de invertir grandes sumas de dinero.
Urban Outfitters, el minorista estadounidense de moda, anunció en 2019 el lanzamiento de un servicio mensual de alquiler de ropa. Bajo el nombre de Nuuly, las personas subscriptoras reciben en una caja las prendas de vestir que escojan previamente, con espacio para seis productos Urban Outfitters. Y de sus propias marcas Anthropologie, Free People y FP Movement
Nuuly informó que obtuvo 5,3 millones de dólares en ingresos operativos para el trimestre que finalizó el 31 de julio, frente a una pérdida de 2,4 millones de dólares del año anterior. Urban Outfitters dijo que espera que Nuuly sea rentable durante todo el año fiscal.
“Sabíamos que llevaría algún tiempo llegar a un punto de escala en el que esa ganancia fuera realmente posible”, señaló David Hayne, presidente de Nuuly y director de tecnología de Urban Outfitters a The Wall Street Journal “Ahora que estamos en ese punto de escala, vemos que es posible”.
Menos producción y desechos de ropas
Estos inicios son fundamentales no sólo para la empresa sino para el mercado de alquiler de ropa en general. Las empresas han luchado con altos costos operativos incluso cuando la popularidad de los servicios ha crecido en la última década, dicen los expertos.
Los almacenes que atienden los pedidos tradicionales de ropa en línea suelen seleccionar, empaquetar y enviar prendas dobladas en bolsas de plástico idénticas o bolsas de polietileno. Las empresas de alquiler, en cambio, tienen que manipular, lavar y reparar cada prenda individualmente. También cubren el costo de envío de los pedidos tanto a los clientes como de vuelta a sus almacenes.
Una empresa pionera en el negocio de alquiler de ropa, como Rent the Runway, que comenzó en 2009, perdió 22 millones de dólares en el trimestre finalizado el 30 de abril. En comparación con una pérdida neta de 30,1 millones de dólares un año antes. Se acortan los márgenes negativos pero siguen siendo negativos.
Sin embargo, los consumidores estadounidenses gastaron más de 1.700 millones de dólares el año pasado en alquileres de ropa, calzado y accesorios. Esto supone un aumento con respecto a los 560 millones de dólares de 2020 durante la pandemia, según el análisis de G ob Data.
Muchos de los usuarios son compradores millennials y de la generación Z que dicen que alquilar ropa les permite probar nuevos looks sin el compromiso y el costo de comprar los artículos.
Además, este modelo de negocio se sustenta en principios de sostenibilidad, centrados en la economía circular y las prácticas de cero desperdicio. Resumidas en las cuatro ‘R’: alquilar (rent), reciclar (recycle), reusar (reuse) y reparar (repair). A través del alquiler, se prolonga la vida útil de las prendas, reduciendo el impacto ambiental asociado a la producción y desecho de ropa.
Crecen los mercados y las propuestas
Outfitters y su Nuuly están montados en las necesidades y apetencias en materia de moda de un público consumidor joven. Pero también hay otras alternativas en este mercado que se hace competido.
Rent the Runway ofrece alquileres para ocasiones específicas y un modelo de membresía mensual. Coloca fotos de inquilinos anteriores para ver cómo el atuendo se adapta a personas de tamaño, altura y tipo de cuerpo similares. Rent the Runway también incluye un tamaño de respaldo y la opción de comprar la pieza si te encanta.
Con el servicio de suscripción de ModLux.Rent, se puede seleccionar un armario virtual con tus estilos favoritos y recibir 5 artículos a la vez para usar todo el tiempo que quieras. Cuando esté listo para una nueva selección, simplemente devuelves los artículos o los compras con descuentos exclusivos. Asimismo ofrece cambios, envío y limpieza en seco gratuitos.
FashionPass dispone de alquiler de ropa para mantener su guardarropa elegante sin compromisos a largo plazo. Puedes alquilar hasta 2 pedidos al mes con 5 prendas y un accesorio en cada pedido. Si te encanta un artículo, tienes la opción de conservarlo por más tiempo por una tarifa adicional o comprarlo con un descuento del 30 al 60 %.
Tulerie tiene un toque diferente. Permite alquileres directos de otros usuarios, lo que hace que parezca pedir prestado a amigos. Cada prestamista y prestatario se somete a una entrevista para garantizar la confianza. Los miembros pueden comprar los armarios de los demás después de una entrevista inicial por FaceTime, alquilando artículos por cuatro, 10 o 20 días, con etiquetas de envío generadas automáticamente. La participación de los prestamistas es gratuita e incluso se puede donar ropa no deseada a través de su socio Rewearable.