Por Cambio16
19/9/2017
El sector inmobiliario es uno de los más tradicionales de España, opaco y con información dispersa, un sector que se caracteriza por la mala imagen que tiene el público general del agente inmobiliario. Y los años de crisis pasaron factura, no solo cerrando miles de inmobiliarias, sino también proliferando las técnicas agresivas de captación y políticas de precio dudosas, según la OCU.
De ahí la aparición de las inmobiliarias digitales. Ofrecer un servicio completo y profesional a un precio más competitivo no es lo único que impulsa el desarrollo de estas nuevas agencias, sino también lograr la transparencia y honestidad del sector. Así lo afirman los fundadores de Cliventa, Alejandro Briceño e Ignacio González, quienes dicen que hay que darle ahora al propietario de la vivienda el control total de la venta, con el apoyo profesional necesario para cerrar la operación con garantías.
“Ser digitales no impide dar un servicio personalizado y de calidad”, declaran. Si el esfuerzo y los procesos para vender una vivienda de 200.000€ y una de 300.000€ son casi idénticos, ¿por qué la inmobiliaria tradicional cobra 5.000€ más por vender esta última?
“A algunas inmobiliarias tradicionales les preocupa la mala gestión y consiguientes malas noticias que puedan provocar las agencias online, y que puedan dañar la imagen tanto del sector como del país, cuando es esta concretamente la razón principal de ser la inmobiliaria digital: aportar transparencia y honestidad a un sector que lleva muchos años operando con prácticas dudosas”, explica Alejandro Briceño, CEO de Cliventa.
Más de 100 viviendas “digitales” vendidas en seis meses
La inmobiliaria digital rompe con el sistema de precio actual e instaura la tarifa fija, un 90% más competitiva respecto a lo que pagaría un propietario en comisiones, y sin importar el precio de la vivienda. En este punto “ir a éxito” ya no existe, como sí sigue ocurriendo en el negocio tradicional, donde aquellas inmobiliarias que no pactan exclusividad con su cliente no invierten en la venta de la vivienda.
En cambio, las agencias digitales como Cliventa, al cobrar por todas las propiedades gestionadas a través de su plataforma digital, garantizan que invertirán al máximo en la comercialización de la vivienda a fin de conseguir la mejor oferta de venta. “Al ir a volumen, y no a cantidad, nuestra “comisión” es que nos recomienden”, explica Briceño.
Hace ya más de un año que este modelo la agencia digital está presente en España y, aunque todavía en fase inicial, los resultados registrados en los últimos 6 meses por la inmobiliaria Cliventa, pionera en el país, muestran lo que puede marcar un antes y un después en el sector en los próximos 12 meses. Ha conseguido vender más de 100 viviendas en los últimos 6 meses, cerca de 20 viviendas al mes, una cifra 5 veces superior a lo que puede vender una inmobiliaria de calle.
Tal y como explican desde la compañía, Cliventa consigue ser más efectiva que una inmobiliaria tradicional por su gran inversión en marketing (las mejores posiciones en los principales portales inmobiliarios), al no cobrar comisiones (los compradores tienen toda la seguridad de estar negociando en igualdad de condiciones) y por la agilidad en la venta (la tecnología permite eliminar procesos ineficientes y centrarse en lo que realmente aporta valor).