Por Cambio16
16/07/2018
La renovación de RTVE falló este lunes por error de dos diputados y la ausencia de otros dos, uno del PDeCAT y otro de ERC. Por ende, la discutida reforma no logró la mayoría absoluta del Congreso por un solo voto. En consecuencia, el Gobierno deberá proponer ahora un administrador único.
La Cámara Baja votaba este lunes los cuatro consejeros del Senado propuestos por el PSOE, Unidos Podemos y el PNV. A priori, los vocales parecían contar con los votos suficientes. Sin embargo, Ana Isabel Cerrada, Fernando López Agudín, Josep Lluis Micó y Juan Tortosa solo han conseguido 175 votos.
🔴 #EnDirecto El #Pleno del Congreso rechaza a Ana Isabel Cerrada, Fernando López Agudín, Josep-Lluis Micó y Juan Tortosa como consejeros de @rtve al no otorgar la mayoría absoluta necesaria. pic.twitter.com/CjVFOZYLLL
— Congreso (@Congreso_Es) July 16, 2018
Lo curioso de ello fue las razones de tal resultado. Dos diputados se equivocaron y han entregado a la Presidencia una papeleta con el nombre del candidato para presidir RTVE, Tomás Fernando Flores. Una votación que se iba a celebrar a continuación, pero que no se ha producido finalmente al no completarse el Consejo para la renovación de RTVE con sus diez miembros, seis del Congreso -elegidos el pasado 4 de julio- y cuatro del Senado.
El administrador único
Ante este revés, el real decreto aprobado por el Gobierno prevé que el Ejecutivo proponga el nombre de un administrador único para dirigir de forma transitoria RTVE. El candidato deberá ser ratificado también por el pleno del Congreso. En primera votación, por mayoría de dos tercios o después por mayoría absoluta.
En consecuencia, requerirá de al menos un pleno de la Cámara Baja, con lo que ya serían siete las sesiones plenarias que se celebrarían para elegir a la cúpula interina de la Corporación hasta que culmine el concurso público, a finales de verano o primeros días de otoño.
Una circunstancia que han criticado tanto el PP como Ciudadanos, que en todo momento se han opuesto al decreto.
Ramón Moreno, del PP, ha denunciado que este procedimiento ha costado «más de un millón de euros». Por ende reclamó al Gobierno la retirada de lo que ha denominado el «decretazo» de RTVE. «Es el más colosal monumento al disparate», espetó.
«Me siento totalmente avergonzado del espectáculo que el Gobierno nos está obligando a hacer. Por su irresponsabilidad de traer un ‘decretazo’. Primeramente, no estaba justificado. Y además con mentiras que no se pueden traer a este Parlamento», ha señalado.
Idea que también ha apuntado el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta. El representante naranja exigió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que retire ese decreto después del «espantoso ridículo» y del intento «desvergonzado» de control de los medios públicos.
Entretanto, Noelia Vera, portavoz de Podemos, «no deja de ser sospechoso» que el fallo «caído del cielo». Asimismo, que el error se haya producido después de que algunos tuvieran «tanta insistencia» en que no saliera adelante. «No parece ser casualidad», insistió.
¿Si no hay renovación de RTVE?
La portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, negó que estas sesiones en el Congreso y el Senado hayan costado más de un millón de euros. «Nadie ha venido ‘ad hoc’ a un pleno, porque ha habido comparecencias de otros ministros», defendió.
Asimismo, lamentó el «error humano» que tumbó la renovación de RTVE. «Cualquiera que se haya equivocado, les aseguro que estará lamentándolo profundamente», ha manifestado.
La portavoz socialista ha asegurado que se consultará a los letrados de la Cámara si se puede celebrar una segunda votación. No obstante, ha comentado que desde la Presidencia del Congreso ya le han adelantado que «no ven» la celebración de esa segunda votación para elegir a los cuatro consejeros restantes.
El PSOE, ha dicho, está buscando una «salida» ante esta «situación nueva». En consecuencia, anunció que se pondrá en contacto con el Gobierno y el resto de grupos parlamentarios «que apoyaban el desbloqueo de RTVE».
En caso de que se tenga que elegir a un administrador único -como parece casi seguro-, se trataría, según Lastra, de un «administrador consensuado, pactado y negociado con los grupos». Cabe destacar que, en cualquier caso, debe ser ratificado por la mayoría absoluta de la Cámara.